Colindancias
(2018) 9:249-267
Barbara Pihler
Ciglië
Universidad de Ljub/jana
¿Cómo traducir la evidencialidad? La expresión de la fuente de información en
algunas variantes del español de
América y sus equivalentes en
esloveno
How to translate evidentiality? The expression of the
source of information in some varieties of American Spanish and its equivalents
in Slovene
Recibido: 21.10.2018 / Aceptado:
14.12.2018
Comunicar (<
COMMUNICARE) es compartir, es "hacer a una persona partícipe de lo que se
tiene" y "descubrir, manifestar o hacer saber a alguien algo"
(DRAE, s. v.). Cuando este "algo" se refiere a los acontecimientos y
hechos de terceros, los hablantes emplean estrategias comunicativas diferentes
para atraer y mantener la atención del interlocutor. La manera de cómo se ha
conseguido la información no siempre es relevante, sin embargo, la información
es poder, y explicitar que se parte de una fuente fiable a menudo otorga mayor
relevancia y credibilidad a lo comunicado. Por otra parte, indicar
que la fuente es secundaria, posibilita al hablante mantenerse a la distancia
y, sobre todo, no asumir la responsabilidad de la verdad del enunciado. La
referencia lingüística a la fuente de información es, por lo tanto, una
estrategia comunicativa importante en diferentes lenguas y culturas.
Los estudios sobre la evidencialidad arrancan con las investigaciones antropológicas de Boas (1911)2 a inicios del siglo W', cuando este investigador se da cuenta de que en la lengua indígena de Kwakiutl existen unos elementos morfológicos cuya función es codificar la fuente de información, así que los traduce al inglés mediante sintagmas "it is said" o "evently" (Izquierdo Alegría, et al. 2016: 10; Aikhenvald 2004: 12-13). De hecho, Boas es uno de los primeros que emplea el término evidentiality (evidencialidad), mientras que fue Jakobson (1957) quien introdujo el término evidential en las investigaciones lingüísticas (Aikhenvald 2004: 12-13). Los estudios sobre la evidencialidad
I Este trabajo forma parte de una
investigación más amplia y se enmarca en el proyecto de investigación P6-0218,
financiado por ARRS, Agencia Eslovena de Investigación.
2 The Handbook o/American Indian Languages:
https://archive.org/details/handbookamerica00fracgoog/page/n8 [5/10/2018]
continúan en la segunda mitad del siglo con el trabajo de Chafe y Nichols
(1986) y Willet (1988) entre otros, proliferando
considerablemente en las últimas décadas con los trabajos de De Haan (1999, 2013), Dendale y Tasmowski (2001), Cornillie
(2012) y Aikhenvald (2004, 2018) entre los más
destacables3
Desde el principio el concepto de evidencialidad
está estrechamente relacionado con los estudios sobre la modalidad epistémica,
lo que no es de extrañar: si esta última nos revela cómo y de qué manera el
hablante se compromete con la verdad de lo que enuncia, la evidencialidad
se centra en el cómo se ha conseguido la información y cómo se inscribe la
fuente de esta información en el mismo enunciado, es decir, cómo uno sabe lo
que está diciend04. Las dos concepciones comparten así la expresión
de una determinada distancia hacia lo que se dice, sin embargo, no comunican lo
mismo y tampoco de la misma manera.
En el
presente estudio no nos interesa tanto el juicio del hablante sobre la verdad
de las proposiciones determinadas, sino y sobre todo el modo a través del cual
se ha adquirido la información y cuáles son las evidencias de esta información
en el enunciado. De entre los posibles recursos lingüísticos para expresar la evidencialidad en español nos centramos en el adverbio
dizque y en su función como marcador o partícula evidencial
y/o epistémica, particularmente frecuente en algunas variedades del español de
América. Dizque es uno de los recursos de marcación de la evidencialidad
que existe como forma, un verbo del habla y una conjunción subordinante,
también en otras lenguas románicas 5. En esloveno existen estructuras
morfológicamente parecidas que resultan de un verbo (no necesariamente dicendi) y un complementador, p.
ej. baje < baja, da "dice que" menda < meni
da "cree que" (Snoj 2003: 28, 392), por
ello nos hemos planteado como objetivo general analizar las posibles
concomitancias entre la partícula dizque y estas partículas eslovenas que en
circunstancias textuales determinadas logran transmitir los mismos valores
semántico-funcionales.
2. Evidencialidad y su relación con la modalidad
epistémica
El estudio sistemático de la modalidad en la lingüística parece empezar con
el análisis del discurso y la teoría de la enunciación6 dentro de la
cual la modalidad se entiende como "a form of participation by the speaker in the speech event"
(Halliday 1970: 335). Sin embargo, la conocida distinción entre el dictum y modus, qué y cómo se dice, vuelve
3 Cabe añadir que acaba de salir The Oxford Handbook ofEvidentiality, una obra exhaustiva de más de 800 páginas,
editada por Aikhenvald, que sin duda representará un
escalón importante en los estudios evidenciales.
Hacemos referencia
a Hardman, quien relaciona la evidencialidad con lo
de "how one has knowledge o/ what one is sayin@'
(1986: 115) aunque esta autora utiliza el sintagma de data-source
y no de la evidencialiad. Es
necesaria la cursiva de la cita en inglés?
5 En Sousa (2012: 83) se enumeran varias (dizque en el
portugués de Brasil, cicã el rumano, dicica en el siciliano y otras.)
