Colindancias (2013) 4: 289-303

 

Jasmina Markič

 

Universidad de Ljubljana

 

Eslovenia

 

 

“El día en que lo iban a matar”. Las perífrasis verbales en Crónica de una muerte anunciada

 

 

Recibido 22 de febrero de 2013 / Aceptado 27 de mayo de 2013


 


 

 

1. Acerca del concepto de perífrasis verbal

 

Las perífrasis verbales, denominadas también complejos verbales conjuntos por Fernández de Castro (1999: 15 -16), se suelen definir de acuerdo con los criterios sintáctico-semánticos como combinación de dos elementos verbales, un verbo auxiliar flexionado y un verbo auxiliado en forma no flexionada que forman una unidad sintáctico-semántica, es decir, constituyen un solo núcleo del predicado e indican primordialmente valores aspectuales, modales y en menor medida temporales1. El primer elemento, el verbo auxiliar, tiene significado gramatical (aporta información sobre la persona, el número, el tiempo, el modo, el aspecto), suele conjugarse (Se puso a cantar) pero puede no estar conjugado debido a las características sintácticas del contexto (No es humano tener que trabajar tanto). El auxiliado o verbo principal en forma no personal (infinitivo, gerundio, participio) aporta esencialmente el valor semántico-léxico. La distribución de significados es arbitraria en el sentido de que el auxiliar en las perífrasis verbales aporta también su valor semántico-léxico al conjunto2 y el auxiliado, por su parte, contribuye al valor general de la perífrasis con su valor gramatical. Las dos partes se vinculan mediante unión directa (sin nexos) en las perífrasis verbales de gerundio, de participio y algunas de infinitivo o indirecta (con nexos: preposiciones, conjunciones, frases conjuntivas) en el caso de las perífrasis verbales de infinitivo (ir a + infinitivo, tener que + infinitivo, estar a punto de + infinitivo). Existen también construcciones verbales, denominadas perífrasis verbales copulativas, formadas por dos verbos conjugados relacionados con la conjunción copulativa y, cuyo significado y función se asemejan a las perífrasis verbales. Los dos verbos tienen sujeto idéntico, el primero no funciona con su significado léxico y actúa como auxiliar, el segundo conserva sus propiedades sintácticas y semánticas originales (García Fernández 2006: 98-99). Se trata de expresiones coloquiales y narrativas (Gómez Torrego 1988: 27) indicadoras de valores aspectuales que, según Coseriu (1977: 76), señalan acciones en su totalidad englobando el inicio y el término. La acción se presenta como no dividida, intensa, brusca, rápida con matices de sorpresa, de algo inesperado y repentino (Va y dice que…, Cogió y nos pegó…)3.


 

Las perífrasis verbales funcionan como una sola unidad verbal, es decir, su significado propio proviene de la fusión de ambos elementos constitutivos. No se trata simplemente de la suma de los significados de sus elementos, estos no pueden separarse el uno del otro, ni pueden tener relaciones sintácticas propias. Como las perífrasis verbales actúan como un todo, es muy raro que entre ellas se intercalen otras palabras. Generalmente la inclusión de otra palabra entre dos elementos de una construcción verbal del tipo de perífrasis verbal es señal de que la construcción en cuestión no es perifrástica. Sin embargo, esto puede ocurrir debido, principalmente, a efectos estilísticos y/o rítmicos como en el ejemplo siguiente de Crónica de una muerte anunciada (de aquí en adelante CMA) cuando entre el auxiliar y el verbo principal se intercalan complementos circunstanciales de tiempo, de lugar, etc. que normalmente irían delante o detrás de la perífrasis:

 

1) Estuvo como media hora cambiándose la gasa con que llevaba envuelta la pinga”, me dijo Pablo Vicario. (CMA, 82)4

 

Tradicionalmente las perífrasis verbales suelen clasificarse de acuerdo con la forma del verbo principal en perífrasis verbales de infinitivo, de gerundio y de participio o de acuerdo con sus valores en perífrasis modales, aspectuales y temporales aunque en este

 

 

 

 

 

1 Véase también Gómez Torrego (1999), Yllera (1999), García Fernández (2006).

2 Muchos auxiliares en las perífrasis verbales mantienen su significado léxico parcialmente (p. ej. los verbos de movimiento cuando actúan como auxiliares pueden aportar valores de dinamicidad a la perífrasis verbal) o totalmente (p. ej. las perífrasis indicadoras de las fases de la acción como empezar / comenzar a + infinitivo, terminar de + infinitivo, seguir / continuar + gerundio).

3 El esloveno conoce una estructura verbal semejante: Gre in mi reče....

4 De aquí en adelante en las referencias a esta obra se indica CMA y la página.


 

último caso es difícil hacer una división clara entre los tres valores ya que generalmente se combinan entre y dependen también de los paradigmas verbales de los auxiliares, de los complementos circunstanciales que los acompañan y de otros elementos del entorno textual en el que se encuentran. Además de los valores mencionados, muchas expresan valores estilísticos (Gómez Torrego 1988: 22) y contextuales (García Fernández 2006: 52).

