Colindancias 14 / 2023, 253-259

DOI: 10.35923/colind.2023.14.13


Melania Stancu

Universidad de Bucarest


Biblioteca Hispánica del Instituto Cervantes [Biblioteca Hispanică

a Institutului Cervantes]: Antonio de Nebrija, Gramática sobre la lengua

castellana/ Gramatica limbii castiliene: scrieri filologice şi exegeză biblică, ed. filologică, studiu introd., tabel cronologic, trad. şi note de Mianda

Cioba şi Anca Crivăţ, Bucureşti: Humanitas, 2023, 288 pp.; Fernán

Pérez de Oliva, Diálogo de la dignidad del hombre/ Dialog despre demnitatea omului: eseuri şi discursuri, ed. filologică,

studiu introd., tabel cronologic, trad. şi note de Mianda Cioba, Bucureşti: Humanitas, 2023, 272 pp.


Recibido: 02.12.2023 / Aceptado: 08.02.2024



En 2023 presenciamos el nacimiento de un proyecto de primer orden para la cultura rumana: la inauguración de la Biblioteca Hispánica del Instituto Cervantes, como resultado de la colaboración entre un grupo de destacados hispanistas de la Universidad de Bucarest, la editorial rumana Humanitas y el Instituto Cervantes, bajo la coordinación de un comité científico formado por especialistas de varias universidades españolas y rumanas. Se trata de una colección de traducciones al rumano de la literatura española clásica y contemporánea, con un enfoque especial sobre los ensayos filosóficos, de ética, política y variados temas culturales, que se publica en condiciones editoriales singulares. Las traducciones, en su mayoría inéditas, vienen acompañadas por un estudio introductorio, una tabla cronológica y un complejo aparato de notas explicativas, cuyo propósito es permitirle al lector actual el ejercicio interpretativo y de comprensión de las épocas más o menos remotas, en resonancia con el momento presente y con los debates histórico-culturales que no dejan de surgir permanentemente.

Los primeros dos títulos que abren la colección, Gramática sobre la lengua

castellana: textos filológicos y exegesis bíblica de Antonio de Nebrija y Diálogo de la dignidad

del hombre: ensayos y discursos de Fernán Pérez de Oliva marcan para el público rumano el encuentro con dos de las más destacadas personalidades del humanismo hispánico. El lector podrá descubrir, por tanto, un rico entramado de hilos vitales e intelectuales que unen a estos dos maestros, separados en sus biografías por una diferencia de solo cincuenta años. Ambos nacen en Andalucía (uno en Lebrija, al sur de Sevilla, el otro en Córdoba) de familias acomodadas que pudieron mandar a sus hijos a cursar estudios en la Universidad de Salamanca. Ambos deben su formación humanista a los años vividos en Italia: Nebrija pasó cinco años en Boloña, Oliva, cuatro años en Roma. En 1475, con treinta y un años, Nebrija llega a ser lector de Elocuencia y Poesía en la Universidad de Salamanca y un año más tarde saca la Cátedra Prima de Gramática. Oliva vuelve por primera vez a la universidad salmantina como maestro de filosofía moral y filosofía natural en 1526, con treinta y dos años, cuatro años después de la muerte de Nebrija. La muerte temprana de Oliva, con solo treinta y siete años, detiene el ascenso de una de las mentes más eruditas y elocuentes de su época, cuyos méritos intelectuales habían sido reconocidos por el propio emperador Carlos Quinto al nombrarlo preceptor del príncipe Felipe, futuro rey Felipe II, cargo que desafortunadamente no llegará a cumplir. Aunque no coincidieron durante sus carreras académicas en Salamanca, Oliva supo del prestigio de Nebrija y siguió las huellas de su pensamiento político, al ser uno de los primeros intelectuales humanistas en apreciar la importancia del castellano como vínculo con el continente americano, según recalca Mianda Cioba en la introducción (Pérez de Oliva 2023: 38).

La figura tutelar de Nebrija, por su dimensión fundadora y su itinerario epistemológico, se convierte por tanto en el emblema de esta iniciativa cultural de la Biblioteca Hispánica, según destacan Mianda Cioba y Anca Crivăţ, las dos editoras. Son los mismos valores que el maestro salmantino defendió a lo largo de su vida: la libertad de pensamiento, el rescate y estudio del latín clásico y la enseñanza del castellano como aglutinante en la diversidad, los que elogia Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, en el preámbulo que titula “El poder de las palabras” (Nebrija 2023: 6-10).