Por otra parte, el estudio de la modalidad empieza en la
lógica modal y en la filosofía, donde existen tres modalidades básicas, la alética, la epistémica y la deóntica (von
Wright 1951: 1-2), y es a través de la semántica generativa como entra en la
lingüística.
a despertar el interés de los lingüistas ya a partir de Bally, quien
determina la modalidad en la lengua como un cambio morfológico que posibilita
la expresión de la subjetividad del hablante, sus opiniones y sus juicios
(1942: 3). El paso siguiente es diferenciar entre el modo (verbal) y la modalidad,
así que se establecen las distinciones entre la modalidad del enunciado y la de
la enunciación. Con palabras de la Real Academia Española de la Lengua:
Se llama modalidad a la expresión de la actitud del hablante (modus) en
relación con el contenido de los mensajes (dictum).
Se distinguen habitualmente dos tipos de modalidades: las de la enunciación y
las del enunciado. Las modalidades de la enunciación son las estructuras
mediante las que se realizan los diferentes actos de habla o actos verbales . . ] Las modalidades del enunciado se manifiestan
por medio de ciertos valores de la flexión verbal (en particular el subjuntivo)
y de los verbos auxiliares (poder, deber, etc.). (NGLE 2009: 18)
Asimismo, al
hablar sobre la modalidad desde el punto de vista lingüístico, la
diferenciación básica parte de la división entre la modalidad epistémica (a
menudo llamada la modalidad orientada hacia el hablante) y la deóntica
(orientada hacia el agente), puesto que en la mayoría de las lenguas podemos
encontrar categorías gramaticales que expresen estos dos valores. Por su parte,
Palmer (1986, 2001) establece la distinción entre la modalidad del evento (Event Modality), que consiste en
la modalidad deóntica y dinámica, y la modalidad proposicional (Propositional Modality), que se
divide en la modalidad epistémica y la evidencial.
Estas últimas están, según Palmer, dos categorías relacionadas entre sí:
Epistemic
modality and evidential modality are concerned with the speaker's attitude to
the truth-value or factual status of the proposition .
. ] With epistemic modality speakers express their judgements about the factual
status of the proposition, whereas with evidential modality they indicate the
evidence they have for its factual status. (Palmer 2001: 8)
En los estudios contemporáneos sobre la evidencialidad
y la modalidad epistémica se pueden divisar tres maneras principales: la
primera destaca su interrelación; la segunda, su exclusión; mientras que la
tercera pretende mostrar que, aunque sean dos categorías autónomas, entre ellas
existe un campo teórico en común (Izquierdo Alegría, et al. 2016: 16; Dendale y Tasmowski 2001:
341-342). Por otra parte, cabe mencionar que, desde un punto de vista general,
la modalidad epistémica y la evidencialidad se consideran
dos categorías relacionadas entre sí, de manera que se contienen una a otra (p.
ej. Palmer 1986) 7 ya que se supone que la revelación de la fuente
de información siempre se subordina a la reserva epistémica del hablante. Al
contrario, los autores que defienden la postura más estrecha,
destacan la necesidad de diferenciar entre el modo de conseguir
Palmer afirma que "epistemic and evidential systems are, in practise, not always wholly distinct" (1986: 24), de manera parecida Willet (1988), Chafe y Nichols (1986), NGLE (2009).
la información y el grado de compromiso del hablante hacia el enunciado, ya
que las dos categorías no necesariamente se presuponen ni se implican. En el
presente estudio partimos de la segunda postura y seguimos a González Vázquez
(2006), De Haan (2013), Aikhenvald (2004), Cornillie (2009, 2015) entre otros.
Básicamente la información se puede adquirir de dos maneras: directamente (direct evidence de evidencia
directa) o indirectamente (indirect evidence o evidencia indirecta), lo que a su vez depende de
si la fuente de información es de primera o de segunda mano (VVillett 1988:57) 8 .
En el primer caso, el hablante adquiere la información a través de los cinco
sentidos (lo ha oído, visto, etc.), es decir, ha sido el testigo de lo que
dice, mientras que en el segundo, bien se trata de la
información de segunda mano (llamada rePorted evidence, evidencia reportativa),
bien de un resultado que el hablante mismo infiere a base de las evidencias
concretas o a base de sus propias creencias (VVillett
1988: 57). No cabe duda alguna de que tanto la evidencialidad
como la modalidad epistémica tienen que ver con el componente interpersonal de
la comunicación verbal, sin embargo, creemos que el grado del compromiso
epistémico no equivale siempre a los valores que desempeña un evidencial: las funciones pragmáticas de este son más
variadas.
2.1 Evidencialidad como categoría
semántico-funcional
La evidencialidad es un fenómeno que está cobrando vitalidad
en las últimas décadas, sobre todo porque se está empezando a hablar sobre ella
como una categoría semántico-funcional y no solamente morfológica. Sin embargo,
como se ha señalado más arriba, los estudios de la evidencialidad
arrancaron de unos elementos lingüísticos cuya presencia es obligatoria y
gramaticalizada, por lo tanto, no es de extrañar que durante casi toda la
segunda mitad del siglo la evidencialidad se entiende
como categoría gramatical restringida a determinadas lenguas polisintéticas
(como es, por ejemplo, el quechua), lejanas a las lenguas europeas [1]
Es en los años
noventa cuando se empieza a ir destacando la relevancia de otros medios
lingüísticos que también pueden señalar la referencia a la fuente de
información, y, en consecuencia, se comienza a dividir entre tres tipos de
lenguas: lenguas en que la evidencialidad es
obligatoria y gramaticalizada, lenguas en que es gramaticalizada y opcional y,
por último, lenguas en que se expresa con los elementos léxicos, frásticos y/o oracionales (González Vázquez 2006: 195).