 

 

 

2. La estructura narrativa de Crónica de una muerte anunciada

 

La novela de Gabriel García Márquez Crónica de una muerte anunciada, publicada el 4 de mayo de 1981, como se anuncia en el título, finge ser una crónica. Pero, según Reyes (1983: 57) “la palabra crónica pertenece al narrador personaje, al hombre que vuelve a su pueblo para reconstruir, con la memoria de otros, la historia de un crimenque había ocurrido 27 años antes. No se trata de una crónica de acontecimientos que se sucedieron en el pasado, como se define en el diccionario5, sino una anticrónica, una crónica de relatos de muchísimos personajes que aparecen en la novela6. No es lo que pretende ser, sino que es un entramado de acontecimientos y personajes, una “multiplicidad de voces que deambulan y construyen el texto instalando paralelamente la posibilidad de un infinito juego significante haciendo estallar las certezas y agrietando las palabras” (Ibáñez 2008).

 

La novela está escrita como un documento basado en pruebas y testimonios. Es el resutado de muchas indagaciones, testimonios y recuerdos del narrador del cual sabemos que estuvo presente en el momento del crimen y que tenía fuertes vínculos con la víctima ya que fue su amigo de la juventud. En la novela no se da a conocer el nombre del narrador pero sabemos quién es su madre (Santiaga), su hermana (Margot), sus hermanos (Jaime y Luis Enrique), su tía (Wenefrida Márquez), su esposa (Mercedes) y sus amigos. Todos son personas reales, familiares y amigos del escritor. García Márquez juega con el/los narrador/es y lo(s) identifica consigo mismo.

 

La novela es breve y bien estructurada. El lugar de la trama no se define con exactitud. Se nos dice que todo ocurre cerca del Mar Caribe y que el pueblo se encuentra a orillas de un río7. El pueblo se presenta como un escenario (calles, puerto, casas, plaza) donde se lleva a cabo el sacrificio. La estructura temporal es mucho más compleja. En la novela hay varios niveles temporales: el presente del narrador (tiempo A), un lunes hace 27 años cuando ocurrió el asesinato (tiempo B), 23 años después del asesinato (tiempo C) cuando el narrador encuentra casualmente a Angela Vicario en la Guajira (“Pero era ella: Angela Vicario 23 años después del drama” CMA, 116) y otros. El tiempo B es el tiempo clave al que se refieren los demástiempos” (años, meses, días, horas, minutos antes y después del asesinato). CMA es una novela de recuerdos, los protagonistas deambulan por

 

 

 

 

 

5  Definición del DRAE (2001): (Del lat. chronĭca, y este del gr. χρονικ [βιβλα], [libros] en que se refieren los sucesos por orden del tiempo). 1. f. Historia en que se observa el orden de los tiempos. 2. f. Artículo periodístico o información radiofónica o televisiva sobre temas de actualidad.

 

6 Es “una crónica de palabras: testimonios complementarios, a veces superpuestos, a veces contradictorios, que nos permiten, , después de armar el rompecabezas de datos, hacer una reconstrucción del crimen, pero que no lo explican” (Reyes 1983: 57).

 

7 Estaba en una colina barrida por los vientos, y desde la terraza se veía el paraíso sin límite de las ciénegas cubiertas de anémonas moradas, y en los días claros del verano se alcanzaba a ver el horizonte nítido del Caribe, y los trasatlánticos de turistas de Cartagena de Indias” (CMA, 49). “Del otro lado se divisaban los sembrados de plátanos azules bajo la luna, las ciénegas tristes y la línea fosforescente del Caribe en el horizonte” (CMA, 89).


 

 

los laberitnos de la memoria, diferentes dimensiones temporales se superponen. El acontecimiento clave de la novela está concentrado en dos horas, de las 5:30, cuando despertó Santiago Nasar, hasta las 7:05 cuando es asesinado. La novela empieza y termina con el asesinato de Santiago Nasar.

 

La trama de la novela se presenta en el inicio: el asesinato premeditado de Santiago Nasar y esclarecimiento del homicidio que ocurrió hace 27 años. Santiago Nasar fue asesinado por los gemelos Pedro y Pablo Vicario a fin de lavar la honra de su propia familia ya que el esposo de Ángela Vicario, hermana de los gemelos, la devolvió a la familia después de la primera noche de bodas, porque descubrió que no era virgen. El culpable de la deshonra sería Santiago Nasar. Los gemelos tenían que vengarse aunque no lo querían e hicieron todo lo posible para que alguien se lo impidiera pero no lo consiguieron. Paralelamente a la historia del asesinato corre la historia de amor entre Angela Vicario y Bayardo San Román.

