Colindancias (2013) 4: 339-349
Mihai Enăchescu
Universidad de Oeste de Timişoara
Rumanía
¿Mala mujer?:
el sexismo en la definición
lexicográfica
Recibido 5 de marzo de 2013 / Aceptado 26 de mayo de 2013
Resumen: Este trabajo
se propone analizar el
problema del sexismo en la definición lexicográfica en seis lenguas romances.
Hemos elegido como objeto de estudio las entradas que remiten al ‘hombre’ y a la ‘mujer’ en cada uno de estos idiomas:
esp. hombre-mujer; fr. homme-femme; port. homem-mulher; it. uomo-donna; cat. home-dona, rum. bărbat-femeie. El punto de partida lo han constituido las investigaciones hechas sobre la desigualdad presente en la definición lexicográfica en español, atribuida a una ‘óptica de varón del lexicógrafo’. En este trabajo hemos extendido
la investigación a la última
edición del diccionario académico español y a otros diccionarios representativos de los demás idiomas
románicos. Nuestra hipótesis, al contrario de lo expresado en los artículos que
nos han servido de punto de partida, es que no se trata de actitud sexista por parte del lexicógrafo, sino que es la propia
lengua quien es sexista porque refleja la actitud de la sociedad. Además, nos interesa averiguar las posibles estructuraciones diferentes de las dos nociones a pesar del estrecho
parentesco entre las lenguas en cuestión.
Palabras clave:
definición lexicográfica, hombre, lenguas romances, mujer, sexismo en el diccionario.
Abstract: This article analyses the problem of sexism in
the lexical definitions in dictionaries, in six Romance languages. The objects of our analysis are the dictionary entries for ‘man’ and ‘woman’
in six languages, more exactly Sp. hombre-mujer; Fr. homme-femme; Port. homem-mulher; It. uomo-donna; Cat. home-dona, Rom. bărbat-femeie. According to previous studies,
“the lexicographer’s sexist
attitude” has been identified as the cause of the
inequality of the lexical definitions for ‘man’ and ‘woman’ in Spanish. By extending
the research to the latest
edition of the dictionary edited by the Royal Spanish
Academy, as well as the most representative dictionaries of the six Romance languages,
we argue that sexism in lexicographic definitions does not reflect the sexist attitude of the lexicographer, but the actual
social attitude. Moreover, we also analyse
the different structures of the two notions, in spite of the close
relation shared by the languages
in question.
Key words: lexicographical definition,
man, romance languages, sexism in dictionaries,
woman.
1. Introducción
En este trabajo nos proponemos
analizar el problema del sexismo en la definición lexicográfica en seis lenguas romances, a saber, el español, el francés, el portugués, el italiano, el catalán y el rumano. Hemos elegido
como objeto de estudio las entradas de los
¿Mala mujer?: el sexismo en la definición lexicográfica
herederos desde
el punto de vista del contenido del
lat. homo y
mulierI1: esp.
hombre-mujer;
fr. homme-femme;
port. homem-mulher;
it. uomo-donna;
cat. home-dona, rum. bărbat-femeie.
En el caso del español
se han hecho varias investigaciones sobre la desigualdad
presente en la definición lexicográfica. La autora de estos trabajos, Ana Mª Olmedo, atribuye estas desigualdades a una “óptica de varón del lexicógrafo”. En este trabajo hemos extendido
la investigación a la última
edición del diccionario académico y a otros cinco idiomas
románicos. Nuestra hipótesis, al contrario de lo expresado por Olmedo, es que
no se trata de una actitud
sexista por parte del lexicógrafo,
sino que es la propia lengua
quien es sexista porque refleja una actitud social.
La
investigación será llevada a cabo sobre diccionarios representativos para
cada idioma y nos permitirá averiguar las posibles estructuraciones diferentes de estas dos nociones a pesar del estrecho parentesco
entre las lenguas en cuestión. Analizaremos las entradas para investigar cómo se deja reflejar el género social2 en la definición lexicográfica. En este sentido compararemos las definiciones propiamente dichas, por un lado, y analizaremos las frases hechas y los sintagmas asociados
con los dos términos analizados, por otro lado.
2. Español
Sobre
las entradas lexicográficas
hombre, varón y mujer se han hecho algunas investigaciones
(Olmedo 1993; 1996; 1997; 1998; 1999), cuyos resultados más importantes presentaremos a continuación. A pesar de no coincidir
con las conclusiones de la autora,
según lo hemos avanzado ya en la introducción, sus observaciones nos parecen valiosas y las detallamos abajo.