La selección de textos pertenecientes al enorme caudal de la obra de Nebrija se basa en la edición al cuidado de Carmen Lozano y Felipe González Vega (Madrid- Barcelona: Real Academia Española – Galaxia Gutenberg, 2011) y separa el corpus en dos partes, la primera centrada en la selección de fragmentos de la Gramática castellana (el prólogo y varias secciones del primer y del cuarto libro) y una segunda parte que recoge los prólogos de Introductiones latinae (1488 y 1495), Apología, Epístola y la carta-prólogo de Thalichristia. Si los textos vienen ordenados siguiendo el criterio


de relevancia para el lector actual y de la fama póstuma que se le atribuye a Nebrija debido, sobre todo, a la Gramática de 1492, el amplio estudio introductorio de Mianda Cioba y Anca Crivăţ, extensivamente documentado a partir de una bibliografía crítica de última hora, pone de relevancia la cronología de la obra nebrisense y hace hincapié en sus principales ideas y vertientes de actividad. El primer planteamiento parte de las palabras de Juan Gil que presenta a Antonio de Nebrija como el más importante humanista español, convertido después de su muerte en una leyenda

(13). Por tanto, esta traducción filológica cumplirá también con el propósito de mostrar todas las dimensiones intelectuales de este excelso maestro de gramática y retórica y de explicar el porqué de su popularidad póstuma.

La razón de su interés por reformar el estudio universitario del latín fue la defensa de un latín bien hablado, lo que podría llevar España al colmo de su felicidad, puesto que “ninguna otra cosa nos falta sino el conocimiento de la lengua, en que está no solamente fundada nuestra religión i república christiana, mas aun el derecho i canónico” (164). Aprovechando la gran innovación de su época, que fue la aparición de la imprenta, Nebrija saca en 1481 el primer manual moderno de latín, adaptado para sus estudiantes, que se encontraban en la edad de la adolescencia y la primera juventud. Es también entonces cuando cambia su nombre según el modelo tripartito de la Roma antigua a Aelius Antonius Nebrissensis. El Antonio, como llegó a denominarse el manual Introductiones latinae, tuvo un gran éxito desde su publicación, con numerosas ediciones en España y en otros países europeos occidentales, y llegó a utilizarse hasta mediados del siglo XIX. Fue también la obra que Nebrija revisó y mejoró constantemente a lo largo de su vida. La edición bilingüe de Introductiones, en latín y castellano, publicada en 1488 a petición de la reina Isabel revela dos aspectos determinantes: la diversidad del público interesado en aprender latín, que se extiende ahora hacia “las mujeres religiosas i vírgenes” (168), y el posible punto de partida de la elaboración de la Gramática del castellano. La reina le pide a Nebrija que prepare una traducción de su manual al castellano para el uso de monjas, que por no haber tenido la posibilidad de que se les enseñara el latín, “sin participación de varones” (168), puedan aprenderlo por su cuenta, o sea sin maestro. En el prólogo a esta segunda edición de su libro Nebrija ensalza a Isabel, como protectora de las letras, elogio que retomará en la dedicatoria que encabeza la siguiente edición, de 1495, y que también se incluye aquí con su traducción al rumano y su original latino, junto al epigrama que el maestro compone en alabanza a su gramática. Al realizar la versión en latín y castellano de su manual, Nebrija decidiría concebir también una gramática de la lengua vulgar, aunque despreciada, por ser lengua de los ignorantes. Su gramática

del castellano nace en una relación de simetría y contrastividad con la gramática del latín y pone de manifiesto que el idioma romance está también regido por reglas y normas. Aunque no hubiera servido como manual para la enseñanza institucional del castellano, Nebrija consideraba que su nuevo libro podría resultar útil a toda una “comunidad de autodidactas y eruditos europeos o hispánicos” (30) que estarían interesados en el idioma peninsular. La edición en rumano ofrece la traducción del “Prólogo”, los primeros tres capítulos del “Libro Primero”, sobre la ortografía, y el primero, segundo, quinto, sexto y séptimo capítulos del “Libro Cuarto”, sobre la sintaxis y la retórica. El “Prólogo”, dedicado también a la reina Isabel de Castilla, es un texto fundamental por las lecturas e interpretaciones de las que se ha beneficiado a lo largo del tiempo. Por un lado, se ha ido destacando la importancia que otorga Nebrija a “reducir en artificio este nuestro lenguaje castellano, para que lo que agora i de aquí adelante en él se escribiere pueda quedar en un tenor, i estenderse en toda la duración de los tiempos que están por venir” (94). Por otro lado, según señalan Cioba y Crivăţ, Nebrija “fija para el castellano y para su gramática una utilidad política, como modalidad de emular virtudes civiles e intelectuales comparables con las que se apoyaron sobre el edificio del latín” (49). En cuanto a la selección de capítulos, las editoras y traductoras argumentan la elección con el fin de poner de manifiesto la doble intención del gramático salmantino inspirada en Quintiliano: por un lado, la grafía y la pronunciación correctas, por otro lado, el conocimiento de los autores castellanos y de los textos poéticos más celebrados, a partir del comentario semántico y estilístico (84), tal como ocurre con las canciones trovadorescas, el Poema de Mio Cid, Laberinto de Fortuna y Coronación del Marqués de Santillana de Juan de Mena. Los últimos textos nebrisenses, en latín y castellano, de la edición presentada (Apología, Epístola y la carta-prólogo de Thalichristia) completan su dimensión de defensor de la pureza y pulcritud del latín, preocupado por los vicios de traducción. El proyecto de la Biblia políglota patrocinado por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros y en el que Nebrija participa durante varios años será el corolario de su constante ejercicio crítico aplicado a la tradición manuscrita de la Biblia Vulgata, lo que le llevará entre 1506-1507 delante del Santo Oficio, “por proponer la rectificación del texto bíblico de acuerdo con principios filológicos” (70). De este dramático trance lo salvarán la amistad y el aprecio que le profesa constantemente Cisneros. Será también el cardenal Cisneros quien en 1514 le ofrece a Nebrija la cátedra de retórica en la Universidad de Alcalá donde el maestro permanecerá hasta finales de su vida. Su último trabajo, el prólogo en latín que compone al editar el poema Thalichristia de Alvar Gómez, cierra este volumen.