Consecuentemente,
tampoco hay acuerdo sobre qué unidades pueden ser considerados elementos o
marcadores evidenciales (evidentials):
según algunos, los evidenciales siempre deben ser
condicionados gramaticalmente (p. ej. Anderson 1986), lo que significa que su
presencia es obligatoria si queremos que la oración tenga sentido y corrección
gramatical. El mismo autor, además, define cuatro criterios imprescindibles para
que un elemento lingüístico pueda ser considerado una categoría evidencial, entre ellos el
Véanse también Aikhenvald (2004) y De Haan
(2013).
El Qyechua wanka, por ejemplo, posee
afijos o morfemas evidenciales codificados, a saber,
los sufijos -mi, -chra, -shi, entre los cuales el primero indica la evidencialidad directa, el segundo la inferencial y el
tercero la citativa (Aikhenvald
2004: 43).
cuarto es el más limitador: "Morphologically, evidentials
are inflections, clitics, or Other free syntactic elements (not compounds or
derivational forms)" (Anderson 1986: 275). No obstante, los estudios sobre la evidencialidad en las lenguas indoeuropeas, que por regla
general no disponen de tales elementos ll ,
parten de una definición más amplia del evidencial e incluyen
en sus análisis también diferentes medios léxicos (y algunos medios
gramaticales dispersos) que en determinados contextos pueden adquirir el
significado evidencial, convirtiéndose en las así
llamadas "estrategias evidenciales"12 en el sentido de Aikhenvald (2004: 105). El criterio principal viene a ser
el significado y la función (y no la forma gramatical).
A la hora de
examinar las estrategias evidenciales en español y en
esloveno es imprescindible, pues, partir de la evidencialidad
como una categoría semántico-funcional, aunque también es verdad que las
partículas estudiadas presentan un alto grado de gramaticalización. No
interesará sobre todo cuáles son los principales puntos en común entre dizque,
en algunas variantes del español de América, y algunas partículas eslovenas
(menda, baje y ¿eš da) cuando funcionan como
"extensiones de la evidencialidad" (Aikhenvald 2004: 11).
3. Los valores del dizque en las variedades del español de América
Como se
desprende de los diccionarios monolingües actuales, el adverbio dizque es
característico para el español de América y parece tener su equivalente en
"al parecer" la partícula discursiva evidencial según el Diccionario de partículas discursivas
en línea13
(1)
Dizque
adv. En zonas del español meridional, al parecer: Todos dicen que dizque no
están casados (Clave, s. v.).
(2) Dizque adv. Am Al parecer, presuntamente. (DRAE, 23' s. v.).
(3)
Dizque
adv. En el español de amplias zonas de América sigue vigente el uso de esta expresión .]. Se usa normalmente como adverbio, con el
sentido de "al parecer" o "supuestamente" (Diccionario de
dudas, s.v.).
Según afirma ya Kany (1944), dizque está presente en casi todas las variedades del español de América, lo que se puede verificar fácilmente si se consulta algún diccionario actual, por ejemplo, el Diccionario de americanismos14. Y, es más, hay estudios como el de Magaña (2005) que demuestran que el uso de dizque en el siglo XX está aumentando (a base de los corpus de CORDE y CREA). Por lo tanto, no es de extrañar que en las
11
Aikhenvald destaca que solo en un cuarto de
todas las lenguas actuales se pueden identificar los evidenciales
como categorías gramaticales independientes (2004: xii).
12 "Categories and forms which acquire secondary meanings somehow related with the information source are called evidentiality strategies" (Aikhenvald 2004: 105).
13
"Indica que el hablante no es
testigo directo de la información transmitida y que la ha adquirido por las
fuentes externas del mismo" (Diccionario de partículas discursivas.
http://www.dpde.es/ [1/9/2018])
14
En el Diccionario de americanismos
aparece: dizque. (Sínc. de dice que). 1. adv. Mx, Gu, Ho, Ni, CR, Pa, RD, PR, Co,
Ve, Ec, Pe, Bo, Ar, Ur; Ch,
p.u. Al parecer, presuntamente. pop + cult espon.
últimas décadas hayan proliferado los análisis sobre el uso de este
adverbio, con especial atención en el español de México (p. ej. Olbertz 2007) y de Colombia (p. ej. Travis 2006). Hay los
que destacan que dizque resulta de la influencia del sustrato indígena (Alcázar
2014), ya que en determinadas lenguas indígenas de América Latina los evidenciales son obligatorias. Por lo tanto, para Olbertz (2005) parece lógico afirmar que los contactos
lingüísticos entre el español y el quechua[2] aceleraron el desarrollo de esta categoría gramatical también en el español
actual de Ecuador y en el de Bolivia, particularmente en las zonas bilingües.