En Olmedo (1993), la autora presenta y comenta las entradas hombre, varón y mujer en la XXª edición del Diccionario de la Real Academia Española, 1984.
Aparecen muchas asimetrías en las tres definiciones:
-
hombre y varón aparecen
definidas como criatura racional (criatura es un término religioso), mientras que mujer aparece
definida mediante el lexema
persona.
-
los lexemas se definen también en función de la edad a partir de la que una persona se puede considerar hombre, respectivamente varón o mujer; si para los primeros dos esa edad es
la adulta o viril, para la mujer es
la edad de la pubertad, o sea la edad a partir
de la cual una mujer es apta para la reproducción.
1 El lat. homo es
una palabra panromance (cfr. REW), por consiguiente se ha heredado la expresión también en todas las lenguas romances analizadas en este capítulo. El lat. mulier se conserva en el esp. mujer (cfr. DCECH) y en
port. mulher
(cfr.
DELP). El fr. femme
proviene del lat. femina (cfr. DHLF), el
rum. femeie del
lat. familia (cfr. DER), mientras
que el origen del cat. dona y del it. donna son el lat. domina
(cfr. DECLC
y DELI, respectivamente). Pese a los
diferentes orígenes, el contenido es común
a todas las lenguas en cuestión.
2 El género
social tiene que ver con la dicotomía impuesta socialmente de los papeles desempeñados por los hombres y por las mujeres en la sociedad. Se refleja normalmente en las denominaciones de las profesiones
y se refleja en los oficios
tradicionales en la sociedad.
Así, por ejemplo, las profesiones de alto estatus como surgeon, scientist, serán pronominalizadas
por el pronombre he, mientras
que profesiones de bajo estatus como
nurse, secretary, serán
pronominalizadas a menudo
por el pronombre femenino she (cfr. Hellinger, Bussmann 2001: 10-11).
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En lo que concierne
a las frases hechas o sintagmas que contienen
dichas palabras, nota la autora una nueva disparidad, tanto cuantitativa como cualitativa. Así, mujer aparece en el diccionario en catorce expresiones, de las cuales nueve significan
‘prostituta’: mujer del arte, de la vida airada, de punto, pública, etc. Cabe notar que tres de estas expresiones
tienen su correspondiente masculino, pero con un significado completamente diferente.
Ej.: hombre de punto = ‘persona principal y de discreción’;
hombre de mundo = ‘el
que por su trato con toda clase de gentes, y por su experiencia y práctica de negocios merece esta calificación’;
hombre público = ‘el
que interviene públicamente en los negocios políticos’.
Por
lo que se refiere a las otras cinco expresiones, una sola
remite a cualidades positivas
de la mujer: mujer de digo y hago = ‘mujer fuerte, resuelta
y osada’. Las otras se refieren o bien al papel tradicional de la mujer (mujer de su casa, mujer de gobierno), o bien a su “meta” en la vida, el casamiento
(tomar mujer), o, en
fin, a la edad biológica desde la que una muchacha se consideraba mujer: ser mujer = ‘haber llegado una moza a estado de menstruar’.
En cambio, hombre aparece en noventa y seis expresiones, de las cuales muy pocas negativas
(hombre de bigote al ojo,
de la vida airada, de dos caras, menudo,
de mala digestión, para poco, etc.). Las demás se refieren a cualidades personales positivas (hombre de barba, de bigotes, de verdad, de pelo en pecho, etc.), cualidades relacionadas con la sabiduría, inteligencia y talento (hombre de cabeza, de fondo, lleno, hecho,
de letras, de ciencia,
etc.), aspecto exterior (hombre de buena capa), estimación
social o rango social (hombre de punto, de estofa,
de mundo, de distinción,
etc.), negocios públicos o política (hombre de Estado, público), fortuna o dinero (hombre de dinero, de fondos,
de fortuna, de negocios),
la edad (hombre hecho, mayor, de días, de edad), oficios y profesiones (hombre de cabo, de mar, rana, de armas, de guerra, de la iglesia, de orden, bueno, de campo, etc.), el mundo espiritual y religioso (hombre espiritual, interior, exterior, nuevo, viejo) y modos de actuar (buen hombre para mal sastre, como un solo hombre, no quedar hombre
con hombre, etc.)