 

La novela, como es el caso de otras novelas y cuentos de García Márquez8, se basa en un hecho real ocurrido en enero de 1951 cuando fue asesinado un joven en la población Sucre, cerca de la ciudad de Riohacha en el Norte de Colombia. Gabriel García Márquez escribió esta novela treinta años después de haber ocurrido el asesinato incluyéndose como narrador a mismo9. Hay varias señales de la presencia del autor y de sus parientes en la novela10. En sus conversaciones con su amigo Plinio Apuleyo Mendoza confiesa que los hechos ocurridos en Sucre le interesaron primero solo como reportaje y queempecé a pensar el caso en términos literarios varios años después, pero siempre tuve en cuenta la contrariedad que le causaba a mi madre la sola idea de ver a tanta gente amiga, e inclusive a algunos parientes, metidos en un libro escrito por un hijo suyo” (García Márquez 1983: 33). Afirma que “al cabo de 30 años descubrí algo que muchas veces se nos olvida a los novelistas: que la mejor fórmula literaria es siempre la verdad” (García Márquez 1983: 28). El mismo narrador en CMA es consciente de lo borrosa que es la línea que divide lo real de lo imaginario:

 

2)  Al verla así, dentro del marco idílico de la ventana, no quise creer que aquella mujer fuera la que yo creía, porque me resistía a admitir que la vida terminara por parecerse tanto a la mala literatura. (CMA, 116)

 

3)   Estaba tan perplejo con el enigma que le había tocado en suerte, que muchas veces incurrió en distracciones líricas contrarias al rigor de su oficio. Sobre todo, nunca le pareció legítimo que la vida se sirviera de tantas casualidades prohibidas a la literatura, para que se cumpliera sin tropiezos una muerte tan anunciada. (CMA, 130)

 

 

 

 

 

8 “[…] la imaginación no es sino un instrumento de elaboración de la realidad. Pero la fuente de creación al fin y al cabo es siempre la realidad” (García Márquez 1983: 31).

 

9 “[…] la solución fue introducir un narradorque por primera vez soy yo mismoque estuviera en condiciones de pasearse a su gusto al derecho y al revés en el tiempo estructural de la novela” (García Márquez 1983: 28).

10 Como por ejemplo, la presencia de su esposa Mercedes Barcha en la novela: “‘Parecía una monja’, recuerda Mercedes” (CMA, 43); “Muchos sabían que en la inconciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que se casara conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como ella me lo recordó cuando nos casamos catorce años después” (CMA, 60).


 

 

 

En Crónica de una muerte anunciada, narrada en primera persona de singular, el narrador desempeña un doble papel. Por una parte actúa como cronista y narrador testigo: investiga las circunstancias del asesinato de Santiago Nasar buscando datos fidedignos del asesinato11. Por otra parte, es también narrador protagonista puesto que estuvo involucrado en los acontecimientos de hace veintisiete años, aunque estuvo ausente en el momento decisivo del asesinato porque estaba durmiendo en la casa de María Alejandrina Cervantes: “[…] y después no volví a saber de mismo hasta que empezaron a sonar las campanas” (CMA, 91). En el comienzo de la novela, se presenta como un observador externo que conoce lo ocurrido y relata toda la historia en las primeras páginas. En la primera frase (ej.

 

4)  la perspectiva del narrador testigo es igual a la de un narrador omnisciente que presenta los acontecimientos pasados globalmente en pretérito perfecto simple (se levantó) y los anticipa con la perífrasis verbal iban a matar. Pero en la tercera frase (ej. 5) de la misma página aparece un pronombre personal de primera persona de singular (me) que indica que el narrador es protagonista de la narración (Markič 1998: 55-56).

4) El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. (CMA, 9)

 

5)  Siempre soñaba con árboles”, me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato. (CMA, 9)

 

Además del narrador principal (cronista) hay toda una serie de testigos que cuentan el mismo hecho desde perspectivas diferentes, a veces diametralmente opuestas12. El cambio de enfoques y diferentes maneras de iluminar un acontecimiento del pasado es una de las características de la prosa de García Márquez que en esta novela aparece con más intensidad. Se incluyen diferentes discursos en la narración así que el relato avanza a través de estilos indirectos y directos. CMA es el relato de muchos relatos y hay casos en los que alguien cuenta al narrador algo que le había narrado otra persona. El procedimiento narrativo se parece a una caja china tal como lo analiza Vargas Llosa (1971: 287) en su obra Historia de un deicidio.

 

Las relaciones espacio-temporales en el texto son complejas, se oyen diferentes voces, aparecen elementos de intertextualidad, los acontecimientos narrados están vinculados directamente con la vida del propio autor y la realidad colombiana de aquel entonces. Los párrafos siguientes tratan de demostrar cómo se expresan estas relaciones con las perífrasis verbales indicadoras de diferentes valores.