El segundo libro de la colección Biblioteca Hispánica, que abarca algunos de los textos más conocidos de Fernán Pérez de Oliva (Diálogo sobre la dignidad del hombre, Razonamiento hecho en la oposición a la cátedra de Filosofía moral, Discurso sobre las potencias del alma y el buen uso de d’ellas y Razonamiento sobre la navegación del río Guadalquivir), colaciona varias ediciones de las obras del maestro cordobés y sigue en la mayor parte la edición de María Luisa Cerrón Puga (Madrid: Cátedra, 1996). Como en el caso del volumen anterior dedicado a Nebrija, aquí la versión en castellano viene acompañada por notas que proponen al lector actual una serie de equivalencias intralingüísticas para facilitarle el acceso al original. Asimismo, las notas filológicas de la traducción al rumano abarcan una gran variedad temática, indicando fuentes, ideas, modalidades expresivas y retóricas, datos históricos y realia (Cioba apud Pérez de Oliva, 2023: 51).

Mientras el libro de Nebrija nos hace testigos de los ardientes debates lingüísticos y traductológicos del humanismo peninsular, con Pérez de Oliva nos enfrentamos a las nuevas ideas filosóficas sobre la condición humana (la felicidad y el libre albedrío) y sobre el desarrollo de la ciencia durante la misma época. El Diálogo sobre la dignidad del hombre (1529), el texto más conocido de Oliva, recuerda por el tema y el parecido del título a la Oratio de 1486 de Pico della Mirandola, aunque por sus ideas y estructura se emparenta más con los diálogos ciceronianos: Tusculanae Disputationes y De oratore. Antonio, un intelectual que se retira en la soledad amena de la naturaleza para poder contemplar el bien y el mal del ser humano disputa sus argumentos con otro personaje, Aurelio, delante del “viejo muy sabio llamado Dinarco” (56). La tesis sobre la dimensión espiritual del hombre se enfrenta a la imagen medieval de sus debilidades corporales. Oliva quiere ofrecer al lector la libertad de escoger entre estas dos posiciones contrapuestas, por tanto, se niega a formular una conclusión definitiva. Según Oliva, la salvación del ser humano en su camino de perfección supone la libertad de superar los límites de su naturaleza a través de las buenas obras, como condición para su felicidad. Esta es la tesis que desarrolla en el Discurso sobre las potencias del alma. El principio ético de justicia, que el maestro cordobés enseñaba a sus alumnos, es invocado en el ejercicio retórico de defensa de la cátedra de filosofía moral. Al demostrar sus méritos: el conocimiento, la experiencia y la elocuencia (24), argumenta que la justicia debe prevalecer en la elección del candidato adecuado. Censurados durante la época de la Contrarreforma, los principios de la ética aristotélica enfocada en el hic et nunc y la preocupación de Pérez de Oliva por el ejercicio del pensamiento anclado en la realidad, en margen de la dialéctica teológica, volverán a suscitar el interés durante la Ilustración y vivirán

un nuevo resurgimiento en el campo de la investigación académica a finales del siglo XX (50).

La edición crítica de las traducciones de los textos de Nebrija y Pérez de Oliva demuestra ser un instrumento indispensable para filólogos, alumnos y profesores, y una experiencia formativa para el público general, cuyos pasos en el camino de la lectura son atentamente velados y prevenidos para no caer en ningún “laberinto de confusión” (Nebrija, 2023: 18). Los lectores apreciarán sin duda la belleza y claridad de las traducciones, la desambiguación de los contextos léxico- semánticos y sintácticos, la equivalencia formal que en todo momento reproduce el encadenamiento argumentativo original. Las dos traductoras y editoras, Mianda Cioba y Anca Crivăţ, logran, en beneficio de varias categorías de público, hacer amena y sumamente instructiva la lectura de estos dos autores clásicos de las letras españolas, acomodando con acierto sus obras a la realidad lingüística y cultural del rumano moderno.