Colindancias 13 / 2022, 127-154


DOI: 10.35923/colind.2022.13.06


 

Antonio de Padua AndinoSánchez

Grupo de Investigación (Cod.:HUM318)

Universidad de Granada

 

 

 

 

Cervantes y la ingeniosa

intertextualidad del Quijote:

capítulos VII y VIII de la Segunda Parte

Cervantes and the ingenious intertextuality of Don Quixote:

chapters VII and VIII of the Second Part

 

 

 

Recibido: 09.09.2022 / Aceptado: 13.12.2022

 


 

Resumen.Atendiendo a las referencias al Mundo Antiguo,se expone el uso intencionadode las fuentes grecolatinas en loscapítulos vii y viii de la segunda parte delQuijote. Se aportan, pues, los textos originalesclásicos que de forma transparente enmarcaríanel contexto, estructura narrativa eideas con las que Cervantes pretendió impregnar de valores universales dichos capítulos.

Palabras clave: Quijote,Cervantes, fuentes literarias, Valerio Máximo, Séneca, Horacio, Filología Clásica, Literatura Comparada.


Abstract. Taking into account the references to the Ancient World, the intentional use of Greco-Latin sources in chapters VII and VIII of the second part of Don Quixote is exposed.Therefore, the original classic texts are provided that would transparentlyframe thecontext, narrativestructure and ideas withwhich Cervantes intended to imbue these chapters with universal values.

Keywords: Don Quixote, Cervantes, literary sources, ValerioMaximo, Seneca, Horace,Classical Philology, Comparative Literature.

 

 

 

 

 

0.   El enfoque hermenéutico de la FilologíaClásica en el Quijote

Las prolíficas y copiosas investigaciones y la gran variedad deperspectivas llevadas a cabo entorno al Quijote deben su razón deser, sin duda, a la escritura poliédrica del Quijote. Pues Cervantes escribe haciendo uso de variosniveles de lectura, que a su vezgenera en los lectores especializados otros tantos análisis diversosy fecundos acercade su creación:

 

La lectura, aparece articulada en varios niveles en la obra de Cervantes1.Por un lado, sabemos del éxito de lanovela en un sector no culto, o mejor dicho, de undecodificador máso menos literal de su obra;y por otro, el lector capaz de leer entre líneas, de interpretar y ‘recrear’ el Quijote como una obra llenade matices y distintos nivelesque van desde lo simbólico y metafórico hasta lo lingüístico-social. (BernárdezRodal 1994: 68)

 

Dentro de ese contexto interpretativo, el estudio de los capítulos quetrata este artículo, séptimo y octavode la segunda entrega, es una profundización e ilustración másdetallada de mi trabajo doctoral, Lasfuentes grecolatinas en el Quijote (2008).Comparte, pues, el mismo paradigmahermenéutico basado en el cotejo directo de los textos grecolatinos con la inmortal obra deCervantes, pero se detiene de forma exhaustivaen la aplicación concreta y precisa de todo el acervo cultural y diversidad de obras clásicas utilizadas en laconstrucción inmediata y específica de la narrativa cervantina ad hoc. Tal modelo filológico deinvestigación, acudiendo y sacando a la luz las traducciones originales de autores griegosy latinos como referencia de partida, esya en una novedad,pues a excepción de AntonioBarnés Vázquez2, citado en la bibliografía, son pocos los especialistas que seocupan actualmente de esta crucial interrelación e ingeniosaintertextualidad entre Cervantes y la Literatura Grecolatina.

 

1 Toda letra realzada en cursiva sobre texto propio o ajeno es del autor del artículo.

2 En la Introducción de sutesis “Yo he leídoen Virgilio: la tradición clásica en el Quijote (2008) escribe: “esta tesis trata deimpulsar en una nueva dirección los estudios, ya abundantes, sobre la intertextualidad entre las obras delos autores griegos y romanos y el Quijote (13).

 

Así pues, comprobaremos el papel que juegan las obras literarias del Mundo Antiguoen la presentación y desarrollo de las escenas y sus diálogos (estructuranarrativa); demostraremos queel contenido de los libros clásicos es, a su vez, el marco dialéctico por donde discurretambién el modelo o espejo doctrinal de referencia de las nuevas aventuras posibles para nuestros conocidosprotagonistas (contexto cultural); yseñalaremos cómo Cervantes lo introduce todo desde el humor, realzando en tono paródico la gran distancia quemedia entre los logros que informan la literatura pagana y las exiguas expectativas reales de poder reencarnarlasus dos ingenuos personajes (ideario del autor).

Inspirado en unhilado multicolor de escritores y asuntos grecorromanos, el alcalaínoteje y levanta un sistema de ideas universales en el que incardina a amo y escudero. Y es que, a pesar de que noconste que Cervantes hubiera cursado estudiossuperiores que avalen una preparación acreditada oficial yobjetivamente, el simple cotejo detextos de autores clásicos, a los que acude recurrentemente como pauta y fuente, evidencia un conocimiento humanista de los mismos, atribuible, al menos, a su excepcional capacidad lectora.

Cervantes debió ser, a la luz de sus escritos, un renacentista rezagado3, queentendía el arte literario tomándolo a discreción y en pequeños sorbos de la fuente originalpara reelaborarlo y desglosarlo en la apuesta narrativa según viniera alcaso:

 

Vamos comprendiendo lo que era el arte de imitación en el Renacimiento y por qué era verdaderamente arte: eratomar un excipiente, una materia común, pasarla por los obradores, por las oficinas secretasdel temperamento y de la intuición, y alzarlaa un nuevo cielo estético, criatura ella también recién creada, nueva, original.

¡Advertencia a los fuentistas!: descubrirla fuente sirve, a veces, para realzar la originalidad. (Alonso1966: 67)

 

1. Laconcepción dialéctica de los personajes 1a. Cultura escolarfrente a cultura popular

Prolegómeno de la inminente y esperada tercera salida, la lectura delcapítulo vii de la segunda entrega resultaindispensable para el restablecimiento de la relacióncaballero-escudero entreAlonso Quijano y Sancho Panza, junto con el aporte añadido que proporciona Sansón Carrasco en la trama. Aunque elepisodio sólo trate “De lo que pasó don Quijote con su escudero, con otros sucesosfamosísimos”, fija la posición de cada personaje y el motivológico y razonadoque los llevaa volver acorrer nuevas aventuras.

 

3 “Si de España ha podido decircerteramente Menéndez Pidalque es la tierra de los frutostardíos, de Cervantes podemos decir, una vez más, que es el frutotardío de nuestroRenacimiento” (Orozco Díaz 1992: 272-273).

 

 

En principio,quien menos necesita justificar el rumbo de tales andanzas es nuestro protagonista, pues ya hizoproclama y defensa del papel de la caballeríaandante en el capítulo primero ante el cura y el barbero (Andino Sánchez2020: 132-135). De un lado, Sancho Panza se ve fuertemente estimulado por la posibleganancia; por otro,el extrovertido bachillerSansón Carrasco se muestra más que entusiasmadopor la lectura popular de la primera parte, y desea participar de forma relevante y activa en las páginasde la segunda o, al menos, constituirse ante todos como el taumaturgo que procurará la curación del ingenioso loco. Con este fin le empuja a intoxicarse con el mismoveneno de su demencia y a buscar nuevas experiencias caballerescas, como si de un remediohomeopático se tratara. Es en ese renovadoterreno impostado de ficción donde piensa el nuevo personaje alcanzar lagloria propia a la par que librar la batalla última y definitiva sobre laenfermedad mental de su vecino.

La primera escenase produce entre el joven estudiante y el ama, y es una muestra de la disociación yaislamiento abismal entre el presuntuoso megalouniverso de lasletras escolares y las humildes pero pragmáticasmiras de las creencias populares. El bachiller, sin conocer el santoral, encomienda lasalud mental de Alonso Quijano a SantaApolonia. La respuesta del ama no se hace esperar; y la arrogante reacción del joven estudiante, tampoco:

 

—¡Cuitada de mí! —replicó elama—. ¿La oración de Santa Apolonia dice vuestra merced que rece? Eso fuera simi amo lo hubiera de las muelas, pero no lo ha sino de los cascos.

—Yo lo que digo, señoraama: váyase y no se ponga a disputar conmigo,pues sabe que soy bachiller por Salamanca, que no hay más que bachillear respondió Carrasco. (740)4

 

Bachillear” es para Sansón Carrasco “discutirentre bachilleres”. Al ser él el únicobachiller presente, no hay nada que discutir. Cervantes ridiculiza la soberbia de quien presume de estudios librescospara tratar de imponerse, aunqueno lleve razón,siendo en verdad un ignorante en asuntos de la realidad práctica, que conoce mejor el ama.

 

 

4 En lo sucesivo, laalusión y cita de los dos capítulos analizados en el presente artículo remitirán a la edición de Don Quijote de la Mancha de FranciscoRico (2004, volumen 1), señalandoentre paréntesis sólo el número de página. Cuando se aluda a otros diferentes,se especificará si es PrimeraParte o Segunda Parte, númerode capítulo y página que corresponde a la edición referida;por ejemplo, II, 6, 735.

 

1b. Lengua clásicafrente a habla vulgar

A continuación,la siguiente escena también nos habla de incomprensión e incompatibilidad comunicativaentre dos mundos, el ilustrado y el iletrado, a través de una diatribade Sancho y su amo sobre su peculiar modo de expresarse.

 

—No te entiendo, Sancho —dijo luego donQuijote—, pues no sé qué quiere decir soy tan fócil.

—Tan fócil quiere decir —respondió Sancho—‘soy tan así’.