 

 

 

 

 

11 “La planta baja se inundaba con el mar de leva, y los volúmenes descosidos flotaban en las oficinas desiertas. Yo mismo exploré muchas veces con las aguas hasta los tobillos aquel estanque de causas perdidas, y sólo la casualidad me permitió rescatar al cabo de cinco años de búsqueda unos 322 pliegos salteados de los más de 500 que debió tener el sumario” (CMA 129).

12 Muchos coincidían en el recuerdo de que era una mañana radiante con una brisa de mar que llegaba a través de los platanales, como era de pensar que lo fuera en un buen febrero de aquella época. Pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la había visto Santiago Nasar en el bosque del sueño” (CMA 10-11).


 

 

 

3. El papel de las perífrasis verbales en la novela

 

Las perífrasis verbales con sus valores aspectuales, temporales y modales y sus matices estilísticos desempeñan un interesante papel en el entramado de la crónica. Focalizan los acontecimientos desde diferentes puntos de vista, iluminan diferentes ángulos, añaden matices de significado. A continuación se analizan las perífrasis verbales que más se destacan en la novela por sus valores y la frecuencia de aparición en el texto.

 

Ir a + infinitivo es una perífrasis con valores aspectuales (incoativo y de inminencia de la acción), valores temporales (de posterioridad) y modales, que se han desarrollado de estos valores prospectivos. Se trata de valores modales fuertemente ligados al contexto: epistémicos (de probabilidad) y deónticos (de intención)13. Ir a + infinitivo con el auxiliar en imperfecto de indicativo es la perífrasis más típica de la novela de García Márquez Crónica de una muerte anunciada. En la primera frase de la novela (ej. 4) la perífrasis verbal con el verbo auxiliar en imperfecto iban a matar indica una perspectiva cursiva14 desde el punto de vista aspectual, sus valores temporales (posterioridad), aspectuales (inminencia de la acción) y modales (intención) le conceden un matiz de anticipación. En cierto sentido el narrador deja al lector en suspense ya que con la perífrasis verbal no se expresa explícitamente si la acción llega a su final o no, quedando abiertas las dos posibilidades15. Solamente unas líneas más abajo se nos informa sobre el desenlace trágico: “[…] le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte” (CMA, 10).

 

Cuando en octubre de 1987 fue asesinado Jaime Pardo Leal, candidato a la presidencia de Colombia y jefe del partido de izquierda Unión Patriótica, la prensa colombiana difundió la noticia utilizando la primera frase de CMA en un sutil juego de intertextualidad para presentar el asesinato como una muerte anunciada ya que el político fue amenazado de muerte varias veces antes de la tragedia.

6)  Jaime Pardo Leal sabía que lo iban a matar. Su familia sabía que lo iban a matar. La Unión Patriótica sabía que lo iban a matar. Los periodistas sabían que lo iban a matar. El país entero sabía que lo iban a matar. Finalmente lo mataron. Eran las 3:45 de la tarde del domingo 11 de octubre16.

 

Ir a + infinitivo, con el auxiliar en imperfecto de indicativo indicando el valor aspectual imperfectivo de visión cursiva, se repite como un refrán a lo largo de toda la novela anticipando acciones que se realizan (ejemplos 7 y 8) y otras que no llegan a realizarse (ejemplos 9 y 10). A este valor aspectual y temporal de posterioridad se le añaden matices de insistencia destacando el elemento trágico y fatal de la novela. A pesar de tantas

 

 

 

 

13 Cfr. García Fernández (2006: 177-182).

 

14 La perspectiva (cursiva o global) se refiere al aspecto en el sentido estrecho, lo que normalmente se denomina aspecto verbal, e indica cómo el hablante o el narradorve” la acción, desde qué punto de vista o perspectiva la observa, es decir, abarca la acción en su totalidad (perspectiva global) o abarca la acción parcialmente y señala una parte de la acción sin interesarle el inicio y el final (perspectiva cursiva).

15 En la traducción eslovena se pierde el matiz delsuspense” y se priva al lector esloveno de la oportunidad de disfrutar del sutil juego de significados aportados por la perífrasis verbal puesto que se le ofrece el hecho ya realizado (lo iban a matar está traducido como lo mataron con tiempo pretérito y aspecto perfectivo): Tistega dne, ko so ga ubili, je Santiago Nasar vstal ob pol šestih zjutraj, da bi šel čakat parnik, s katerim je prihajal škof (García Márquez, 1982: 7).

 

16 http://www.semana.com (página consultada en marzo de 2013).


 

 

 

señales explícitas e implícitas de la tragedia venidera, los eventos se desarrollan como si hubieran sido programados y llevan al final anunciado: la muerte del protagonista.