Varón aparece en tres expresiones: varón de Dios (‘hombre santo o de particular espíritu o virtud’); buen varón (‘hombre juicioso, docto y experimentado’); santo varón (‘hombre sencillo, poco avisado, de pocos alcances’).
En
Olmedo (1998) se analizan
las definiciones de hombre, varón y mujer en todas
las ediciones del diccionario académico.
Su primera observación es que desde 1734 hasta 1884, las definiciones de varón y de mujer tenían cierto paralelismo,
pues se definían como criatura racional. A partir de la edición del 1884, mujer aparece definida
mediante persona.
En
Olmedo (1999), la autora extiende su investigación
a otros diccionarios explicativos.
Así, en lo que concierne a la disparidad de las definiciones
para hombre
(ser animado racional) y mujer (persona),
nota que en otros diccionarios, como el DUE, el Anaya o el Clave se usa el clasema persona
para ambas definiciones, lo que no
ocurre en el Diccionario Vox ideológico de la lengua española (1995), que usa los mismos
rasgos que el diccionario académico.
Consideramos no
obstante que las disparidades notadas por Olmedo no se deben
a una ‘óptica de varón del lexicógrafo’. La presentación desigual de los artículos de diccionario
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se debe al hecho de que el diccionario refleja el uso manejado por sus locutores, uso que puede
ser sexista porque es el resultado de la conducta social3.
Si
comparamos las ediciones analizadas por Olmedo con la última edición (2001) del DRAE, veremos que ha habido cambios
en la estructura de los lemas, que parece
oportuno presentar a continuación.
En primer lugar, se ha renunciado al empleo de criatura racional en
la definición de hombre y de varón, y se ha reemplazado por ser humano. Mujer sigue apareciendo
definido mediante
persona, pero
la diferencia entre persona y ser humano no es tan significativa,
ya que el vocablo persona es definido como
‘individuo de la especie humana’, lo que
significa que es un sinónimo de ser humano.
En segundo lugar, aparecen expresiones paralelas con hombre y con mujer: hombre/mujer de campo, hombre/mujer de letras, hombre/mujer objeto, pobre
hombre/mujer, buen/buena hombre/mujer, de hombre a hombre/de mujer a mujer, hacerse (alguien) un hombre/una mujer. Todas estas expresiones y locuciones tienen el mismo significado, a diferencia de
los falsos paralelos, como hombre público (‘El que tiene presencia
e influjo en la vida social’) versus mujer pública (‘prostituta’) u hombre de punto (‘el que es puntilloso’) versus mujer de punto (‘prostituta’).
Observamos, desde
luego, importantes cambios en el contenido de los artículos lexicográficos,
cambios hechos con el fin
de reducir las disparidades
entre las definiciones.
3. Francés
En el Trésor de la langue française (TLF), se define a homme comme ‘mâle adulte de l’espèce humaine’, diferente de la definición de femme: ‘être humain de sexe féminin’.
Por entre los adjetivos
asociados corrientemente
con homme,
se distinguen los que se refieren a cualidades físicas o morales asociadas a este: homme courageux, fort, intrépide, loyal; bon, brave,
galant, malhonnête, méchant,
pauvre, saint homme; homme célèbre,
cultivé, estimable, honorable; homme intègre, probe, respectable, vertueux.
Otras expresiones
tienen que ver con cualidades intelectuales o con su posición dentro de la sociedad: homme à passions; homme de bien, d'esprit, de génie, de goût, d'honneur, d'apparence; grand homme; honnête
homme; homme public, supérieur, du monde, d'argent, de peu, de qualité, de rien; être un homme; être homme.
También aparece
homme en muchas expresiones relacionadas con oficios u ocupaciones:
homme d'affaires, d'armes, d'état, d'église, d'équipage, de Dieu, d'équipe, de sciences, de théâtre, de ronde,
de peine, de corvée, de cheval, d'épée, de guerre; homme de l'art, de cour.
Desde el punto
de vista físico, femme es el ser humano después de ‘avoir eu des relations sexuelles, ne plus être vierge’.
Hay menos adjetivos calificativos relacionados con cualidades morales o intelectuales de la mujer; he aquí
algunas más importantes: femme d'esprit, femme éclairée, avisée, sensée; femme de (clair) bon sens, de bon conseil; femme (très) sotte;
femme instruite, savante.