El hecho de que dizque sea poco frecuente en el español de España[3] se desprende también de la
consulta del CORPES (Corpus del español del siglo XXI), ya que de 689
concordancias en 343 documentos solo 9 pertenecen a los textos en español
europe0[4]. Por otra parte, el dicho corpus revela que dizque es el más frecuente en
el español de México, Colombia y Chile. En el caso del español de México (que
presenta también el principal centro de interés en el presente estudio) cabe
mencionar algunas discrepancias en los diccionarios monolingües: en el
Diccionario de mejicanismos de F. J. Santamaría (1978) dizque es un lema
independiente, mientras que en el Diccionario del español usado en México
(1996) aparece definido como un elemento con la connotación irónica que se
refiere a la información de naturaleza ambigua. Por otra parte, la Academia
Mexicana de la Lengua afirma sobre dizque en su Diccionario de mexicanismos
(2010) que se trata de un elemento coloquial, sinónimo de "al
parecer". En el español mexicano contemporáneo dizque puede considerarse
también como anticuado (cfr. Eberenz 2004: 140, de
manera parecida el Corpus del Español Mexicano Contemporáneo), aunque estas
marcas no aparecen en los diccionarios monolingües actuales.
3.1 Características morfosintácticas y semántico-funcionales
El origen etimológico
de dizque parece ser incuestionable[5] : diz es una abreviación de la forma medieval dize y se sabe que el fenómeno de la apócope general,
característica del castellano de los siglos XII y XIII, se extendió también a
algunas formas verbales, p. ej. el imperativo (haz, pon, sal, ven) y la tercera
persona del presente (diz, sal, pon, tien, vien, quier)
(Eberenz 2004: 141). Después del siglo XIV la mayoría
de estas vocales átonas vuelve a las terceras personas del presente (sale,
pone, viene, etc.); sin embargo, la forma diz
permanece y sigue utilizándose, pero se gramaticaliza para poder formar parte
de un nuevo adverbio, resultado de la aglutinación de diz
y que. Kany (1944, 1969) demuestra que la estructura diz que fue muy frecuente en el español medieval y se
empleaba con el significado de "dice
que" y "se dice que", mientras que a partir del siglo XV los
análisis (p. ej. Eberenz 2004: 151) demuestran que
dizque ya no se refiere a un hablante concreto (al que dice algo) y su uso
después del año 1500 empieza a disminuir.
El hecho de que la estructura en cuestión a partir del siglo XV entre en un
proceso de desemantización y, al mismo tiempo, en una
sistematización fraseológica, se puede detectar también en el uso combinado con
el verbo decir (aparecen estructuras como "dizque dixo"
o "decían dizque" [Eberenz 2007: 152]). En
el español actual de Ecuador, por ejemplo, la unión de dizque con el verbo
decir es tan frecuente que "dizque dijo" ha llegado a ser una
estructura elemental para introducir el estilo indirecto (Olbertz
2005: 5). Por otra parte, Demonte y Fernandez Soriano
insisten en que la forma dizque todavía es una etapa intermedia en el proceso
de gramaticalización: partió de "dicen que" y terminará con el evidencial "que" (2013: 7) [6][7]
Una de las
características principales del dizque en el español actual de América es la
heterogeneidad tanto en lo atañe a la forma y a la manera de escribir (junto o
separado) como en lo que se refiere a la categoría gramatical: dizque puede ser
un adverbio, un adjetivo (Bolivia, México, Perú, Costa Rica) con el significado
de "presunto" o "pretendido"20 y, en el español de Bolivia,
también un sustantivo masculino con el significado de habladurías,
murmuraciones (Diccionario de americanismos, s.v.).
Aparte de una mayor o menor gramaticalización cabe mencionar también la
flexibilidad sintáctica de dizque, ya que puede modificar tanto a la oración
principal como a la subordinada, al sintagma nominal o al adverbial y a todo
tipo de predicados (Olbertz 2007: 151). Así que
dizque, en principio, no tiene posición sintáctica fija[8] , por lo tanto, junto con el
distanciamiento semántico y categorial del verbo decir, a veces parece que se
comporta más como un elemento extraoracional o una
partícula discursiva, ya que puede indicar diferentes contenidos
semántico-pragmáticos (por ejemplo, citativo, reportativo, epistémico, etc.). Algunos investigadores (p.
ej. Travis 2006) insisten en que es necesario distinguir entre dizque como
adverbio y dizque como partícula.
En este estudio
nos interesa dizque sobre todo como partícula evidencial
o marcador discursivo en el sentido de Portolés
(2001): analizamos su capacidad de guiar las inferencias sobre la fuente de
información que se realizan en la comunicación textual. Su desarrollo
semántico-funcional va desde el papel estrictamente metadiscursivo
hasta el valor evidencial que en algunas variantes
actuales del español de América actualmente está adquiriendo el valor modal
epistémico. La consecuencia de ello es que dizque a menudo parece señalar al
mismo tiempo la fuente de información y la reserva epistémica del hablante,
aunque no en la misma medida en todas las variantes[9]
Hay más estudios (Kany 1944, Laprade
1976, Travis 2006) que destacan la necesidad del amplio referente de este
adverbio en el español de América, sobre todo por su capacidad de ser un
elemento introductorio para el estilo indirecto, cubriendo así tanto los
significados de duda como el no-compromiso del hablante hacia la verdad y la
validez de la información (Travis 2006: 1270). Es justo por esta dualidad que
dizque nos atrajo la atención, ya que en esloveno disponemos de determinadas
unidades que parecen compartir la dualidad epistémico-evidencial
que vamos a presentar a continuación.