 

7)  El día en que lo iban a matar, su madre creyó que él se había equivocado de fecha cuando lo vio vestido de blanco. (CMA, 15)

 

8)  Los hombres que lo iban a matar, se habían dormido en los asientos […] (CMA, 24)

 

 

9)  Lo único que recuerdo es que me sostenía por el pelo con una mano y me golpeaba con la otra con tanta rabia que pensé que me iba a matar”, me contó Angela Vicario. (CMA, 64)

 

10) Sin embargo, le pareció inconcebible que a Santiago Nasar lo fueran a matar, y en cambio se le ocurrió que lo iban a casar a la fuerza con Ángela Vicario para que le devolviera la honra. (CMA, 146)

 

En la perífrasis verbal ir a + infinitivo prevalece la dimensión temporal de posterioridad y adquiere valor prospectivo sustituyendo al futuro simple o al condicional (NGLE 2009: 2154-2155), sobre todo en las variantes del español de América. El auxiliar se encuentra en diferentes paradigmas verbales dependiendo de la perspectiva temporal y aspectual en la que se halla la acción. En los diálogos en estilo directo aparecen los paradigmas verbales de la esfera del presente, en la narración los de la esfera del pasado. Con el auxiliar en presente el narrador puede expresar el valor temporal de futuro (ej. 11). A la dimensión temporal de posterioridad se le añade el valor modal de intención: los gemelos repiten esta frase muchas veces para anunciar el asesinato probablmente con la intención de que alguien se lo impida, pero la mayoría de la gente no les cree (ejemplos 12 y 13). En otros contextos se indica el valor aspectual incoativo o de inminencia de la acción (ej. 14) o se expresan valores modales que cobra la perífrasis en contextos coloquiales exclamativos o interrogativos: en el ejemplo 15 además del valor futuro aparece un matiz de sorpresa.

 

11) No es justo que todo el mundo sepa que le van a matar el hijo, y que ella sea la única que no lo sabe. (CMA, 34)

 

12) Vamos a matar a Santiago Nasardijo. (CMA, 71)

 

13) Vamos a matar a Santiago Nasar –le dijo. (CMA, 92)

 

14) Victoria Guzmán estaba vigilando la cafetera en el fogón cuando él pasó por la cocina hacia el interior de la casa.

 

–Blanco– lo llamó ya va a estar el café. (CMA, 90)

 

15) –¡Imagíneseles dijo–: qué va a decir el obispo si los encuentra en ese estado! (CMA, 77)


 

 

En los ejemplos 16, 17 y 18 prevalece el valor de inevitabilidad de las acciones que están a punto de realizarse y se realizan: Santiago agarró por la muñeca a Divina Flor que le recibió el tazón, Ibrahim se casó y dieron las siete.

 

16)  Santiago Nasar la agarró por la muñeca cuando ella iba a recibirle el tazón vacío. (CMA, 17)

 

17)   Ibrahim Nasar lo compró a cualquier precio para poner una tienda de importación que nunca puso, y sólo cuando se iba a casar lo convirtió en una casa para vivir. (CMA 19)

 

18)  Apenas iban a ser las siete y ya entraba un sol dorado por las ventanas”. (CMA 137)

 

 

En la perífrasis verbal haber de + infinitivo prevalece el valor modal de necesidad deóntica y sirve para expresar la obligación o conveniencia del evento expresado por el verbo principal. Al valor modal de necesidad le acompaña el valor temporal de futuro y, a veces, el valor modal epistémico de probabilidad. En las obras de García Márquez esta perífrasis verbal con el auxiliar en imperfecto de indicativo indica la posterioridad (futuro del pasado) con matices de lo ineludible y de lo fatal17. Con el procedimiento narrativo de flash forward el narrador “se desplaza en el tiempo” para predecir acontecimientos posteriores (ejemplos 19, 20 y 21).

 

19)  La había despertado cuando trataba de encontrar a tientas una aspirina en el botiquín del baño, y ella encendió la luz y lo vio aparecer en la puerta con el vaso de agua en la mano, como había de recordarlo para siempre. (CMA, 13)

 

20) Lo único que ella pudo hacer por el hombre que nunca había de ser suyo, fue dejar la puerta sin tranca, contra las órdenes de Plácida Linero, para que él pudiera entrar otra vez en caso de urgencia. (CMA, 22-23)

 

21)  Esa precisión había de perseguirme durante muchos años pues Santiago Nasar me había dicho a menudo que el olor de las flores encerradas tenía para él una relación inmediata con la muerte, y aquel día me lo repitió al entrar al templo. “No quiero flores en mi entierro”, me dijo, sin pensar que yo había de ocuparme al día siguiente de que no las hubiera. (CMA, 58)

 

El desarrollo progresivo de la acción verbal, la duración, la evolución lenta suelen indicarse con perífrasis verbales progresivas de gerundio.

 

Con estar + gerundio se actualiza la acción en la esfera del presente (ej. 22) o del pasado (ej. 23). Con esta perífrasis verbal se expresan valores durativos, prolongativos y progresivos, a veces también reiterativos y frecuentativos (Gómez Torrego 1988: 141 -143).

 

22) –Es en serio –le dijo Cristo Bedoya–. Lo están buscando para matarlo. A Victoria Guzmán se le olvidó el candor.