3 Cf. en este sentido Farid (1993: 39) quien dice que
“[...] ce n’est pas la langue
française qui est foncièrement sexiste, mais bien les usagers
qui manipulent cette langue”. Sus conclusiones se pueden aplicar perfectamente al español.
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Algunos sintagmas
se refieren al nuevo estatuto de la mujer en la sociedad: femme d’une autre génération,
femme d’à-présent, femme nouvelle, femme libre.
Las únicas expresiones relacionadas con los oficios se relacionan a los trabajos domésticos: femme de chambre; femme de ménage; femme de service o bien con
la prostitución: femme débauchée, dépravée;
femme de mauvaise vie, de
vie, de noce; femme du dernier étage; femme de plaisir; femme publique, vénale, pas chère; femme classée, en carte; femme de bordel, de maison close; femme à soldats.
4. Portugués
El diccionario Porta Editora (DLP) nos ofrece unas
definiciones simétricas de homem (‘pessoa adulta do sexo masculino’) y de mulher (‘pessoa adulta do sexo femenino’). Esta simetría e igualdad aparente desaparecen luego, cuando en la definición de mulher aparece una precisión más, que indica la edad a partir de la que un ser humano de sexo femenino se considera ser ‘mulher’: es después
de la edad de la pubertad,
o sea, la edad a partir de la cual la mujer es apta para la reproducción. Notamos el paralelismo entre mulher y su correspondiente castellano mujer que también
indicaba esta edad (v. supra).
En lo que concierne
a las expresiones asociadas
con estas palabras, aunque sean muy
pocas (4 para homem, 2 para mulher), cabe notar que todas las expresiones
asociadas a homem tienen un significado positivo (homem de bem = indivíduo honesto e correto’; homem de Deus = ‘indivíduo que dedicou
a vida a Deus’; homem de palavra = ‘indivíduo
que cumpre o que promete’; homem feito = ‘indivíduo que atingiu o seu pleno desenvolvimento, adulto’), mientras que ambas expresiones
relacionadas con la mujer
son negativas (mulher de má vida= ‘prostituta’;
mulher de virtude= ‘bruxa, feiticeira’).
El
diccionario académico
(DLPC) ofrece más material,
debido a la abundancia de los ejemplos.
El
género próximo no es el mismo
en las dos definiciones, ya
que para homem se usa ser humano, y mulher aparece
definida mediante pessoa, en un interesante paralelismo con las definiciones del DRAE (v. supra 1.).
Hay algunas
expresiones que aparecen simétricamente en las
dos entradas, con el mismo significado: homem/mulher da noite, homem/mulher de Deus, homem/mulher de armas, homem/mulher
feito/-a, homem/mulher objecto. En lo que concierne
a esta última expresión (‘mera fonte de pracer sexual’), parece ser la única que, inicialmente aplicada solo a las mujeres, ha pasado a usarse con referencia a los hombres.
En cuanto a las demás expresiones relacionadas con homem, la mayoría se refieren a cualidades positivas: homem de bom conselho (‘prudente, sensato’),
homem de palavra (‘o que
é honesto e cumpre sempre o que prometiu’),
homem de toutiço (‘indivíduo inteligente ou sábio’),
homem forte (‘o que
detém a poder, a força’). Otras se refieren a oficios y profesiones:
homem de espada (‘militar’),
homem de gabinete (‘o
que se ocupa em trabalhos intelectuais’), homem de leis (‘aquele que tem como função
interpretar as leis e esclarecer questões jurídicas’), homem de negócios (‘o
que se dedica as actividades
comerciais’), etc.
La mujer no parece
tener tantas cualidades, ni dedicarse a tantos oficios. De hecho, la
principal “profesión” de la mujer
según el diccionario parece ser la prostitución, pues “el más antiguo
oficio del mundo” aparece en no menos de cuatro
expresiones: mulher de má
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nota, mulher de má
vida, mulher perdida, mulher sem vergonha. Otro
oficio relacionado con la mujer es la de adivina o bruja: mulher de virtude (‘aquela que faz
supor que sabe prever o futuro;
≈ ADIVINHA, BRUXA’). La única expresión
con connotación aparentemente
positiva es mulher honrada (‘a que é fiel ao
marido’), pero vemos que se refiere
al papel tradicional de la mujer, el de esposa. Por otra parte, dado que no existe una expresión parecida en la entrada homem, podemos sacar
la conclusión de que la fidelidad conyugal es un atributo solo de las mujeres que nada tiene que ver
con los hombres.