—Menos te entiendo agora —replicó don Quijote.

—Pues si no me puede entender —respondióSancho—, no sé cómo lo diga: no más, y Dios sea conmigo.

—Ya, ya caigo —respondió don Quijote— en ello: quieres decir que eres tandócil, blando y mañero, que tomarás lo que yo te dijere y pasarás por lo que te enseñare.

Apostaré yo —dijo Sancho— quedesde el emprincipio me caló y me entendió, sino que quisoturbarme, por oírme decir otras docientas patochadas.

Podrá ser —replicó don Quijote—. (741)

 

En ese “podráser” se vislumbra claramente que Alonso Quijano entiende perfectamente la propia ynatural forma que tiene de explicarse Sancho Panza, y que tanto él como el autor gustan ponerla enevidencia para solazarse y provocar la risa del lector,respectivamente. Es un contraste buscado precisamente para destacar la desnuda habla popular frente a las altas capacidadesexpresivas y literarias tanto de donQuijote como del supuesto narrador de la historia, sobre todo, cuando en un momento determinado le toca exhibir grandilocuencia o un tono épico impostado.

Pronto,el interesado labriego, haciendo un rodeo inverosímil en su intenciónde reclamar “un salario conocido de lo que le ha de dar cada mes eltiempo que le sirviere”(742), recala nuevamente en una cita archiconocida del poetaHoracio, relativa a lacualidad igualadora de la Muerte respecto a la condición social de cada cual5.

 

5 Aparece fragmentariamente también 1º) entrelos consejos literarios del amigo del prólogoconfundiendo su autoría (I, Prólogo, 15); 2º) en la parodia del narrador sobreun posible avistamiento de “castillos omajadas de pastores” (I, 2, 51-52); 3º) en la disertación de Sancho sobre la Muerte, ladescarnada, “la cual tan bien come cordero como carnero”, explicandohaber oído al cura que “con igual pie pisaba las altas torres de los reyes comolas humildes chozasde los pobres” (II, 20, 872-873); 4º) en el traspaso de los conceptos de la muerte al amor que hace don Quijote tras abandonar el palacio de los duques (II, 58, 1201); y 5º), por último,en la respuesta de Sanchoa la propuesta de su amo de dedicarse al oficio de pastor (II, 67,1286).

 

 

Comoes una constante en estos dos capítulos, Cervantes enmascara la referencialiteraria, por un lado, justificándola como conocimiento adquirido a través del púlpito y, por otro, haciendo alsimpático escudero explicarla atropelladamente, como conocimiento pillado de oídas, sin tener muchosentido ni haber entendido jamás el significado real del verso original latino.La cita es, con mucho, demasiado elevadapara la comprensión de un vulgarpueblerino e, incluso,para el públicoen general. De la mezcla de lo sublime del verso horaciano y su realización común y ramplona en la réplica de Sancho hacepresa el humor del alcalaíno, como antes había sido del disperso hablar del escudero. Pero,esta vez es un recurso jocoso más exclusivo y excluyente, sólo asequible y dirigido a un lectormás cultivado.

 

—Es el caso —replicó Sancho—que, como vuestramerced mejor sabe,todosestamos sujetos a la muerte, y quehoy somos y mañana no, y que tan presto se va el cordero como el carnero,y que nadie puede prometerse en este mundo más horas de vida de las que Dios quisieredarle; porque la muerte es sorda, y,cuando llega a llamar a las puertas de nuestra vida, siempre va de priesa, y no la harán detener niruegos, ni fuerzas, ni ceptros, ni mitras, según es públicavoz y fama, y según nos lo dicen por esos púlpitos. (742)

 

Horacio, Odas, I, 4, 9-146.

Ahora es momento de enlazar la perfumadacabeza o con mirto verde

o con la flor, que producenlas tierras vírgenes;

ahora entrelos bosques umbrosos es momento de hacerun sacrificio en honor

de Fauno,

lo exija, con una cordera o, si lo prefiere, con un cabrito. La Muerte pálida pisa con igual pie las chozas de lospobres y las torres de los reyes […]7.

 

 

6 HOR. carm. I, 4, 9-14: Nunc decet aut uiridi nitidum caput impedire myrto / aut flore, terrae

quem ferunt solutae; / nunc et in umbrosis Fauno decet immolare lucis, / seu poscat agna siue malit haedo./ Pallida Mors aequopulsat pede pauperum tabernas / regumque turris […].

7 Las traducciones del latín originalson del autor del artículo.

 

El sacrificioritual y festivo de Horacio en honor a Fauno, abundando en el concepto del carpe diem yen prevención de un futuroinevitable e igualador a manos de la Muerte, se transformaininteligiblemente en boca de Sancho en que “tan presto se va el cordero como el carnero” al matadero. Taligualdad de destino en lo que deparará ineludiblemente el paso del hoy al mañana,también tienen su ascendente bibliográficoen Séneca, fuente de inspiración de muchos pasajes de la obra (Andino Sánchez 2008: 361-387):


 

Séneca, Epístolas morales a Lucilio, XIV, 91, 168: Nacemosdesiguales, morimos iguales. […] Somos iguales para tener todo tipo desufrimientos; ninguno es más frágil que otro, ningunose encuentra más seguro respectoal mañana.

 

No obstante, si el parlamento de Sancho tiene una base literaria latina,aunque distorsionada, no le queda ala zaga la desdeñosa respuesta de su amo que la realza específicamente con una expresión de la lengua de Cicerón: bene quidem (743)9. Consólo esas dos palabras queda delimitada la distancia de un hombre instruido frentea otro que no sabe deletrear siquierael alfabeto de su propia lengua. Es una disgregación brusca.Sin más. Pero útil para definir el calibre culturalde uno y otro10.

 

1c. Formulaciones literarias y filosóficas frente a hechos comunes y cotidianos

Quedando muy sorprendido y aturrullado Sancho por la resuelta contestación de su amo de no importarle llegar aprescindir de sus servicios si fuera menester, se da paso a la tercera escena de este capítulo con la nuevaincorporación del bachiller, que con su ofrecimiento retórico y rimbombante desbarata la pobre voluntad negociadora del marido de Teresa Panza:“si alguna cosa faltare para ponerle en ejecución, aquí estoy yo para suplirla con mi personay hacienda; y si fuere necesidad servir a tu magnificencia de escudero lo tendré a felicísima ventura (745).

Reconvenido Sancho a lo que su amo quiera disponer, Cervantesculmina el encuentro en untono que evoca a los historiadores latinos; pues introduce elementos de adivinación y augurio paraadornar a través de presagios el buen comienzo de la aventuraque está a punto de iniciarse. En este capítuloel bachiller SansónCarrasco, al animar con tanto entusiasmo e interés a emprender el viaje, será tomado como un “oráculo” (747). En el siguiente serán los relinchosde Rocinante y losrebuznos del rucio (748) los que propicien los buenos auspicios de esta tercera salida. De la falsedad y, por tanto,absurda ridiculez de los mismos todo lector que conoce el desarrollo de la primeraparte y que puede suponerpor dónde puede discurriresta segunda, sonreirá al ver hasta qué punto Cervantes remeda paródica y estilísticamente tan literario e inspiradocomo peregrino y absurdo recurso narrativo de la historiografía antigua.

Se añade también una broma más de Cervantes, que, igual que suspersonajes, como narradorprevarica sin complejosen el uso del lenguaje,nos lleva a la anfibología dela palabra “bucólica”, del griego βουκολικóς, derivado de βουκóλος ‘boyero’ a través del latín bucolicus, para jugar con la etimología culta del géneropoético y su parecidahomonimia popular, asociadaa lo relativo a la comida, que se degustapor la boca:

 

[…] y habiendo aplacadoSancho a su mujer, y don Quijote a su sobrina y a su ama, al anochecer, sin que nadie lo viese, sino elbachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso, don Quijote sobre su buen Rocinante, ySancho sobre su antiguo rucio, proveídaslas alforjas de cosas tocantes a la bucólica, y la bolsa, de dineros que le dio don Quijote para lo que se ofreciese. (747)

E, igualmente, una frase de coletillarespecto a la amistad, desapercibida para el lectorno avisado por lecturas clásicasprevias, toma asientomayestático en sus líneas de forma natural:Abrazóle Sansón, y suplicóle le avisasede su buena o mala suerte, para alegrarsecon esta o entristecerse con aquella, como las leyes de su amistad pedían” (747). Talaserto, aunque también tiene un firme apoyo en el discurso, voz y autoridad de Séneca11, adquiere casi rango de ley,cual parece evocar Sansón Carrasco, en la obraciceroniana,que marca y prescribe filosóficamente elalcance de esta complicidad única en las relaciones humanas:

 

Cicerón, Lelio o de la amistad 6, 2212: En primer lugar, ¿cómopuede ser ‘vivible’, como dice Ennio,una vida que no descansaen la buena disposición mutua de unamigo? ¿Qué hay más grato que tener con quiénte atrevas a hablarlotodo como si fuera contigomismo? ¿Qué goce tan grande habría en los momentos afortunados sino tuvieras quién se alegrara con ellos igual que túmismo? Mas sería duro sufrir la mala fortuna sin aquél que la sufriera con más pesarincluso que tú. […] Y no habloahora de la vulgar y de la mediocre, que no obstante deleita y es provechosa, sino de laverdadera y perfecta, cual fue la de éstos que se cuentanpocos. Pues la amistad hace no sólo más resplandecientes los avataresafortunados, sino también, al compartirlas y comunicarlas, más livianoslos desafortunados.

 

 

8 Sen. epist. 91, 16: Inpares nascimur, paresmorimur.[…] Ad omnia patienda paressumus; nemo altero fragilior est, nemo in crastinum sui certior.