4. Partículas eslovenas como estrategias evidenciales
Teniendo
en cuenta las características morfosintácticas y semántico-funcionales del
dizque como adverbio y como marcador, hemos planteado la hipótesis de que sus
equivalentes más cercanos en esloveno son unas partículas determinadas, a
saber, las modales menda, baje y la relacional-explicativa ¿esv
(da), según la clasificación de Zele (2014). De
ahí que en este capítulo, primero, se presenten las
paralelas básicas entre todas las categorías en cuestión y, segundo, se
analicen los ejemplos concretos sacados de un corpus literario, elaborado
especialmente para esta investigación.
4.1 Partícula eslovena como clase de palabra independiente
Antes de
establecer una comparación entre las categorías en español, una lengua romance,
y en esloveno, una lengua eslava, cabe señalar la importante diferencia que
existe entre los conceptos y términos de "partícula" y ¿lenek en los dos idiomas (como ya se destacó en otros
estudios, Pihler Ciglié
2014, 2017). La partícula española abarca un significado gramatical más amplio,
ya que, según el DRAE, la partícula es, bien una "palabra invariable que
expresa significados y relaciones de naturaleza gramatical", bien un
"afijo", así que puede englobar varias clases de palabras (conjunciones,
adverbios, pronombres etc.) cuyo punto en común es la invariabilidad[10] . La partícula eslovena también es invariable,
pero, a diferencia de la partícula española, es morfológicamente independiente,
es decir, difiere de la categoría de los adverbios (estos siempre expresan las
circunstancias en las que se desarrolla el evento verbal) o de las
conjunciones. Clenek en esloveno es, por lo tanto, un
concepto más estrecho.
La lingüística tradicional eslovena trataba las partículas como una
subclase de adverbios y fue en los años setenta cuando el lingüista esloveno Jože Toporišiè, autor de la
actual gramática eslovena Slovenska Slovnica (2000 [1984]), identificó las partículas eslovenas
como categoría gramatical independiente[11] El criterio para separar las partículas de los
adverbios es, siempre según Toporišié, la
imposibilidad de formular la pregunta a la que se podría responder con esta
clase de palabras, lo que demuestra que las partículas, al contrario de los
adverbios, no tienen correspondientes nominales. Otra de las muestras de la
independencia de las partículas es su movilidad en cuanto al orden de las
palabras en la oración[12][13] lo que, según el mismo autor, comprueba que las
partículas tienen sus correspondientes oracionales y son un tipo de "oraciones
enteras reducidas (Toporišië 1991:
7).
Entre los
lingüistas eslovenos actuales existe el acuerdo sobre la definición de la
partícula como una clase de palabras invariable que no tiene su interrogativo
correspondiente, pero todavía hay discrepancias en cuanto a sus particulares
papeles sintácticos, como destaca Smolej (2015). En
la última edición de la gramática de Toporišié leemos
que las partículas establecen las relaciones con el contexto y expresan los
matices semánticos, tanto de las categorías gramaticales y partes de la
oración, como de las oraciones enteras (Toporišië
2000: 445). Además, en el Slovar slovenskih
¿lenkov (Diccionario de partículas eslovenas) de Andreja Zele, la partícula
eslovena se define como una clase de palabras sintáctico-funcional que es
"un evento de habla integrado que advierte que se han modificado las
circunstancias textuales"26 (Žele 2014: 9). La
misma autora distingue entre dos grupos principales de partículas eslovenas en
cuanto a su función pragmático-comunicativa: por una parte, partículas
relacionales o textuales y, por otra, partículas modales o interpersonales (Žele 2014: 10).
Entre las
partículas eslovenas que nos ocupan, menda y baje pertenecen, según Zele (2014), al grupo de partículas modales obligatorias
cuya función es, bien transmitir la actitud subjetiva del hablante, bien
expresar la modalidad epistémica, mientras que la unidad ¿ei
da se compone de la partícula relacional-explicativa ¿ešy
la conjunción subordinante da que introduce el estilo indirecto (ídem).
4.2 Estableciendo relaciones entre dos sistemas lingüísticos
Ya se ha
expuesto más arriba que las lenguas difieren considerablemente en cuanto a la
expresión y codificación de las fuentes de información. Además, estamos de
acuerdo con González Vázquez cuando afirma que "cada lengua decide qué
contenidos incorporar, cuáles excluir y qué connotaciones añadir a una
categoría evidencial" (2006: 195). Por lo tanto,
creemos que lo fundamental para entender el sistema evidencial
de una lengua determinada es el enfoque interlingüístico
y contrastivo, ya que confrontar dos sistemas lingüísticos nos posibilita ver
más allá de los límites del sistema particular.
El análisis de
los posibles equivalentes de una categoría determinada en otro u otros idiomas
a menudo parte del diccionario bilingüe. Una revisión rápida de los cinc0[14]diccionarios bilingües existentes, nos revela que
dizque no aparece en ninguno como lema independiente, lo que no es
sorprendente, ya que la base para la elaboración del corpus fue el español
europeo. No obstante, cabe mencionar que en el diccionario de PONS (2010)
dizque sí aparece como posible equivalente de la partícula modal eslovena
menda, junto con el sinónimo "al parecer" (PONS; s. v.
"menda").