5. Italiano
En el Vocabolario della lingua italiana (VLI), las definiciones
de uomo y donna son mucho más simétricas
que en otros diccionarios vistos hasta ahora: ‘maschio
fisicamente adulto della specie umana’ versus ‘femmina
fisicamente adulta dela
specie umana’.
Hay muchas
expresiones que encontramos en las dos entradas,
y que tienen el mismo significado. Las expresiones se refieren a cualidades morales e intelectuales: brav’uomo (‘onesto, lavoratore, ma di limitate capacità intellettuali’), brava donna (‘abile, lavoratrice’);
sant’uomo (‘estremamente buono, onesto, paziente’), santa donna (‘extremamente buona, onesta’); grand’uomo (‘dotato di eccezionali capacità, qualità, virtù’), gran donna (‘dotata di eccezionali
capacità e virtù’); uomo di poche parole
(‘taciturno, che preferisce l’azione ai discursi’), donna di poche parole
(‘taciturna’); uomo di spirito (‘chi sa scherzare’), donna di spirito (‘brillante, spiritosa’); uomo di gusto, di buon gusto (‘che sa scegliere, che ha e dimostra buongusto’), donna di gusto, di buon gusto (‘chi sa scegliere, che ha e dimostra buongusto’); uomo di classe (‘elegante,
colto, raffinato’), donna di classe (‘elegante,
colta, raffinata’); uomo di mondo (‘che
ha grande esperienza della
vita o che conduce una vita di intensi
relazioni sociali’), donna di mondo (‘abituata alla
vita di società’). Cabe
notar una pequeña diferencia
en la expresión uomo/donna di poche
parole. Si del hombre
se dice que prefiere la acción al hablar, de la mujer no se dice nada al respecto, ya que,
tradicionalmente, no se podía asociar la mujer a la acción.
Una disparidad hemos notado en la expresión onest’uomo (‘uomo onesto, ma
di limitate capacità intellettuali’)
versus donna onesta (‘che
sa conservare la propria castità, se nubile, che è fedele al proprio marito, se sposata’). Esta idea de honestidad relacionada a la mujer la hemos encontrado también en portugués (v. supra 4.), la idea de que
la fidelidad conyugal es un atributo de la mujer, pero aparentemente
no del hombre,
porque la expresión correspondiente nada tiene que ver con la fidelidad o la castidad.
Otras expresiones
que reflejan cualidades morales positivas parece que son un atributo exclusivo del hombre:
uomo di parola (‘che
mantiene ciò che promette’); uomo d’onore (‘onorato e rispettabile’); uomo d’azione (‘che non perde tempo in chiacchere’); uomo di merito (‘ricco di meriti’); uomo di fiducia (‘del quale ci si può interamente fidare’).
La
única expresión que indica una cualidad negativa
( uomo da poco, da nulla
– ‘che vale poco o nulla’) tiene su correspondiente
en femenino (donna da poco) pero con significado diferente (‘facile, leggera’).
Otras expresiones
se relacionan con oficios o dignidades
públicas que el hombre puede desempeñar:
uomo politico (‘che si dedica all’attività
politica’); uomo di Stato (‘statista’);
uomo di legge (‘giurista, avvocato’); uomo di chiesa (‘eccelesiastico’); uomo d’arma, di spada, di
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guerra (‘combattente, spadacciono, soldato’); uomo di mare (‘marinaio’); uomo di lettere (‘letterato’); uomo di teatro (‘dramaturgo’); uomo di scienza (‘scienziato’).
Hay dos expresiones
que conciernen las cualidades físicas de la mujer: donna crisi (‘volutamente molto magra’); donna cannone (‘enormemente grassa’) y otras dos que se refieren a sus cualidades morales e intelectuales: buona donna (‘di animo buono, (…) ma non troppo
inteligente’); donna di cuore, di gran cuore (‘generosa, molto generosa’).
No
podían faltar las expresiones relacionadas con el “lugar” que le correponde
a la mujer y con los
oficios más característicos
de esta: por una parte, los
quehaceres del hogar, propio o ajeno: donna di servizio (‘domestica, fantesca’);
donna di casa (‘che
acudiste, nella propria
casa, alle faccende domestiche’); donna a tutto fare (‘che sbriga tutte
le facende domestiche’); y
por otra parte, la prostiución:
donna di facili costumi
(‘incline ad avventure amorose’);
donna di mondo, di partito,
di vita, di malaffare, galante, perduta,
pubblica (‘prostituta’).