9 Algunos comentaristas larecogen a pie de página como expresión categórica de aprobación, usual en lasdisputas escolásticas: “¡pues muy bien!”, “¡pues perfecto!”, “¡pues deacuerdo!”.

10 “Al igual que en la Primera, en la SegundaParte del Quijote será el latín referencia de cultura y motivo recurrentede comicidad. Esa dobleperspectiva, de afán cultistay vis cómica, aparece también en el ‘bene quidem’ con el que don Quijoteaconseja a Sancho su vuelta a casa para hablar con su mujer” (Egido 2018: 37).

11 Séneca, Epístolasmorales a Lucilio V, 48, 2: ¿De nuevo estoy hablando como un epicúreo?En verdad, a me conviene lo mismo que a ti: o, de otro modo, no soy tu amigo si todolo que tenga que ver contigo no es de mi incumbencia. La amistad creaentre nosotros una comunidad de destino en todas las cosas; no existe nada prósperoo adverso para cada uno por separado;se vive en común. Y no puede vivir felizmente nadie que se mire sólo a sí mismo, que le dé lavuelta a todo según sus intereses: es menester que vivas para otro, si quieres vivir para ti. (Sen, epist. 48, 2: Iterum egotamquam Epicureus loquor? mihi vero idem expedit quodtibi: aut non sum amicus, nisi quidquid agitur ad te pertinens meum est. Consortiumrerum omnium inter nos facit amicitia; nec secundi quicquamsingulis est nec adversi;in commune vivitur. Nec potest quisquambeate degere qui se tantum intuetur,qui omnia ad utilitates suas convertit: alteri vivasoportet, si vis tibi vivere).

12 CiC. Lael. 6, 22: Principio qui potest esse vita ‘vitalis’, ut ait Ennius, quae non in amici mutua benevolentia conquiescit? Quid dulcius quamhabere quicum omnia audeas sic loqui ut tecum? Qui esset tantus fructus in prosperis rebus, nisi haberes,qui illis aeque ac tu ipse gauderet? adversasvero ferre difficile

 

El contraste de las palabrasdel bachiller con el traicionero y larvado plan por el quese presentará, al correr de las páginas, por dos veces como enemigo en laslides caballerescas de su amigo y vecino,hasta infligirle finalmente la más desesperanzada y desazonadora de las derrotasa nuestro simpardon Quijote, constituye una de las claves de esta segunda entrega,y que la define como marcadamente barroca13.

2.      Los Facta et dicta memorabilia deValerio Máximo como guía

bibliográfica

A continuación, se da paso al capítulo viii, “Donde se cuenta lo que lesucedió a don Quijote yendo a ver su señora Dulcinea del Toboso”. Y, como ya mencionamos antes al llamar oráculo al bachiller(747), el augurio del relinchar de Rocinante y el sospirar del rucio” (748) no es unaconjetura aislada e inocente, ajena a motivación literaria jocosa por parte del autor.Pues en Cicerón encontramos tambiénel feliz auspicio de un gobierno futuro para eltirano Dionisio, como el que Cervantes le reserva a Sancho:

Cicerón, Sobre la adivinación I, 33, 7314: Pero, cuando habíaavanzado un poco, oyó de repente un relincho, giró la vista y, alegrándose, vio a su caballolleno de brío, en cuya crin se había concentrado un enjambre de abejas. Tal señal tuvo el siguiente poder, que Dioniso pocos días más tarde empezó a reinar.

esset sine eo qui illas gravius etiam quamtu ferret. […] Neque ego nunc de vulgari aut de mediocri, quae tamen ipsa et delectat et prodest, sed de vera et perfecta loquor,qualis eorum qui pauci nominantur fuit. Nam et secundas res splendidiores facit amicitia et adversaspartiens communicansque leviores.

 

13 “La culturabarroca externa a Cervantes se centrará tambiénen los temas como la desilusión, el espejocurvado de la opinión y de la mentira, el pesimismo vital, la fatalidad de lo efímero y la lucha inútil, sentimientos todos que son experimentados por losindividuos a lo largo de la vida” (AndinoSánchez 2020: 128).

14 CiC. div. 1, 33, 73: Cum autem aliquantum progressus esset, subito exaudivit hinnitum respexitque et equum alacrem laetus adspexit, cuius in iuba examen apium consederat. Quod ostentum babuit hanc vim, ut Dionysius paucis post diebus regnare coeperit.

 

 

Luego, tras la oposición de realidades descritas sobre la apariencia de Dulcinea, contemplada “desde las bardas del corral”,según Sancho, o las “galeríaso corredores o lonjas o como las llaman de ricos y reales palacios”(749), según el amo, aparece una alusión a la envidia que,puesto que de fama va el asunto, lleva también la impronta indeleble de la Antigüedad:

 

¡Oh envidia, raíz deinfinitos males y carcoma de las virtudes! Todos los vicios, Sancho, traenun no sé qué de deleite consigo, pero elde la envidia no trae sino disgustos, rancoresy rabias. (751)

 

El eslabón literario, utilizado también en el prólogo de esta segundaparte para defenderse15 de la envidiade su éxito por parte del autor apócrifo del otro Quijote, podemosencontrarlo en Séneca:

 

Séneca, Sobre la tranquilidad del espíritu 2, 10-1116: […] de aquí también aquel sentimiento de los que detestan su tiempo librey se quejan de que ellos por símismos no tienen nada que hacer, y aquellacelera, tan enemiga de los éxitosajenos (pues a la envidia la alimenta la indolencia improductiva, y ésos desean que todos se arruinen porqueellos no pudieron progresar); de esta aversión a los progresos ajenos y de ladesesperación por los propios devieneluego un ánimo irritado contra lafortuna, quejoso de la época, apartándosea los rincones y recostado sobre su propia pena, mientras sientehastío y vergüenzade mismo.

 

Se entra, pues,de lleno en el tema central de este capítulo, la disertación en torno alvalor de la fama unida a laprofesión de caballero andante. Para don Quijote “los libros son los modelos de comportamiento y laexplicación del mundo humano” (Bernárdez Rodal1994: 72); y a Sanchono le importa que los historiadores en sus escritos digan de él lo que quisieren, con tal de verse “puestoen libros y andar por ese mundo de mano en mano” (751).De modo que, sin alterarel curso de la narracióndon Quijote aflora con toda naturalidad información y noticia de losmodelos afamados de los antiguoslibros griegos y latinos, demostrando un conocimiento cabal de todo un catálogode personajes de la Antigüedad, que enumera y etiqueta perfectamente. Pues “del mismo modo en que el Quijote es hijo del entendimiento de su autor, según Cervantes; el caballero de la Mancha eshijo de sus lecturas” (Barnés Vázquez2011: 64).

 

15 Cervantes contesta a Avellanedadistinguiendo otro tipo de envidia (livor),la emulación (aemulatio), de la que el deTordesillas no da cuenta siquiera, y que tiene sus raíces no en las vocesde la Iglesia, como evoca su rival, sino en los versosy renglones de los poetasy autores grecolatinos. Se trata de la sanarivalidad, un conato que brota del amor propio, generoso en energía y recursos, para lograr las másaltas metas del espíritu humano: “He sentido también que me llame invidioso, y que como aignorante, me describa qué cosa sea la invidia;que, en realidad de verdad, de dos que hay, yo no conozco sino a lasanta, a la noble y bien intencionada (II, Prólogo, 674).

16 Sen. dial.8, 2 10-11: […] inde illeaffectus otium suum detestantium querentiumque nihil ipsos habere quod agant, et alienis incrementis inimicissima inuidia (alit enim liuoreminfelix inertia et omnes destrui cupiunt, quia se non potuere prouehere); ex hac deinde auersatione alienorum processuum et suorum desperatione obirascens fortunae animus et de saeculo querens et in angulos se retrahens et poenae incubans suae, dum illum taedet sui pigetque.

 

 

Previamente, donQuijote se remonta a un modelo extremo y negativo de voluntad corrompida por el deseo de alcanzarla memoria de los siglosen la figura de Eróstrato:

 

También viene con esto lo que cuentan de aquel pastor que puso fuego y abrasó eltemplo famoso de Diana, contado por una de las siete maravillas del mundo, solo porque quedase vivo sunombre en los siglos venideros;y aunque se mandó que nadie le nombrase, ni hiciese por palabra opor escrito mención de su nombre,porque no consiguiese el fin de su deseo, todavía se supo que se llamaba Eróstrato. (752)

 

En efecto, Eróstrato fue un pastor de Éfesoconvertido en incendiario por mor de obtener fama con ello. Fue responsable de ladestrucción del templo dedicado a Artemis (Diana para los romanos) en aquellaciudad, una de las Siete Maravillas delMundo. Su historia, contada también con la intención de no querer entregar su nombre a la posteridad, aparece en ValerioMáximo, autor de una colección de anécdotasejemplares muy utilizada por los humanistas17 y, en particular, por los seguidores de Erasmode Rotterdam.

17 “De la fortuna de los Dicta et facta memorabilia de Valerio Máximo en la Edad Media,en el Renacimiento, y aun en épocasposteriores, dan cuenta el número de manuscritos y ediciones impresas de laobra, y la frecuencia de su versión a las diversas lenguas modernas. En el primer tercio del siglo XVII,Diego López, traductor al castellano del compendio, informaba de su utilidad para la enseñanza gramática y moral,pues ´se trae su doctrinaen muchos actos públicos. Léese muy de ordinarioen las cátedras, donde se enseña la lengua latina,y letras humanas, para que con su doctrina moral se instruyan y adornen losánimos de los oyentes, y juntamentela deprendan´. A todo ello cabe añadir la elaboración de diversas colecciones a imitación del modelopropuesto por la obra clásica” (Aragüés Aldaz 1993: 267-269).