Como ya se ha
mencionado más arriba, dizque, baje y menda derivan de la estructura
originariamente compuesta por la tercera persona del verbo y la conjunción
subordinante. Sin embargo, existe una diferencia etimológica importante: el
origen de dizque y baje son verba dicendi (decir, bajati), mientras que de menda es verba cogitandi
(meniti, creer, pensar). Aun así, menda se empleaba
antiguamente como una frase introductoria del estilo indirecto (Snoj 2003: 392) y sigue empleándose con este valor en el
discurso oral esloveno (según el Corpus oral del esloveno, GOS). Menda y baje,
además, parecen totalmente gramaticalizadas, ya que las dos partes (el verbo en
la tercera persona y la conjunción subordinante) van aglutinadas en una
categoría con significado autónomo, aunque el uso evidencial
parece señalar que el significado etimológico no está del todo separado del
significado actual. La partícula relacional-explicativa ¿eš
(da), por otra parte, resulta de la gramaticalización de la segunda persona del
verbo hoteti (querer) (Snoj
2003: 84) que en casos determinados también se combina (pero no aglutina) con
la conjunción subordinante da (que). Ceš da siempre
introduce una "aclaración en forma de estilo indirecto" (Zele 2014: 22), con lo cual una estructura evidencial indirecta reportativa
por excelencia, pero con una importante condición sintáctica: debe existir la
coincidencia de sujeto (Odšlaje, ¿es dajo
boli glava; Se fue, diciendo que le duele la cabeza:
ella se fue y ella dijo).
En el presente
estudio queremos demostrar que desde el punto de vista semántico-funcional las
partículas modales eslovenas menda y baje pueden funcionar como elementos evidenciales, es decir, pueden señalar la fuente de
información citativa o la evidencialidad
reportativa, aunque en las fuentes normativas
eslovenas arriba mencionadas este valor normalmente no se documenta. En el
diccionario de Zele, por ejemplo, baje se destaca
como partícula que expresa diferentes grados de probabilidad (Žele 2014: 18), aunque sí se añade que baje y menda son
sinónimos cuando señalan una fuente de información externa. Por otra parte, con
menda se alega únicamente su valor de modalidad epistémica, es decir, su
capacidad de debilitar o hasta reforzar la probabilidad (Žele
2014:43).
Por último,
nos parece relevante mencionar la frecuencia de uso de las partículas eslovenas
en cuestión. Del corpus esloveno más grande Gigafida[15] se desprende que, entre las tres, ¿esv es la más frecuente, ya que tiene
84.123 concordancias, le sigue menda con 135.929 concordancias y baje con
14.158. Si consultamos el Corpus oral del esloveno (GOS), por otra parte, la
situación es inversa: la más frecuente es baje con 123 concordancias, ¿esv las tiene 80 y menda, 79.
A
continuación, se presentan y analizan los equivalentes eslovenos de la unidad
dizque en un corpus literario elaborado por nosotros, donde se ha prestado
especial atención a los valores evidenciales y
epistémicos. Nos interesaba, sobre todo, el contexto en
que van a aparecer las partículas eslovenas como equivalentes de dizque. El
corpus literario, a base del cual se realizó el análisis, consiste en siete textos
narrativos escritos por cuatro autores latinoamericanos junto a sus respectivas
traducciones al esloveno, a saber, dos obras del escritor chileno Roberto
Bolaño (2666 y Detectives salvajes), dos obras del escritor peruano Mario
Vargas Llosa (Quién mató a Palomino Molero y El héroe secreto), dos obras del
escritor mexicano Carlos Fuentes (Cambios de piel y La muerte de Artemio Cruz)
y la obra más importante del escritor mexicano Juan Rulfo, Pedro Páramo. El
análisis de la presencia de dizque en Pedro Páramo se basa en las dos
traducciones eslovenas existentes (1970 y 2017).
Se han encontrado
veintinueve ocurrencias de dizque en el corpus seleccionado y es en la obra de
Bolaño donde aparece con una frecuencia mayor (14 ocurrencias). Se han
analizado veintiséis ejemplos, ya que tres veces no aparece el equivalente
esloveno, mientras que en un ejemplo (la) se transmite (erróneamente) como
parte del nombre propio:
(1) Dizque Chippendale, dice mi mamá
(Fuentes 1991: 77)
(la) Dizque
Chippendale, pravi moja mama (Fuentes 2003: 151)
5.1 Dizque como marcador evidencial y sus
equivalentes eslovenos
En el corpus
analizado estimamos que en dieciséis ejemplos dizque aparece como marcador evidencial señalando claramente la evidencialidad
indirecta citativa o reportativa,
mientras que en diez ejemplos atenúa la seguridad del hablante. En dos
ocurrencias dizque forma parte de un grupo nominal señalando una determinada
reserva epistémica, siempre en los textos de los autores mexicanos. El
equivalente esloveno es, en este caso, el sintagma tako
imenovani (los así llamados), citamos un ejemplo: si este dizque
movimiento de depuración sindical triunfa, ya podemos cortarnos la coleta
(Fuentes 1977b: 51) PO N.JtNtM
¿e bo tako imenovana distka uspela, lahko stisnemo rep med noge
(Fuentes
1977b: 63)
Los
equivalentes evidenciales eslovenos más frecuentes
son los siguientes: la partícula menda y el verbo praviti/reði (decir/contar) en diferentes formas (como dicen, dicen
que, se dice que), les siguen la partícula ¿eš da, la
estructura naj bi, la
partícula baje, y dos construcciones preposicionales z izgovorom
(con el pretexto de) y po Tabla 1. Equivalentes
eslovenos njenem (según ella): de dizque en el corpus
literario analizado Se puede observar que los equivalentes eslovenos son de
varia índole, sin embargo, del gráfico circular se desprende que entre nuestras
partículas en cuestión la partícula menda y ¿ei da
ocupan un lugar importante en cuanto a la frecuencia, además, parece
particularmente llamativo que la partícula menda aparezca con una frecuencia
igual que el verbo decir praviti (praviti
kotpravijo, "como dicen"), lo que demuestra
que los traductores ven clara la relación entre el gramaticalizado dizque y el
verbo decir.