6. Catalán
El
diccionario catalán (DCVB) define también asimétricamente home (‘Individu mascle de l'espècie humana’) y dona (‘Persona
del sexe femení”), como otros que
hemos visto hasta ahora, pero
la diferencia no parece tan significativa.
Al igual que en otras
lenguas, home implica el rasgo /adulto/, oponiéndose por lo tanto a nen, infant. Por el contrario,
la edad a partir de la que un ser humano hembra puede ser considerado dona es la pubertad (‘ja ha arribat a la pubertat’), al igual que en español o portugués, o sea, la edad a partir de la cual es apta para la reproducción. Según otra acepción, una dona es la que ‘ha practicat l'acte sexual’,
por oposición a xica, doncella.
Si miramos las expresiones que aparecen en las dos entradas, observamos que solamente hay
dos que se repiten: home/dona de bé y home/dona de casa seva. Sin embargo, ninguna de las dos tiene el mismo significado si se aplica a home o, respectivamente, a dona.
El significado de la primera
es bastante cercano: ‘el qui obra segons la llei moral/la que guarda bona conducta moral’. Cabe
notar que a la imagen
masculina se le asocia la acción, mientras
que la parte femenina tiene que mantener
cierta conducta. Esto tiene que ver
también con la dicotomía impuesta socialmente a la pareja hombre/mujer, pues
el hombre viene asociado con la acción, y la mujer con la pasividad.
La segunda pareja de expresiones tiene significados bastante diferentes: ‘el qui viu intensament la vida de família’ y
‘la que atén a les ocupacions casolanes i surt poc de casa’. La
diferencia radica en la diferente interpretación de ‘casa’:
si para el hombre casa
significa familia, dedicarse
a su vida familiar para la mujer
casa significa
quehaceres domésticos, la dedicación a las faenas del hogar. Además,
la casa es vista como lugar de encierro,
porque la dona
de casa seva ‘surt poc de casa’.
Las demás expresiones relacionadas con home reflejan cualidades
morales o físicas positivas: home de Déu (‘home d'extrema bondat’); gran home (‘home que excel·leix
de manera extraordinária
per les seves facultats de talent, d'energia, d'activitat’); home de coratge (‘el qui és valent, agosarat’); home de paraula (‘complidor de les promeses’); Sant home (‘el qui viu intensament la vida de virtut’). Otras, en cambio, se refieren a diversos oficios y profesiones desempeñados por el varón: home d'armes (‘guerrer’); home de peu (‘guerrer que
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combatia a peu’); home de mar (‘mariner’);
home de negocis (‘financer’); home de religió (‘religiós’).
Solamente una expresión
tiene connotación negativa,
a saber, home de mala vida (‘el
qui viu immoralment’).
En lo que concierne
a dona, además
de las expresiones comentadas
más arriba, las demás se refieren al mundo de la prostitución. Hay siete equivalentes
para prostituta, incluidas
dos variantes arcaicas: mala dona, dona pública,
dona de la vida, dona de món, dona de cadira, ant. dona
del públic, dona errada y otras dos relacionadas también con el mundo de la prostitución y sus efectos: casa de dones
(‘prostíbul’); mal
de dones (‘malaltia venèria’).
7. Rumano
Las disparidades entre las definiciones, relacionadas con los papeles desiguales
en la sociedad también se dejan reflejar en los diccionarios rumanos. Lo más
patente se nota en el diccionario académico
(DA), hecho debido probablemente a su antigüedad, ya que los primeros
tomos (que contenían las definiciones de bărbat y de femeie, las que nos
interesan aquí) datan de las primeras décadas del siglo
pasado.
Bărbat es definido a través del rasgo diferenciador
/edad/: ‘om matur (spre deosebire de copil, băiat,
flăcău, june, pe de o parte, de bătrân, moş, moşneag (ghiuj, vâj) pe de altă parte)’ (apud DA). En una
de las citas se precisan además los límites
de edad entre las cuales un ser humano macho puede considerarse bărbat: Ej.: Bărbat iaste
[omul] de în 42 până în 56 de ani.
(Pravila, apud DA).Si para bărbat el rasgo definidor es la madurez, no ocurre lo
mismo para femeie,
ya que un ser humano hembra puede
considerarse femeie
solo después del matrimonio: ‘după ce s’a măritat
(în opoziţie cu fată)’. O sea
que el paso de fată
a femeie se hace
a través del cambio de estatuto social.