 

 

También los humanistas del Renacimiento europeogustaban de las colecciones de sentencias, citaciones, dichos,proverbios y ejemplos como asimismode obras de tipo filosófico moral (Erasmo, por ejemplo) y de los historiadores latinos como modelosde lengua y estilo, ya que consideraban la historia como obra de arte. (Martínapud Máximo 1988: 47)

 

Cervantes, acreditada su vinculación con el Estudioerasmista de Juan López de Hoyos, muy bien pudo tener delantela obra de Valerio Máximo,publicada en romancebajo el título De las hystoriasromanas et carthagineses et dótrasmuchas naciones et reynos por orde de vicios et virtudes adicionado nuevamente corregido, a cargo de Ugo de Urríes, secretario real de Fernandoel Católico, cuya edición realizadaen Sevilla por Juan Varella deSalamanca data de 151418. Estamisma aparece también catalogada con el nº 38 en labiblioteca de su amigo Luís Barahona de Soto (Lara Garrido 1994: 95)19. Por tanto, no es de extrañarque se sirva de la información que el escritorlatino aporta en su obra para ilustrarmagníficamente estos primerosinstantes

parlamentarios de la tercera salida de don Quijote y Sancho.

 

Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables VIII, 14(ext.), 520:Mas tal avidez de gloria resultósacrílega: apareció, en efecto, quien porlo visto quiso incendiarel templo de la Diana de Éfeso para, con la destrucción del hermosísimo monumento, esparcir por todo el orbe terráqueo el nombre de quien, tras ser colocadoen elpotro de tortura, desveló la locura de su mente. Y mediante un decreto bien lo habían dispuesto los de Éfeso para borrar la memoriade este personaje

18 Un ejemplar de estaobra se encuentra conservado en la Biblioteca Provincial de Córdoba, aunque deteriorado con manchas de humedad y óxido (Lara Garrido 1994: 95).

19 La relaciónde Cervantes con Barahona es de admiración y reconocimiento, como puede inferirse en el Canto de Calíope, incluidoen el libro sexto de La Galatea (1585), donde aparece elilustre médico granadino como representante de los poetas del Dauro (Cervantes 1967:750); también, en 1614, en el capítulo III del Viaje al Parnaso (Cervantes/Valbuena 1967: 79); y en 1605, en el escrutinio de la bibliotecade don Quijote ocupa un lugar su recuerdo —falleció en 1595— con una cita a su obra ya su condición de traductor del poeta latino más elogiado por Cervantes, Ovidio(I, 6, 94-95).

20 vAl. MAX.8, 14 (ext.), 5: Illa uerogloriae cupiditas sacrilega: inuentus est enim qui Dianae Ephesiae templum incendere uellet, ut opere pulcherrimo consumpto nomen eius per totum terrarum orbem dissiceretur, quem quidem mentis furoremeculeo inpositus detexit. ac bene consuluerant Ephesii decreto memoriam taeterrimi hominisabolendo, nisi Theopompi magnae facundiae ingenium historiis eum suis conprehendisset.

 

tan execrable, si no lo hubiera recogido en sushistorias el talento de Teopompo, caracterizado por una gran verbosidad.

 

Pues, aunque Valerio Máximo no pronuncia el nombre del célebre pirómano, tal vez en la edición castellana, o enotras misceláneas anejas de autores grecolatinos (Polyanthea o Florilegia) tan en boga en tiempos de Cervantes, el dato acompañaría a la traducción haciendofinalmente perdurable el nombre del malhechor. Lo cierto es que el contexto por donde se mueve el discurso de don Quijotees el mismo que desarrollael capítulo del escritor latino Sobre elansia de gloria (DE CVPIDITATE GLORIAE). Y como una cosa lleva a la otra, es lógico que donQuijote traiga a colación la anécdota, más próxima en el tiempo, delCarlos V, de cuando visitó el Panteón de Roma:

 

También alude a esto lo que sucedióal grande emperadorCarlo Quinto con uncaballero en Roma. Quiso ver el Emperador aquel famoso templo dela Rotunda, que en la antigüedad se llamó eltemplo de todos los dioses, y ahoracon mejor vocación se llama de todos los santos, y es el edificio que más entero ha quedadode los que alzó la gentilidad en Roma, y esel que más conserva la fama de la grandiosidad y magnificencia de sus fundadores: él es de hechura de unamedia naranja, grandísimo en extremo, y está muy claro, sin entrarle otra luz que la que le concedeuna ventana, o, por mejor decir, claraboya redonda, que está en su cima; desde la cual mirando el Emperador eledificio, estaba con él y a su lado un caballero romano, declarándole los primores ysutilezas de aquella gran máquina ymemorable arquitetura; y habiéndose quitado de laclaraboya, dijo al Emperador: ‘Mil veces, Sacra Majestad, me vino deseo de abrazarme con vuestra majestad y arrojarme deaquella claraboya abajo, por dejar de mí fama eterna en el mundo’. ‘Yo os agradezco —respondió el Emperador— el nohaber puesto tan mal pensamiento en efeto, y de aquí adelante no os pondréyo en ocasión que volváis a hacer prueba de vuestra lealtad; y, así, os mando que jamás me habléis, ni estéis donde yo estuviere’. Y tras estas palabras le hizo una gran merced.(753)

 

En relación directacon el texto de ValerioMáximo, Cervantes hace traslado del mismo modus operandisuscitado por la ambición de fama que el historiador romano había mencionado dos párrafos antes de la referencia a Eróstrato. Pero ahora no ha necesitadoel ejemplo original, ya que lo podía ofrecer actualizado en la figura del emperador español Carlo Quinto:


 

 

Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables, VIII, 14 (ext), 421: De entre el número de estos, no sé si entre los primeros, debe contarse Pausanías: pues,después de haberle preguntado a Hermocles de qué modopodía llegar a ser famoso de inmediato y Hermocleshaberle respondido que, si llegara amatar a un hombre famoso, su gloria revertiría sobre él mismo, acto seguido Pausanías eliminó a Filipo, y verdaderamente consiguió lo que había buscado: puestrascendió a la posteridad que hubiesesido conocido tanto él por su asesinato comoFilipo por su virtud.

 

Tras la anécdota contemporánea referida, tomada casi a renglónseguido de la presentada igualmente por Valerio Máximo,sigue a continuación un desfile de personajes célebres de la Antigüedadromana mezclados, finalmente, con Hernán Cortésy su magna gesta en el Nuevo Mundo. Cervantes, por boca de suprotagonista, subvierte toda línea mental histórica y objetiva que con criterio distingaentre tradición libresca y acontecimientos contemporáneos, entre lectura y realidad. Todo participa del mismo denominador común, el deseo de alcanzar fama yadquirir legítimamente un lugar en la memoria de la Humanidad. Esa facilidad deasimilación de ambos territorios, bibliográficos o de la imaginación y vitaleso de los hechos, es la queentendemos que le permite cargar y proyectar, catapultándolos en su pluma, los valoresuniversales de los textos clásicos desde su propia época hasta nuestros días.

 

Quiero decir, Sancho,que el deseo de alcanzar fama es activoen gran manera.

¿Quién piensas tú que arrojóa Horacio del puente abajo, armado detodas armas, en la profundidad del Tibre? ¿Quién abrasó el brazo y la mano a Mucio? ¿Quién impelió a Curcio a lanzarse en la profunda sima ardiente que apareció en la mitad de Roma? ¿Quién,contra todos los agüeros que en contra se le habían mostrado, hizo pasar el Rubicóna César? (753)

 

Los personajes citados son todos ejemplos desgranados de los Facta et dictamemorabilia de Valerio Máximo; incluso, manifiestan el mismo contenido ideológico, los fuerteslazos que liganla fama a la virtud.

21 vAl. MAX. 8, 14 (ext.), 4: Quorum e numero nescio an in primis Pausanias debeat referri: namcum Hermoclen percontatus esset quonam modosubito clarus posset euadere, atque is respondisset, si aliquem inlustrem uirum occidisset, futurum ut gloria eius ad ipsum redundaret, continuo Philippum interemit, et quidemquod petierat adsecutus est: tam en[im] se parricidio quam Philippus uirtute notum posteris reddidit.

 

2a. HoracioCocles, modelo de héroe valeroso

“¿Quién piensastú que arrojó a Horacio del puenteabajo, armado de todas armas,en la profundidad del Tibre?” (753): La respuestaretórica, ya antedicha, es “el deseode alcanzar fama”. Se trata de PublioHoracio Cocles, héroelegendario romano del siglo VI a. C. Su personalidad es tambiénrecordada por Séneca como el retrato mismo de la virtud:

Séneca, Epístolas Morales a Lucilio XX, 120, 7-822: Horacio Cocles solo cubrió el estrechamiento del puente, y ordenó que le cerraranla retirada a su espalda con tal de cortarle el pasoal enemigo, y se enfrentó a los asaltantes todo el tiempo posible hasta que lasvigas arrancadas resonaron conun enorme derrumbamiento. Después que volvió la mirada y se percatóde que la patria se encontraba fuerade peligro graciasal peligro de su propia persona, dijo: ‘Si alguienquiere seguirme yendo de esta manera, que venga’, y se arrojó de cabeza no menosansioso por salir del rápido lechodel río como guerrero armado que sano y salvo y, tras haber mantenido el honor de sus armas victoriosas, volviótan seguro como si hubieravenido por el puente. Estas hazañas y otras por el estilo nos han mostrado la imagen de la virtud.