A
continuación, se citan los ejemplos de los equivalentes eslovenos, primero con
el verbo praviti/redi
(decir) y después con las partículas analizadas. En los ejemplos 3a y 4a se
podría utilizar también la partícula eslovena baje (pero no ¿eš da):
] a poner remedio a esta situación insostenible en un
país donde dizque se respetaban los
derechos humanos y la ley (Bolaño 2009: 632)
(3a) ] najpoiš¿e rešitev
za to nemogo¿o
situacijo v državi, kjer pravijo, da spoštujejo ¿lovekovepravice in zakon (Bolaño
2013, vol.2[16] : 154)
inventaron esa inmundicia de que se había cargado a
Molero por celos de una hija a la que dizque
abusaba (Vargas Llosa 1986: 120)
so si izmislili topackarijo, da seje Palomina Molera odkrižal
iz Ijubosumnosti do h¿ere, kijoje,
kotpravijo, zlorabil (Vargas Llosa 1988: 134)
Nos
parece llamativo que los ejemplos que se traducen al esloveno con menda
parezcan indicar un solapamiento de valor epistémico (probablemente) y evidencial (dicen que). El valor pragmático es el mismo
tanto en español como en esloveno, ya que el hablante atenúa lo dicho:
(5)
En el
interrogatorio al que fueron sometidos Carlos Camilo Alonso perdió todos los
dientes y sufrió rotura del tabique nasal, dizque
en un intento de suicidio (Bolaño 2009: 461)
(5a) V ¿asu zasliševanj, ki stajih Prestajala,je Carlos Camilo Alonso izgubil vse zobe
in utrpel zlom nosnega Pretina, mendaje ilo za
poskus samomora (Bolaño
2013, vol.2: 186)
(6)
Al día
siguiente el barman no pudo ir a trabajar, dizque
porque había tenido un accidente (Bolaño 2009: 519)
(6a) Naslednji dan barman ni mogelPriti
na delo, menda
zato, kerje imel nesre¿o (Bolaño 2013: 167)
El ejemplo (7) demuestra claramente, según nuestra opinión, la interrelación del contexto y el valor evidencial, ya que el verbo introductorio "dicen que" anuncia y determina el valor evidencial de la partícula (el mismo valor se conserva en esloveno). Aquí se podría emplear también la partícula baje:
(7)
Tal vez haya
muerto. Estaba muy enferma. Dicen que ya no conocía a la gente, y dizque hablaba sola (Rulfo 1992: 108)
(7a) Mogo¿eje umrla.
Zelo bolnaje bila. Pravijo, da nikogar ved ni poznala in da je menda govorila sama s sabo (Rulfo 2017:
110)
Asimismo, en el
ejemplo (8a) la partícula eslovena menda mantiene la doble lectura del original
dizque, que se podría interpretar como evidencial
(dicen que estaba incapacitada) o como epistémico (probablemente porque estaba
incapacitada), de ahí que aquí no pueda sustituirse con baje:
(8)
La
que le dio aquel hijito que se les murió apenas nacido, dizque porque ella estaba incapacitada (Rulfo 1992: 119)
(8a) Cuca, ki muje dala tistega
sinðka, kijimaje umrl ob rojstvu,
menda zaradi njene onemoglosti (Rulfo 2017:
118)
5.1.2 Dizque y ðeš da
La segunda
partícula eslovena más frecuente, como equivalente del dizque evidencial, es la partícula relacional-explicativa ¿eš en combinación con da, que introduce una aclaración en
estilo indirecto (con la condición de que haya coincidencia del sujeto). Estos
ejemplos demuestran que dizque puede señalar exclusivamente el valor evidencial (o, por lo menos, así ha sido entendido por los
traductores):
(9)
Y,
como sabrás, a Miguelito lo metió al Ejército, dizque
para enderezarlo, porque se le andaba torciendo (Vargas Llosa 2013a: 110)
(9a) Kot najbrž veš,je Miguelita vrgel v vojsko, ¿eš da ga bo utrdil,
ker seje za¿el nespodobno obnašati (Vargas Llosa
2013b: 117)
(10)
[ . . . ] Epifanio prefirió seguir sentado afuera, dizque porque hacía menos calor que adentro
(Bolaño 2009: 587)
(loa) ] Epifanio je raje sedel zunaj, ¿ei
da ni tako vro¿e, kot notri (Bolaño 2013, vol. 2:
119)
(11)
Fue lo primero
que le dijo el Aldrete, después que se habían estado emborrachando juntos, dizque para celebrar el acta (Rulfo 1992: 32)
(1 la) Bilojeprvo, kar muje bil rekelAldrete,
potem ko sta se ga skupaj
napila, ¿eš daje
treba tožbo zapiti (Rulfo 2017: 47)
Terminamos
el análisis con el único ejemplo de la partícula baje con el valor citativo (dicen que), lo que era de esperar, ya que, como
se ha señalado más arriba, esta partícula es más característica del discurso
oral esloveno:
12) ]
antes de que Arturo se marchara a Chile dizque
a hacer la Revolución
(Bolaño 1997: 175)
12a) [ . . . ] predenjeArturo odšel iz Cila, bqie zato, da bi se šelRevolucijo (Bolaño 2012:
216)
6. Observaciones finales
En el
presente estudio se ha prestado atención a la unidad evidencial
dizque en relación con sus equivalentes eslovenos en un corpus literario
determinado, ya que partimos de la hipótesis de que los valores
semántico-funcionales de las unidades evidenciales se
revelan de una manera más compleja a través del enfoque interlingüístico
y contrastivo.