 

 

 

 

 

17 Cfr. Markič (2012) para el uso de esta perífrasis verbal en Cien años de soledad.


 

 

Esos pobres muchachos no matan a nadiedijo.

 

Están bebiendo desde el sábadodijo Cristo Bedoya. (CMA, 137)

 

23) “Estaban dando las cinco cuando fui al baño”, me dijo. (CMA, 94)

 

En la esfera del pasado estar + gerundio puede indicar las acciones desde la perspectiva global (ej. 24) o cursiva. En la perspectiva cursiva (con el auxiliar en imperfecto de indicativo) indica acciones progresivas sin señalar los límites temporales, sin indicar el término. Estas acciones suelen estar en el segundo plano y sirven para describir o preparar las circunstancias de otras acciones vistas globalmente (ej. 25). Las acciones en perspectiva cursiva pueden ser simultáneas con otras acciones en el pasado vistas en perspectiva global (ejemplos 26 y 27).

 

 

24)                    Por allí pasaron entre muchos otros los hermanos Vicario, y estuvieron bebiendo con nosotros y cantando con Santiago Nasar cinco horas antes de matarlo. (CMA, 62)

 

25)  Pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la que había visto Santiago Nasar en el bosque del sueño. Yo estaba reponiéndome de la parranda de la boda en el regazo apostólico de María Alejandrina Cervantes, y apenas si desperté con el alboroto de las campanas tocando a rebato, porque pensé que las habían soltado en honor del obispo. (CMA, 11)

 

26)  Se fueron sin que nadie se diera cuenta, al amparo del agotamiento público, mientras los únicos sobrevivientes despiertos de aquel día irreparable estábamos enterrando a Santiago Nasar. (CMA, 108)

 

27)  Mi tía Wenefrida Márquez estaba descascamando un sábalo en el patio de su casa, al otro lado del río, y lo vio descender las escalinatas del muelle antiguo buscando con paso firme el rumbo de su casa. (CMA, 156)

 

La perífrasis verbal ir + gerundio expresa la progresión, el desarrollo gradual de la acción y suele ir acompañada de adverbios o locuciones adverbiales que refuerzan la intensificación gradual (paulatinamente, progresivamente, gradualmente, poco a poco). Señala tanto la perspectiva global (ejemplos 28 y 29) como la cursiva (ejemplos 30 y 31) dependiendo del entorno textual y del paradigma verbal en el que se encuentra el auxiliar.

28) Sin embargo, la vida se le fue haciendo tan difícil a medida que avanzaba el día, que el olor pasó a segundo lugar. (CMA, 104)

 

29)   Las cosas habían ido desapareciendo poco a poco a pesar de la vigilancia empecinada del coronel Lázaro Aponte, inclusive el escaparate de seis lunas de cuerpo entero que los maestros cantores de Mompox habían tenido que armar dentro de la casa, pues no cabía por las puertas. (CMA, 113-114)


 

30) Santiago Nasar calculaba, y se lo dijo a Bayardo San Román, que la boda le iba costando hasta ese momento nueve mil pesos. (CMA, 59)

 

31) Pura Vicario le envolvió la cara con un trapo a la hija devuelta para que nadie le viera los golpes, y la vistió de rojo encendido para que no se imaginaran que le iba guardando luto al amante secreto. (CMA, 108)

 

Con llevar + gerundio se indican acciones durativas limitadas en un marco temporal. La acción se desarrolla desde un momento determinado hasta el momento del habla o punto de referencia sin indicar el final. Esta delimitación en el tiempo hace incompatible su uso en perspectiva global y, por tanto, no se usa con los tiempos verbales perfectivos. Siempre va acompañada de una referencia temporal, “una expresión que indique la duración del intervalo considerado, o bien una marca que haga expreso su límite inicial” (NGLE 2009: 2204). En el ejemplo 32 el grupo nominal cuantificativo mucho tiempo se intercala entre el auxiliar y el verbo principal:

 

32)   Llevaba mucho tiempo pensando en él sin ninguna ilusión cuando tuvo que acompañar a su madre a un examen de la vista en el hospital de Riohacha. (CMA, 120)

 

Andar + gerundio es una perífrasis verbal semánticamente próxima a estar + gerundio “en que no implica que la acción o el proceso denotados por el verbo principal llegue a completarse” (NGLE 2009: 2198). Indica situaciones que se desarrollan con interrupciones, de manera discontinua (ej. 33), o acciones y procesos reiterativos (ej. 34). Su valor aspectual frecuentativo va acompañado muchas veces de connotaciones irónicas y negativas.