Con los mismos rasgos y ejemplo de fortalezade espíritu o valentía (DE FORTITVDINE) lo describetambién Valerio Máximo.

Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables III, 2, 1 pr.23:Cuando los etruscos ya irrumpían en la Ciudad por el puente Sublicio, Horacio Cocles ocupóuna

22 Sen. epist. 120, 7-8: Horatius Cocles solus impleuit pontis angustias adimique a tergosibi reditum, dummodo iter hosti auferretur, iussit et tam diu prementibus restitit donecreuulsa ingenti ruina tigna sonuerunt. Postquam respexit et extra periculum esse patriam periculo suo sensit, ‘ueniat,si quis uult inquit ‘sic euntem sequi’ iecitque se in praeceps et non minus sollicitus in illo rapido alueo fluminis ut armatus quam ut saluus exiret, retento armorum uictricium decoretam tutus redit quam si ponte uenisset. Haec et eiusmodi facta imaginem nobis ostendere uirtutis.

23 vAl. MAX. 3, 2, 1 pr.: Etruscis in urbem ponte sublicioinrumpentibus Horatius Cocles extremam eius partemoccupauit totumque hostium agmen, donec post tergum suum pons abrumperetur, infatigabili pugna sustinuit atque, ut patriam periculo inminenti liberatam uidit, armatus se in Tiberim misit. cuius fortitudinem dii immortales admirati incolumitatem sinceram ei praestiterunt: nam neque altitudine deiectus quassatus[ue] nec pondere armorum pressus necullo uerticis circuitu actus, ne telis quidem, quae undique congerebantur, laesus tutum natandieuentum habuit. unus itaque totciuium, tot hostium in se oculos conuertit, stupentis illos admiratione, hos inter laetitiam et metum haesitantis, unusque duos acerrima pugna consertos exercitus, alterum repellendo, alterum propugnando distraxit. denique unus urbi nostrae tantum scuto suo quantum Tiberis alueo munimenti attulit. quapropter discedentes Etrusci dicere potuerunt: Romanos uicimus, ab Horatio uicti sumus.


 

 

punta extrema del mismo yaguantó combatiendo infatigablemente a toda la formación de enemigos, hasta que el puente fuera derribado a su espalda,y en el momento en que vio su patria liberadadel inminente peligro, se lanzócon sus armas al río. Los diosesinmortales, quedando admirados de su valentía,le preservaron su integridad incólume: pues a pesar de haberse tirado o golpeado desde una altura yaun haberse hundido con el peso de las armas yluego haber sido arrastrado por algún torbellino de la corriente, eincluso haberse visto acosado por los dardos que de todas partes se agolpaban,tuvo el desenlace indemne desu zambullida. Así pues, él solohizo girar hacía mismo los ojos de tantos conciudadanos y tantos enemigos, estos perplejos de admiración, aquellos vacilantesentre la alegría y el temor, y él solo mantuvo apartadoa dos ejércitosenzarzados en un combate durísimo,rechazando a uno ydefendiendo al otro. En fin, él solo tan solo con su escudo le procuró a nuestra Urbe la misma protección que elcaudal del Tíber. Por eso, al retirarse,los Etruscos pudieron decir: ‘Hemos vencido a los Romanos, pero fuimos vencidospor Horacio’.

 

2b. Mucio Escévola, modelode resistencia y pundonor

“¿Quién abrasó el brazo y la mano a Mucio?”(753): Gayo Mucio Escévola aparece en Valerio Máximoen el mismo libro que Horacio Cocles, en el capítulosiguiente, como modelo históricode capacidad de sufrimiento (DE PATIENTIA):

 

Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables III, 3, 1 pr.24:Se puso ante los ojos la valentía humana mediante las excepcionales obras de hombresy mujeres, y aconsejó que diese un paso al frente la capacidad de sufrimiento, noapoyada ciertamente sobre bases más sólidas o menos dotada de espíritu generoso,sino tan unida en semejanza,que podría parecer que ha

24 vAl. MAX. 3, 1 pr.: Egregiis uirorum pariter ac feminarum operibus fortitudo se oculis hominum subiecit patientiamque in medium procedere hortata est, non sane infirmioribus radicibus stabilitam aut minus generoso spiritu abundantem, sed ita similitudine iunctam, ut cum ea uel ex ea nata uideri possit. quid enim his, quaesupra retuli, facto Mucii conuenientius? cum a Porsenna rege Etruscorum urbem nostram graui ac diutino bello urgueri aegre ferret, castra eius clam ferro cinctus intrauit immolantemque ante altaria conatus occidere est. ceterum inter molitionem pii pariter ac fortis propositi oppressus nec causam aduentus texit et tormenta quantopere contemneret mira patientia ostendit: perosus enim, credo, dexteram suam, quod eius ministerioin caede regis uti nequisset, iniectam foculo exuri passus est. nullum profecto di inmortales admotum aris cultum adtentioribus oculis uiderunt. ipsum quoque Porsennam oblitum periculi sui ultionem suam uertere in admirationem coegit: namreuertere inquit ‘ad tuos, Muci, et eis refer te, cum uitam meam petieris, a me uita donatum’. cuius clementiam non adulatus Mucius tristior Porsennae salute quam sua laetior urbi se cum aeternae gloriae cognomine Scaeuolae reddidit.

 

nacido con ella o de ella.Pues, ¿qué se acomoda mejor a estos temas quehe traído a colación que la acciónde Mucio? Llevandomal que nuestra Ciudadestuviera agobiada por Porsenna, rey de los etruscos,con una guerra penosa y prolongada,entró a escondidas en el campamento con una espada al cinto e intentó matarlo mientras hacíasacrificios ante unos altares.Así, detenido en mitad de la ejecución de su tan piadoso como valiente propósito, no sólo no ocultó el motivode su llegada, sino que mostró conadmirable capacidad de sufrimiento con cuánto desprecio soportaba las torturas: pues por aborrecimiento, creo, a su manoderecha, porque no había podido hacer uso de su función en el asesinatodel rey, la metió en un hornillo y la dejó achicharrarse. Seguramente los dioses inmortales no vieron con ojos tan atentosritual alguno que se hubieseacercado a los altares. Inclusoal mismo Porsenna habiéndose olvidado del trancesufrido le hizo cambiar supropia venganza en admiración: pues dijo ‘vuélvete, Mucio, y cuéntales aellos que, aunquehayas atentado contrami vida, yo te he perdonado la vida’. Mucio no le dio las gracias por su clemencia,y más entristecido por la salvación de Porsenna que contentopor la suya se volvióa la Ciudad con el apodo de fama eterna de Escévola25.

 

Su acción ejemplar escomentada por Marcial26 y, también, por Séneca:

 

Séneca, Epístolas a Lucilio III, 24, 527: Mucio puso su mano en lasllamas. Dolorosoes quemarse, ¡cuánto más doloroso si te duele cuando eres tú quiente lo provocas! Contemplas a un hombre sin estudios,desprovisto de doctrinaalguna ante la muerte y el dolor, formado tan sólo por la

25 “Elzurdo”, de scaevus, en griego σκαιóς, por el uso obligado de la mano izquierda.

26 Marcial, EpigramasI, 21, 5-6: La mano que Mucio pudo quemar sin importarle el fuego, / no pudo mirarla Porsena (Mart. epigr. 1, 21, 5-6: urere quam potuit contempto Mucius igne, / hanc spectaremanum Porsena non potuit). El poeta Marcial es citado más adelante por el Caballero del Verde Gabáncomo lectura habitualy minuciosa de su hijo: “Todo el día se le pasa en averiguar si dijo bien o mal Homero en tal versode la Ilíada; si Marcialanduvo deshonesto o no en tal epigrama” (II, 16, 824).

27 Sen. epist. 24, 5: Mucius ignibus manum imposuit.Acerbum est uri: quanto acerbius si id te faciente patiaris!Vides hominem non eruditum necullis praeceptis contramortem aut dolorem subornatum, militaritantum robore instructum, poenasa se irriti conatus exigentem; spectator destillantis in hostili foculo dexterae stetit nec ante removit nudis ossibusfluentem manum quam ignis illiab hoste subductus est. Facere aliquid in illis castris felicius potuit, nihil fortius. Vide quanto acriorsit ad occupanda pericula virtus quam crudelitas ad irroganda: facilius Porsina Mucio ignovit quod volueratoccidere quam sibi Mucius quodnon occiderat.

 

 

entereza militar, que exigepara sí el castigo a su intento inútil; depie estuvo como espectador de su diestraderritiéndose en el hornillo enemigo,y no apartó la mano quese deshacía entre los desnudos huesos hasta que el enemigo se la retiró delfuego. Pudo llevar a cabo en aquel campamento algo más favorable, pero nada másvaleroso. Fíjate cuánto más dura es la virtud para encajar los peligros que la crueldad para imponérselos: con másfacilidad Porsena le concedió el perdón a Mucio por haber intentado asesinarlo, que Mucio a mismo por no haberloasesinado.

 

2c. Marco Curcio, modelo de sacrificiopor el bien común

“¿Quién impelió a Curcioa lanzarse en la profunda sima ardiente que apareció en la mitad de Roma?” (753). El tercer personaje, Marco Curcio,es protagonista de una leyenda romana de los primerostiempos de la República, en la que descuella por su amor a la patria. Valerio Máximo la refiere en el capítulodedicado a las muestras de devociónpara con los padres,hermanos y la patria (DE PIETATEERGA PARENTES ET FRATRES ETPATRIAM), al punto de dar espontáneamente su vida por ella:

 

Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables V, 6, 2 pr.28: Habiéndosehundido latierra en medio del foro con un enorme y repentino socavón y tras habersepronosticado que este tan sólo podía rellenarse con aquello por loque el pueblo romano era el más poderoso, Curcio, unmuchacho de espíritu y familia muy nobles, interpretó que nuestra Ciudadsobresalía principalmente por suvalor y sus armas y, equipado con las insignias militares, subió al caballo y,aplicando las espuelas con furia, lo precipitóhacia aquella sima; sobre él todos los ciudadanos lanzaron a porfíafrutos por mor de honrarlo y,a continuación, el suelo recuperó su antiguaapariencia.