Si examinamos diccionarios más recientes, como el DEX, observamos la simetría de las dos definiciones:
‘persoană adultă de sex masculin’ versus ‘persoană adultă de sex feminin’. A diferencia del diccionario académico, el DEX no ofrece contextos
de uso ni expresiones o locuciones. Por lo tanto es imposible
hacer otras precisiones concernientes a las relaciones entre género gramatical y género
social.
Otro diccionario reciente, el DEXI, es el único más rico
en fraseología. Registra la
expresión bărbat
de stat, que se refiere
a las dignidades públicas que un hombre puede
desempeñar, que no tiene correspondiente
en femenino.
Las
demás frases hechas tienen que
ver con las relaciones entre hombres y mujeres: a nu şti de bărbat; a
pus bărbatul cârpă (‘se spune atunci când femeia este cea care conduce casa’) o con las relaciones
de matrimonio: a-i
da cuiva de bărbat pe cineva; şi-a găsit hîrbul capacul, tigva dopul şi
lelea bărbatul (‘se zice despre două persoane cu aceleaşi
defecte care se asociază’).
Las expresiones relacionadas con femeie se refieren,
al igual que en otras lenguas, a las ocupaciones tradicionales de la mujer: los quehaceres
de la casa (femeie de serviciu; femeie la toate) o la prostitución (femeie
de stradă (uşoară); femeie galantă).
Además de estas,
hay dos expresiones que presentan cualidades
positivas: iuşcă de femeie (‘femeie
şireată şi plină de
temperament’); femeie de lume (‘care
are experienţa vieţii în
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societate,
care cunoaşte uzanţele’); y
una relacionada con características
físicas, pero negativas: un mal de
femeie (‘o femeie foarte mare’).
Finalmente, aparecen expresiones relacionadas con el casamiento (a conduce o femeie la altar), las relaciones sexuales (a avea o femeie) o al estado de gravidez (femeie cu burduful la gură = ‘femeie
aflată într-un stadiu avansat de graviditate’).
8. Conclusiones
El tratamiento del lexicógrafo no es igualitario. Normalmente las expresiones asociadas con el hombre se relacionan con cualidades positivas que en pocos casos volvemos
a encontrar luego en la entrada de su correspondiente
femenino, o bien con funciones y dignidades públicas que tampoco
encontramos como propias de la mujer.
El papel de la mujer según el diccionario es la de cuidar de su casa; esta expresión
la hemos encontrado en todas las lenguas que hemos analizado;
también “el más antiguo oficio del mundo”, la prostitución, aparece como “ocupación tradicional” de la mujer.
Otra diferencia
importante es la edad a partir de la cual una persona se puede considerar ‘hombre’, respectivamente, ‘mujer’. Si para el hombre esta edad es
la adulta sin más, para la mujer
puede ser la edad de la pubertad, cuando empieza a ser apta para la reproducción
(en español, portugués), o bien después de haber tenido relaciones
sexuales (en italiano, francés) o en cualquiera de los dos casos (en catalán) o bien esta edad se define
socialmente, desde el punto
de vista del matrimonio (en rumano).
Este tratamiento discriminatorio en el
artículo lexicográfico no releva sin embargo una “óptica
de varón del lexicógrafo” (cfr. Olmedo 1999), sino, según apuntaba
Michard (1996), una concepción
general sobre la sociedad y el mundo
que hace del hombre el “humano absoluto”, mientras que la mujer se convierte en “humano relativo”4.
Bibliografía
Fuentes
DA: Dictionarul limbii române întocmit si publicat dupa îndemnul si cu cheltuiala Maiestatii
sale Regelui
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4 “Du point
de vue socio-cognitif, idéologique, notionnel, d’ordre pré-verbal et inconscient, on est en effet en droit de faire l’hypothèse que les propriétés d’humanité et de sexe ne sont pas
structurés de la même façon pour les
notions d’homme et de femme. La structuration est logique pour les
représentants de la classe
de sexe dominante: humain en tant
que propriété définissante, mâle en tant que propriété
qualifiante (humaine mâle). Par contre, la structuration
est irrationnelle pour les représentants de la classe de sexe dominée: femelle es la propriété
définissante, humain est la
propriété qualifiante (femelle humaine ou femelle de l’humain)” (cf. Michard 1996: 38-39).
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