 

33)  –Nada –le contestó Pedro Vicario–. No más que lo andamos buscando para matarlo. (CMA, 74)

 

34) Sin embargo, nadie se había acordado de él hasta después del eclipse de luna, el sábado siguiente, cuando el viudo Xius le contó al alcalde que había visto un pájaro fosforescente aleteando sobre su antigua casa, y pensaba que era el ánima de su esposa que andaba reclamando lo suyo. (CMA, 110)

 

En la novela abundan las perífrasis verbales indicadoras de las fases de la acción. La fase inicial se expresa mediante una serie de perífrasis verbales incoativas. Empezar a + infinitivo es la que aparece con más frecuencia en la novela. En la esfera del pasado indica perspectiva cursiva (ej. 35) o global (ej. 36) dependiendo del contexto y del paradigma verbal en el que se encuentra el auxiliar.

 

35)  Divina Flor, su hija, que apenas empezaba a florecer, le sirvió a Santiago Nasar un tazón cerrero con un chorro de alcohol de caña, como todos los lunes, para ayudarlo a sobrellevar la carga de la noche anterior. (CMA, 16)

 

36) Entonces se acabó el pito del buque y empezaron a cantar los gallos”, me dijo. (CMA, 22)


Con romper a + infinitivo (ej. 37) y echar(se) a + infinitivo (ej. 38) el inicio de la acción es inesperado, brusco:

 

37)  Los más pequeños, tocados por el soplo de la tragedia, rompieron a llorar. (CMA, 34)

 

38)  Se incorporó de medio lado, y se echó a andar en un estado de alucinación, sosteniendo con las manos las vísceras colgantes. (CMA, 155)

 

Las perífrasis verbales seguir + gerundio y quedarse + gerundio indican la fase intermedia continuativa con perspectiva global (ejemplos 39 y 40) o cursiva (ejemplos 41 y

42) dependiendo del paradigma verbal y/o de otros elementos textuales.

 

39)   Era el hijo único de un matrimonio de conveniencia que no tuvo un solo instante de felicidad, pero él parecía feliz con su padre hasta que éste murió de

repente, tres años antes, y siguió pareciéndolo con la madre solitaria hasta el lunes de su muerte. (CMA, 14)

 

40)  Había estado de parranda con Santiago Nasar y conmigo hasta un poco antes de las cuatro, pero no había ido a dormir donde sus padres, sino que se quedó

conversando en casa de sus abuelos. (CMA, 28)

 

41)   Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención de su esposo y a la crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo. (CMA, 43)

 

42)  Su vida de casada seguía siendo tan simple como la de soltera […] (CMA, 122)

 

En los ejemplos 43 y 44 las perífrasis verbales terminar de + infinitivo y acabar de + infinitivo focalizan la fase terminativa.

43) Encontraron a Angela Vicario tumbada bocabajo en un sofá del comedor y con la cara macerada a golpes, pero había terminado de llorar. (CMA, 64)

44) Así que acabó de preparar los trastos de la leche, y se fue a despertar a su marido para contarle lo sucedido. (CMA, 74)

 

Acabar de + infinitivo con el auxiliar en presente o imperfecto indica una acción perfectiva que ocurrió en una anterioridad reciente en relación a un punto de referencia que coincide con el momento del habla cuando el auxiliar está en presente (ej. 45) o con un momento anterior al momento del habla cuando el auxiliar está en imperfecto (ej. 46).

45)   Varias personas a quienes les preguntó por él le dieron la misma respuesta:

 

Acabo de verlo contigo. (CMA, 136)


 

46) Sin embargo antes de terminar el desayuno recordó lo que acababa de decirle el ordenanza, juntó las dos noticias y descubrió de inmediato que casaban exactas como dos piezas de acertijo. (CMA, 76)

 

La perífrasis verbal empezar por + infinitivo (ej. 47) focaliza el inicio de una serie de acciones, mientras que terminar por + infinitivo (ej. 48) denota el término de una serie de acciones implícitas o explícitas. Se consideran perífrasis discursivas que funcionan como estructuradores de la información y, concretamente, como marcador de apertura y ordenador de cierre respectivamente (García Fernández 2006: 134, 265), denominadas también perífrasis escalares (NGLE 2009: 2174).

 

47)   Según me dijeron años después, habían empezado por buscarlo en la casa de María Alejandrina Cervantes, donde estuvieron con él hasta las dos. (CMA, 68)

48)  Sin embargo, aun sin la bendición del obispo, la fiesta adquirió una fuerza propia tan difícil de amaestrar, que al mismo Bayardo San Román se le salió de las manos y terminó por ser un acontecimiento público. (CMA, 54)

 

Las perífrasis verbales terminativas dejar de + infinitivo y parar de + infinitivo en forma negativa indican duración e iteración. En el ejemplo 49 la perspectiva es global, en el ejemplo 50 es cursiva.

 

49)                    Aunque no habían dejado de beber desde la víspera de la parranda, ya no estaban borrachos al cabo de tres días, sino que parecían sonámbulos desvelados. (CMA, 25)

 

50)  En la ventana de una casa frente al mar, bordando a máquina en la hora de más calor, había una mujer de medio luto con antiparras de alambre y canas amarillas, y sobre su cabeza estaba colgada una jaula con un canario que no paraba de cantar. (CMA, 116)

 

En los ejemplos 51 y 52 la perífrasis verbal terminativa negada indica una acción que se acercaba a su término sin llegar a alcanzarlo porque surgió otra acción.