 

2d. Julio César, modelo de perseverancia frente alos obstáculos del Destino

“¿Quién, contratodos los agüerosque en contra se le habían mostrado, hizo pasar el Rubicón

a César?” (753): Por último,extraído probablemente de los Facta et dicta memorabilia

28 vAl. MAX. 5, 6, 2: Cumautem in media parte fori uasto ac repentino hiatu terra subsideret responsumque esset ea re illum tantum modo conpleri posse, qua populus Romanusplurimumualeret, Curtius et animiet generis nobilissimi adulescensinterpretatus urbem nostram uirtute armisque praecipue excellere, militaribus insignibus ornatus equum conscendit eumque uehementer admotis calcaribus praecipitem in illud profundum egit, super quem uniuersi ciueshonoris gratia certatim frugesiniecerunt, continuoque terra pristinum habitum recuperauit.

 

y del mismo libroVI sobre los prodigios o avisos de losdioses (DE PRODIGIIS), don Quijote cita tambiéna César sin aclarar que es el consabido Cayo Julio César, que desoyóno a los dioses, sino al Senado, que le había ordenado no cruzar el Rubicón. Nuestro caballero andante troca ladesobediencia al mandato senatorial por los supuestos avisos de los dioses. Además, según cuentaSuetonio el prodigio junto al Rubicón no es negativo, sino positivo, por lo que llama laatención de nuevo el uso literario que hace Cervantesdel material clásicoa su disposición:

Suetonio, Vida de los Doce Césares. Vida deJulio César 31-3229: Y tras encontrarse con las cohortes junto al río Rubicón, que era la frontera de esta provincia, se detuvo un momento, yreflexionando sobre la magnitud de lo que estaba organizando, se volvió hacia sus partidarios y dijo: ‘Todavíaahora podemos dar la vuelta; pero si cruzamos el puente, todotendrá que arreglarse con las armas’. Mientras vacilaba se le presentó elsiguiente portento: un sujeto deuna hermosura y tamaño extraordinario apareció de repente sentándose en un sitiocercano tocando una flauta; como habían acudido para oírlo además de pastoresmuchísimos soldados también desde lospuestos de guardia y entre éstos también los trompeteros, le quitó una tuba a uno, saltó al río eimprovisando un toque de trompeta con un gran soplidose dirigió a la orilla contraria. EntoncesCésar dijo: Vayamos hacia donde las señales de losdioses y la iniquidad de los enemigos nos llama. La suerteestá echada’, afirmó.

 

Cervantes mezcla y sustituye apostalos agüeros favorables del propio César con los negativos que tuvo reiteradamente su contrincante, Pompeyoel Grande. Tal apaño no hace más que confirmar que las fuentes queha podido manejar son ambas, ValerioMáximo y Suetonio, y que las subvierte artísticamente para convertirlas en elementos que ilustran el perfil de lamente confusa y atragantada por tantas lecturas de su personaje principal. De este modo, haciendo un cruceparódico, a sabiendas de que pocospodrían descubrir tamaño trampantojo filológico, sin necesidad de salirse de las sendas de los autores clásicos toma y recicla una y otra noticia de las señalesy agüeros de los dioses en torno a Julio César para sus fines expresivosy literarios.

29 Suet. Iul. 31-32: Consecutusque cohortis ad Rubiconem flumen, qui prouinciae eius finis erat, paulum constitit, ac reputans quantum moliretur, conuersus ad proximos: ‘etiam nunc’, inquit, ‘regredi possumus; quod si ponticulum transierimus, omnia armis agenda erunt.’ Cunctanti ostentum tale factum est. quidam eximia magnitudine et forma in proximo sedens repente apparuit harundine canens; ad quem audiendum cum praeter pastores plurimietiam ex stationibusmilites concurrissent interqueeos et aeneatores, rapta ab uno tuba prosiliuitad flumen et ingenti spiritu classicum exorsus pertendit ad alteram ripam. tunc Caesar: eatur’, inquit, ‘quo deorum ostenta et inimicorum iniquitas uocat. Iacta alea est’, inquit.

 

 

Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables I, 6, 12 pr.30:También Júpiter Todopoderoso había advertido abundantemente a Cneo Pompeyo queno intentara probarla suerte ultimade la guerra con Gayo César, lanzándole rayos de mal agüero a suejército mientras regresaba de Dirraquio, oscureciéndoseles los estandartes con enjambres de abejas,trastornando los corazones de los soldados con una súbita tristeza, con terrores nocturnos de la totalidad delejército y con la fuga de las víctimas de los propios altares.

 

3.El destino reservado a los grandeshombres y al mundo, según Cicerón

y Séneca

Remata finalmente don Quijotesu discurso respectoa la fama parafraseando unpasaje de El sueño de Escipión, aquelque relativiza la precariedad de la volátil fama de cualquierafrente a la eternidad de las almas de los grandes personajeshistóricos:

 

Todas estas y otras grandesy diferentes hazañas son, fueron y serán obrasde la fama, que los mortales deseancomo premios y parte de la inmortalidad que sus famososhechos merecen, puesto que loscristianos, católicos y andantes caballerosmás habemos de atender a la gloria de los siglos venideros, que es eterna en las regiones etéreas y celestes, que a la vanidadde la fama que en este presentey acabable siglo se alcanza.(754)

 

Ligada a la gloria eterna en las regionescelestes está la defensa de la justicia y la ley,

tesis que aprovechaigualmente don Quijotecomo propia de los caballeros andantes:

 

Cicerón, Sobre la república (El sueño de Escipión) VI, 13, 331: Pero para que estés más predispuesto a proteger larepública, ten así por cierto que para todos losque hayan protegido a la patria, le hayan prestado ayuda y la hayan engrandecido, hay un lugar destinadoen el cielo, donde los bienaventurados disfrutan de una vida eterna;pues, para aquel dios supremo que rige todo mundo no hay nada que se haga efectivamente en la tierracon más aceptación que

30 vAl. MAX. 1, 6, 12 pr.: Cn. etiam Pompeium Iuppiter omnipotens abunde monuerat ne cum

C. Caesare ultimambelli fortunam experiri contenderet, egresso a Dyrrachio aduersa agmini eius fulmina iaciens, examinibus apium signa obscurando, subita tristitia implicatis militum animis, nocturnis totius exercitus terroribus,ab ipsis altaribus hostiarum fuga.

31 CiC. rep. 6, 13, 3: ‘Sedquo sis, Africane, alacriorad tutandam rem publicam,sic habeto, omnibus, qui patriamconservaverint, adiuverint,auxerint, certum esse in caelo definitumlocum, ubi beati aevo sempiterno fruantur; nihil est enim illi principi deo, qui omnem mundum regit, quod quidem in terris fiat, acceptius quam concilia coetusque hominum iure sociati, quae ‘civitatesappellantur; harum rectores et conservatores hinc profecti hucrevertuntur’.

 

las congregaciones yasociaciones de hombres vinculados jurídicamente, que se denominan‘ciudades’; sus gobernantes y protectoresmarcharon de aquí y regresan aquí.

 

Por otro lado, el hecho de que la fama humanano es eterna y perdurable por mor de la propia naturaleza de los acontecimientos terrenales, expuestos a vaivenes y cambiosque pueden llegar a destruir no sólo la memoria sino la propia existencia de la vida humana, apareceigualmente en variospárrafos más abajo:“[…] la cual fama, pormucho que dure, en fin se ha de acabar con elmesmo mundo, que tiene su fin señalado (754). También en ese extremo, aparte delapocalipsis evangélico que anuncia el fin de los tiempos, pudo hacerse eco del texto ciceroniano.

 

Cicerón, Sobrela república (El sueño de Escipión)VI, 20, 22-2332:Y, a su vez, los mismos quehablan de nosotros, ¿por cuánto tiempo hablarán? Es más, aunque aquella descendencia de futuros hombres desee después transmitir los elogios de uno cualquiera de nosotrosretomados de sus padres, sin embargo, debidoa las inundaciones y combustiones de la Tierra, que es obligado que sucedan en un momento determinado, nopodemos conseguir una gloria no ya eterna, sino ni siquiera duradera.

 

Abundando en la afirmación respecto a que el mundo tiene un final señaladoexiste también un texto de Séneca quelo asocia también al esplendor efímero de losgrandes Estados:

 

Séneca, Epístolas a Lucilio VIII, 71, 15-1633: Así pues, como Marco Catón,cuando haya recorrido en su mente su época, dirá: Todo el género humano,

32 CiC. rep. 6, 20, 22-23: Ipsi autem, qui de nobisloquuntur, quam loquentur diu? Quin etiam si cupiatproles illa futurorum hominumdeinceps laudes unius cuiusque nostrum a patribus acceptas posteris prodere, tamen propter eluviones exustionesque terrarum, quas accidere tempore certo necesse est,non modo non aeternam, sed ne diuturnam quidem gloriam assequi possumus.