El principal
objetivo fue mostrar las concomitancias de dizque y las tres partículas
eslovenas y observar si se reconocen como equivalentes a la hora de traducir
los textos literarios. Con la comparación de las estructuras en cuestión se ha
querido demostrar, además, que dizque todavía posee el doble valor, tanto evidencial como epistémico, que algunas veces se solapan y
otras veces aparecen en distribución complementaria. El análisis de los
ejemplos literarios y sus traducciones parece confirmarlo: en los casos donde
los dos valores se solapan, aparece con mayor frecuencia la partícula eslovena
menda, que es, asimismo, la que más se parece al dizque en cuanto al valor
semántico-funcional. Por otra parte, cuando predomina el valor evidencial, parece que a dizque le pueden corresponder las
tres partículas eslovenas, aunque en el corpus aparecen también otros
equivalentes (p. ej. diferentes variantes con el verbo decir).
Asimismo, el hecho de que la partícula eslovena ¿esv
da, que siempre indica la fuente de información, en el corpus aparezca
como equivalente de dizque, comprueba, según nuestra opinión, que este es capaz
de señalar exclusivamente el valor evidencial (o, por
lo menos, así fue entendido por varios traductores).
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[1] Con algunas excepciones, como el turco y búlgaro (Anderson
1986:289).
[2] En cuanto al contacto lingüístico nos parece interesante destacar que Alcázar (2014: 20) menciona el estudio de Granda
(2003), quien demostró
que dizque aparece como préstamo
en algunas variantes del quechua para reforzar el significado
evidencial.
[3] Sin embargo, existen las variantes disque en
el gallego y diz que en
asturiano que se consideran marcadores evidenciales (Sousa 2012:
83).
[4] http://web.frl.es/CORPES.org/publico/pages/consulta/entradaCompleja.view
[04/07/2017]
[5] Así lo explica la NGLE: "La antigua forma monosilábica diz, que no se usó como imperativo, pervive hoy en el adverbio dizque ('al parecer, presuntamente'),
más usado en ciertas áreas del español americano" (2010: 67).
[6] Lo justifican con la variedad morfológica del español
de México: izque, isque, i que / y que, es que, quizque, quesque, etc. Véanse también Demonte y
Fernández Soriano (2013: 6); Kany (1944: 174).
[7] Cuando el hablante expresa una reserva epistémica: sus dizque amigos son sus así llamados amigos, es decir, no lo
son, en inglés "so-called'
friends (Obertz 2007: 152).
[8] El español de Ecuador parece ser una excepción (Alcázar 2017; Olbertz
2005: 90).
[9] En el español mexicano y colombiano parece señalar
sobre todo el valor evidencial
(dicen que), sin embargo, como advierte Olbertz, en el español de México puede señalar al mismo tiempo la duda del hablante acerca de la verdad/credibilidad de la información (2007: 151).
Colindancias:
Revista de la
Red de Hispanistas de Europa Central 9:249-267, 2018, ISSN 2067-9092
[10] En la Nueva Gramática de la RAE de 2009 se afirma que las partes de la oración son nueve; sin embargo, se usa el término partícula, no para designar una parte de la oración concreta, sino simplemente para aludir a lo que no es nombre, pronombre, verbo, artículo o participio (NGLE 2009:488).
Además, se ofrece la
comparación con el concepto del conector o marcador discursivo.
[11] Las divide en 13 clases semánticas, aunque añade explícitamente que algunas de ellas se van acercando hacia los adverbios
y otras, hacia las
conjunciones (Toporišië 1991).
[12] Función que comparten los elementos extraoracionales de la oración en la sintaxis española (Gómez Torrego 2003: 146).
[13] La traducción al español es nuestra.
[14] A saber: dos diccionarios de Anton
Grad (1979), el Diccionario
Moderno (2002) y el Diccionario
General (2007), los dos de la editorial de Cankarjeva Založba (Markië, et al.) y Pons (2010).
Colindancias:
Revista de la
Red de Hispanistas de Europa Central 9:249-267, 2018, ISSN 2067-9092
[15] El Corpus Gigafida es el corpus esloveno más grande y contiene más de 1 millardo de textos auténticos de todos los géneros (http://www.gigafida.net/Support/About).
[16] Como la traducción eslovena se publicó en dos tomos (el primer tomo abarca los libros de 1. a 3. y el segundo tomo de 4. a 5.), se cita también el número del tomo correspondiente.