33 Sen. epist. 71, 15-16: Itaque ut M. Cato, cumaevum animo percucurrerit, dicet, ‘omne humanum genus, quodque est quodqueerit, morte damnatum est; omnes quae usquam rerumpotiuntur urbes quaeque alienorum imperiorum magna sunt decora, ubifuerint aliquando quaeretur et vario exitii genere tollentur: alias destruent bella, alias desidia paxquead inertiam versa consumetet magnis opibus exitiosa res, luxus. Omnes hos fertiles campos repentini maris inundatio abscondet aut in subitam cavernam considentis soli lapsus abducet. Quid estergo quare indigner aut doleam, si exiguo momentopublica fata praecedo?’ Magnus animus deo pareat et quidquid lex universi iubet sine cunctatione patiatur: aut in meliorem emittitur vitam lucidius tranquilliusque inter divina mansurusaut certe sine ullo futurus incommodo,si naturae remiscebitur et revertetur in totum.

 

 

todo el que es y todo el que será, está condenado a muerte; todas las ciudades que tienenposesiones sin restricción y las que son grandes ornatos de imperios ajenos, se preguntará un día dónde se hallarony serán asoladas por diversa forma de aniquilación: a unas lasdestruirán las guerras, a otras lasconsumirá la desidia, la paz convertida en pereza y, la causa mortífera para las grandesopulencias, el lujo. Todos estos fértiles camposlos cubrirá una inundación de improviso delmar o los empujará a un repentino agujero un corrimiento del suelo que se hunde.¿Qué motivo, por tanto, hay para indignarme o apenarme, si por un pequeño instanteme adelanto aldestino general?’ Un alma grande debeobedecer a Dios y, cualquier mandato que la ley del universo dicte, debe asumirlo sinvacilación: o se marcha a una vida mejor para habitar con máslucidez y tranquilidad entre los seres divinos o para estar verdaderamente sin ninguna incomodidad si se vuelvea mezclar y regresa al todo.

 

4. La distorsiónintencionada de datos bibliográficos

Cede, a continuación, Cervantesla palabra a Sancho para enturbiar deliberadamente la autoridad y notablecolección de personajes famosos de la antigüedadromana esgrimida por su amo. No obstante, deja entrever, desde su supuestaignorancia, que ha reconocido a Julio Césaren la alusión a César y su episodio específicodel paso del Rubicón y que, además, conoce el apelativo genérico de los Césares asociándolo, a su vez, porcontigüidad, también con el segundo cognomenhonorífico distintivo de Octavio César Augusto: “Dígame, señor—prosiguió Sancho—: esos Julios o Agostos, y todos esos caballeros hazañosos que ha dicho, queya son muertos, ¿dónde estánagora? (754).

Don Quijoteresponde con la información de cualquier visitanteque hubiera viajadoa la Roma de su tiempo, y añade junto a los monumentos funerarios de Julio César y del emperador Adriano, una de lasSiete Maravillas del Mundo, la tumba del rey Mausolo:

 

—Los sepulcros de los gentiles fueron por lamayor parte suntuosos templos: lascenizas del cuerpo de Julio César sepusieron sobre una pirámide de piedra de desmesurada grandeza, a quien hoy llaman en Roma la Aguja deSan Pedro; al emperador Adriano le sirvió de sepultura uncastillo tan grande como una buena aldea, a quien llamaron Moles Hadriani,que ahora es el castillo de Santángel en Roma; la reina Artemisa sepultó a su maridoMausoleo en un sepulcro que setuvo por una de las Siete Maravillas del Mundo. (755)

 

La noticia del rey Mausolo, sin decir el nombredel sepulcro, aparece recogida enCicerón34 para describir el lastimoso luto de la reina Artemisia,responsable de su edificación, comoejemplo de un mal que es considerado reciente mientras perdura en quienlo sufre hasta acabar definitivamente con su vida:

Cicerón, Disputaciones Tusculanas III, 7535: De igual modo aquella Artemisia,esposa de Mausolo, rey de Caria, quehizo construir aquel célebre sepulcro en Halicarnaso, estuvo de luto durante eltiempo que vivió y, afectada también por el mismo, se consumió. Para ella su disposición siempre era recientecada día; y deja de llamarse finalmente recientesólo cuando se ha secado con el tiempo.

Aunque Cervantes pudo tener tambiénpresente la lecturade Valerio Máximo36, es en Plinio, muyutilizado también por el alcalaíno (Andino Sánchez 2008: 309-321), donde aparece, ademásde la condición de “Maravilla del Mundo”, a la que alude el compilador latino y que no apareceen Cicerón, el nombre de “Mausoleo” aplicadoal monumental sepulcro de forma única y exclusiva; dato que nos permite considerar que pudo ser esta la referencia literariaoriginal que el alcalaíno alterópara caracterizar una vez más la habitual yatropellada memoria lectora de su personaje:

Plinio el Viejo, Historia natural XXXVI, 5, 3037: De su misma edad tuvo Escopas a Briaxis, Timoteo y Leocaris, de los que hay que hablar

34 También en el Menipo o Necromancia de Luciano (Lvc. Nec. 17) y en Marcial (MARt.

epigr. 1, 5).

35 CiC. Tusc. 3,75: Ut Artemisia illa, MausoliCariae regis uxor, quae nobileillud Halicarnasi fecit sepulcrum, quam diu vixit, vixitin luctu eodemque etiam confecta contabuit. Huic erat illa opinio cotidie recens; quae tum denique no den appellatur recens, cum vetustate exaruit.

36 Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables IV, 6 (ext), 1: También hay amoresde gente extranjera justificados que no han quedado arrumbadospor las tinieblas del desconocimiento, de los que bastará tener referencia de unos pocos. Cuánto echó en falta Artemisia,la reina del pueblo de Caria, a su esposo Mausolo, arrebatado por el hado,es superfluo decirlo mencionando lamagnificencia de honores de toda índole que le rindió después y la grandiosidad del monumento que fue hasta elevado a la categoría de lasSiete Maravillas. (vAl. MAX. 4, 6 (ext), 1: Sunt et alienigeni amores iusti obscuritate ignorantiae non obruti, e quibus paucos attigisse satis erit. gentisCariae regina Artemisia uirumsuum Mausolum fato absumptum quantopere desiderau[er]it leueest post conquisitorum omnis generis honorum monumentique usque ad vii miracula prouecti magnificentiam argumentari).

37 Plin. nat. 36, 5, 30: Scopas habuit eadem aetate Bryaxim et Timotheum et Leocharen, de quibus

simul dicendum est,quoniam pariter caelavere Mausoleum. sepulchrum hoc est ab uxore Artemisia factum Mausolo, Cariae regulo, qui obiit olympiadis CVII anno secundo.opus id ut esset inter septemmiracula, hi maxime fecere artifices.


 

 

simultáneamente, porqueesculpieron a la par el Mausoleo. Este sepulcro fue construido por su esposa Artemisiaa Mausolo, joven rey de Caria, que falleció en el añosegundo de la Olimpiada 107. Estos artistas contribuyeron muchísimo a que tal obra estuviera entre las Siete Maravillas.

 

5.   La ingeniosa intertextualidad del Quijote

Tras el despliegue de motivossacados de los libros paganos,en el mismo juego deoposiciones que lleva desarrollando nuestro autor desde el capítulo anterior, Sancho desvirtúa el tema debatidocomparando los santos y grandes personajes dela Santa Madre Iglesia con los caballeros andantes, en cuanto a rendir mayor y mejor fama “que la que dejaron y dejarencuantos emperadores gentiles y caballeros andantes ha habido en el mundo”(756). Mezcla así la simplezanatural del escudero con la erudición humanista desplegada por el amo, pero extremando sus consecuencias hasta el desatino. Pues llega aproponer en su disparatada alocución quepara alcanzar esa fama de la que habla, mejor sigan ambos el camino efectivo y más eficaz de la consagración monacal:

 

—Quiero decir —dijo Sancho—que nos demos a ser santos y alcanzaremosmás brevemente la buena fama que pretendemos; y advierta, señor, que ayer o antesde ayer (que según ha poco, se puede decir desta manera) canonizaron o beatificaron dos frailecitos descalzos. […] Así que, señor mío, más vale ser humilde frailecito, de cualquier orden que sea, que valiente y andante caballero;más alcanzan con Dios dos docenas de disciplinas que dos mil lanzadas, ora las den a gigantes,ora a vestiglos o a endriagos. (757)

 

Don Quijotetendrá que reconducir la argumentación de su escuderoasimilando el anhelo de fama del ámbito seglar a la beatitud piadosa delámbito religioso como señas propias yunívocas de la caballería andante, no sabemos si en un gesto de ironíao parodia de su autor ante la dualidad manifiesta del mundo pagano evocado y el mundo eclesiástico inmediato, o de auténticadevoción por el ejerciciode las armas implantado en el recuerdo siempre vivo de su antigua vida desoldado. La interpretación, como nos tiene acostumbrados Cervantes, es ambigua yambivalente.

 

—Todo eso es así —respondió don Quijote—, pero no todospodemos ser frailes, y muchos son los caminos por donde lleva Dios a los suyos al cielo: religión es la caballería, caballerossantos hay en la gloria. (757)

 

Dicho esto,la conversación, preñaday sublimada de lecturas de héroes de la Antigüedad, acaba en este sincretismo propiode la época imperial de la España de su siglo, y que por mor de don Quijotese convertirá tambiénen la visión universal dentro yfuera de nuestras fronteras, al simbolizarse en la fusión de las imágenes de laCruz y la Espada la divisa de la naciónespañola38.

En definitiva, amodo de botón de muestra, estos dos capítulos son un ejemplo del vertido einfiltración de escritores y temas de la Antigüedad, con los que Cervantes de forma sutil y creativava confiriendo el carácter especialy específico de obra admirada mundialmente y en toda época. Así cincela y define dialécticamente a los personajes por rasgos opuestos, que puedenresumirse en la confrontación de dos mundos: el de los libros y el de la vida. Y,sin alterar el relato, integrándolos en el discurso,asocia e introduce intertextualmente pasajes anecdóticos, poéticos,históricos, filosóficos de Horacio,Cicerón, Séneca, Plinioy Suetonio, como modelos de referencia del mundo libresco, quecolisiona frontalmente contra el mundo vitalescenificado. De este modo, valiéndose de Valerio Máximo, expone el papel de la fama a través de las virtudesdel “valor guerrero”, “la capacidad de sufrimiento”, “el sacrificio por los demás” y “laperseverancia contra toda inclemencia del destino”.Con este fin aparecen citados los arquetipos de Horacio Cocles,Mucio Escévola, Marco Curcio y Julio César. Todos son paradigmas clásicosque Cervantes recoge y aplica como luminarias literariassobre las ingenuas expectativas de sus protagonistas,haciendo desde su grandeza literaria una parodia al choque con su realidadexistencial39. Pues la virtud que convierte al Quijote en una obra clásica resideprecisamente en su capacidad de situar los avatares de la existencia de sus personajes en una dimensión colectiva y esencial del género humano;objetivo que el Quijote alcanza, entre otros recursos, mediante la voz ingeniosamentesubrogada de los autores grecolatinos.

Hoy, desde eltamiz romántico que mantiene todavíaen herencia nuestra época (BarnésVázquez 2013: 205), seguimos apreciando lo admirable de su sensibilidad, precisamente,porque Cervantes supo acercar ese candil europeo de valores universales de Grecia y Roma a los labiosinocentes y generosos del simpar don Quijote.

38 “Cervantes (en el Romanticismo alemán) tiene tanto éxito, en parte, por reencarnar los ideales cristianos y caballerescos medievales (Porqueras Mayo 2003: 98).

39 Incluso, la misma técnica de caricaturizarlos textos de las autoridades clásicas le datoda libertad y permite jugar con situaciones sorprendentes y novedosas;y, de paso, habilita un espacioliterario para discurrir divertidamente sobre lo que un lector vulgar ycorriente no tendría paciencia de oír a un personaje cuerdo:“Como recurso narrativo, Cervantes utilizó laparodia como elemento cómico, como instrumento para conseguir la risa y lacomplicidad del lector,pero también para conseguir su supuestafinalidad didáctica” (Bernárdez Rodal 2000: 135-136).

 

 

Bibliografía

ARAGÜÉS ALDAZ, José. “El modelo de ValerioMáximo y la configuración de las coleccionesde “exempla” renacentistas”. Actas del I Simposio sobre Humanismo ypervivencia del mundo clásico.Eds. José María Maestre Maestre y Joaquín PascualBarea. Cádiz: Universidad de Cádiz-Instituto de Estudios Turolenses, 1993. 267-282.

ALONSO, Dámaso. Poesía española. Madrid:Ed. Gredos, 1966.

ANDINO SÁNCHEZ,Antonio de Padua. Las fuentesgrecolatinas en el Quijote. Tesis doctoral. Universidad de Granada, 2008. http://hera.ugr.es/tesisugr/17662163. pdf [25/03/22]

--- “Los dos primeros capítulos de laSegunda Parte del Quijote: la cultura clásica al servicio de la tareanarrativa”. Colindancias 11 (2020): 123-150.

BARNÉS VÁZQUEZ,Antonio. “Cervantes y Virgilio: de Mayans a Schlegel”. Analecta Malacitana, númeroextraordinario, anejo XC de la revista de la secciónde filología de la Facultad de Filosofía y Letras, publicadobajo el título de “La historia de la LiteraturaGrecolatina en España: de la Ilustración al Liberalismo (1778-1850)”. Eds. Francisco García Jurado,Ramiro González Delgado y Marta González González. Málaga: Univ. Málaga. 2013. 191-209.

---, “Las identidades librescas de Don Quijote”.Liburna Nº. 4 (2011)(Ejemplar dedicado a: “Más allá de los signos”:Homenaje a Jaime Siles): 61-67.

---,”Yo he leído en Virgilio”: la tradición clásicaen el “Quijote”. Prólogo de Jean Canavaggio.

Vigo: Academia del Hispanismo, 2009.

BERNÁRDEZ RODAL,Asunción. Don Quijote, el lector porexcelencia (Lectores y lectura como estrategia de comunicación). Madrid: Huerga y Fierro Editores,2000.

BLASCO, Javier.“Cervantes y la lectura de la realidad”. Antología.Coloquio Cervantino Internacional delI al XXI (1989-2010). Guanajuato (México): Ed. Museo Iconográfico del Quijote.2015. 27-42.

CERVANTES SAAVEDRA,Miguel de. Don Quijote de la Mancha (2vols.). Ed. del Instituto Cervantes 1605-2005. Dir. Francisco Rico. Barcelona: GalaxiaGutenberg

Círculo de Lectores, 2004.

---, Obras Completas. Recopilacion,estudio preliminar, prologos y notas por Ángel Valbuena Prat.Madrid: Ed. Aguilar,1967.

EGIDO, Aurora.El diálogo de las lenguasen la “Segunda Parte del Quijote”. Actas del X Congreso Internacional deHistoria de la Lengua Española (vol.1). Zaragoza: Diputación Provincial de Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, 2018. 29-63.

LARA GARRIDO,José. La poesía de Luís Barahonade Soto (Líricay Épica del Manierismo)

Málaga: Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial de Málaga,1994.

MÁXIMO, Valerio. Los nueve libros de hechos y dichosmemorables. Introducción, traducción y notas de FernandoMartín Acera. Madrid:Ed. Akal, 1988.

 

MENÉNDEZ PIDAL, Ramón.Menéndez (2ª ed. aumentada). Madrid: Cuadernos literarios, 1924.

OROZCO DÍAZ, Emilio.Cervantes y la novela del Barroco. Edición,introducción y notasde José Lara Garrido. Granada:Universidad de Granada,1992.

PORQUERAS MAYO, Alberto. Estudios sobre Cervantes y la Edad de Oro. Alcalá de Henares: Centro Estudios Cervantinos, 2003.

 

Textos originales en latín40

CICERO, M. Tullivs. Laelius de amicitia. Texto original en latín. TheLatin Library. http:// www.thelatinlibrary.com/cicero/amic.shtml [07/03/2022]

---, De divinatione. Texto original en latín. The Latin Library.https://thelatinlibrary.com/ cicero/divinatione.shtml [12/02/2022]

---, De re publica.Liber VI (Scipionis Somnium).Texto original en latín. The LatinLibrary. https://www.thelatinlibrary.com/cicero/repub6.shtml [03/03/2022]

---, Tvscvlanae dispvtationes. Texto original en latín. The Latin Library.https://thelatinlibrary. com/cicero/tusc.shtml [07/02/2022].

HORATIVS FLACCVS, Quintvs. Opera. Recognovit brevique adnotatione critica instruxit Eduardus C. Wickham, editio altera curante H.W. Garrod.Oxford: Oxford University, (1901)1984.

MARTIALIS, M. Valerivs. Epigrammata. Liber I. Texto original en latín. The Latin Library. https://www.thelatinlibrary.com/martial/mart1.shtml [04/04/2022]

PLINIVS SECVNDVS (MAIOR), Caivs. Historia Naturalis. Texto en latín. https:// penelope.uchicago.edu/Thayer/e/roman/texts/pliny_the_elder/home.html [23/03/2022]

SENECA, L. Annevs. Epistvlae Morales ad Lucilium. Liber III. Texto original en latín. The Latin Library. https://www.thelatinlibrary.com/sen/seneca.ep3.shtml [21/03/2005]

---, Epistvlae Morales ad Lucilium.Liber V. Texto original en latín. The Latin Library. https://www.thelatinlibrary.com/sen/seneca.ep5.shtml [21/03/2022]

---, Epistvlae Morales ad Lucilium. Liber VIII. Texto originalen latín. The Latin Library.https://www.thelatinlibrary.com/sen/seneca.ep8.shtml [21/03/2022]

---, Epistvlae Morales ad Lucilium.Libri XIV-XV. Texto original en latín. The Latin Library. https://www.thelatinlibrary.com/sen/seneca.ep14-15.shtml [21/03/2022]

40 Lostextos latinos son en su mayoría edicionesa disposición en internet con objeto de que cualquier persona interesadapueda cotejarlos de manera cómoda e inmediata con la correspondiente traducción realizada por el autor dellibro. Así mismo, todas las citas literarias en griego o en latín aparecenreferenciadas según el Thesaurus linguae Latinae (TlL) y pueden ser localizadas fácilmente en cualquierpublicación, tanto en lengua original como ensus traducciones a cualquier idioma.

 

 

---, Epistvlae Morales ad Lucilium.Liber XX. Texto original enlatín. The Latin Library. https://www.thelatinlibrary.com/sen/seneca.ep20.shtml [21/03/2022]

---, De tranquilitate animi. Texto original en latín. The Latin Library:https://www. thelatinlibrary.com/sen/sen.tranq.shtml [27/03/2022]

SUETONIO TRANQUILO, C. Vida de los Doce Césares. Vol. I (lib. I y II). Ediciónbilingüe. Texto traducido por Mariano Bassols de Climent. Madrid:C.S.I.C., 1990. VALERIVS MAXIMVS, Pvblivs. Factorvm et dictorvm memorabilivm libri novem, Texto original en latín. TheLatin Library. https://www.thelatinlibrary.com/valmax.html

[10/03/2022]