 

51) Sin embargo, no había acabado de escuchar la noticia cuando ya se había puesto los zapatos de tacones y la mantilla de iglesia que sólo usaba entonces para visitas de pésame. (CMA, 33)

 

52)   Clotilde Armenta no había acabado de vender la leche cuando volvieron los hermanos Vicario con otros dos cuchillos envueltos en periódicos. (CMA, 79)

 

Las perífrasis discursivas llegar a + infinitivo (ejemplos 53 y 54) y alcanzar a + infinitivo (ej. 55) denotan acciones o estados que son resultado de una serie de acciones anteriores y funcionan como conectores aditivos (García Fernández 2006: 82, 186).

 

53)  Se llegó a decir que había arrasado pueblos y sembrado el terror en Casanare como comandante de tropa, […] (CMA, 46)


 

54)   Llegó a sentir inclusive una especie de fervor ante la blenorragia de hombre grande que su hermano exhibía como una condecoración de guerra. (CMA, 81)

55)  Alcanzó a golpear varias veces con los puños, y en seguida se volvió para enfrentarse a manos limpias con sus enemigos. (CMA, 152)

 

Soler + infinitivo indica una repetición regular, habitual:

 

56)  Mi hermana la monja anduvo algún tiempo por la alta Guajira tratando de convertir a los últimos idólatras, y solía detenerse a conversar con ella en la aldea abrasada por la sal del Caribe donde su madre había tratado de enterrarla en vida. (CMA, 115)

 

57) Flora Miguel lo esperaba en la sala, verde de cólera, con uno de los vestidos de arandelas infortunadas que solía llevar en las ocasiones memorables, y le puso el cofre en las manos. (CMA, 147)

 

Volver a + infinitivo es una perífrasis verbal iterativa. En el ejemplo 58 esta perífrasis verbal aparece dos veces indicando las dos perspectivas en la esfera del pasado. En volvió a retirar el narrador se refiere a una acción pasada y terminada vista desde la perspectiva global, en volvía a salir se trata de un discurso intercalado de otro narrador (Pedro) que presenta la acción desde la perspectiva cursiva. Ambos casos indican iteración, en el primer caso se intensifica la iteración con el verbo retirar. La diferencia reside en la perspectiva en la que se presenta la acción. En el primer caso la acción se repite una sola vez (el auxiliar está en pretérito perfecto simple) y le sigue inmediatamente otra acción en pretérito perfecto simple (asestó). En el segundo caso el auxiliar se encuentra en imperfecto y la acción iterativa se presenta como una acción que se repite más veces (cada vez que retiraba el cuchillo).

 

58)  Pedro Vicario volvió a retirar el cuchillo con el pulso fiero de matarife, y le asestó un segundo golpe casi en el mismo lugar. “Lo raro es que el cuchillo volvía a salir limpio”, declaró Pedro Vicario al instructor. (CMA, 153)

 

En el ejemplo 59 la iteratividad se expresa con dos elementos lingüísticos: con la perífrasis verbal volver a + infinitivo (el auxiliar está en pretérito perfecto simple, la perspectiva es global) y con el prefijo re- del verbo reconocer.

 

59)  El buque se fue con las luces encendidas y dejando un reguero de valses de pianola, y por un instante quedamos a la deriva de un abismo de incertidumbre, hasta que volvimos a reconocernos unos a otros y nos hundimos en el manglar de la parranda. (CMA, 61)

 

 

 

4. Conclusión

 

Una de las características del estilo de Gabriel García Márquez es el uso frecuente de las perífrasis verbales para crear mundos narrativos y situarlos en el tiempo y el espacio.


Algunas de ellas ocupan un lugar especial en la narrativa del escritor colombiano, como es el caso de ir a + infinitivo en Crónica de una muerte anunciada y haber de + infinitivo en Cien años de soledad. Podríamos definirlas como perífrasis verbales presagiosas ya que en el mundo narrativo anuncian acontecimientos inevitables, trágicos y fatales. Asimismo, las perífrasis verbales progresivas con gerundio (p. ej. ir + gerundio, seguir + gerundio) desempeñan un papel importante en la prosa garciamarquiana para sugerir la atmósfera de un lento pero imparable progresar del tiempo que da la impresión de no moverse linealmente sino de dar vueltas en redondo18. Las perífrasis iterativas y frecuentativas (soler + infinitivo y volver a + infinitivo) también ayudan a crear la sensación de que todo se repite y da vueltas sin cesar. En la novela analizada destaca la perífrasis verbal ir a + infinitivo que aparece en la primera frase y se repite a lo largo de la novela. Las primeras frases en las obras de García Márquez son de suma importancia para desencadenar los eventos narrados, como lo dice el mismo autor:

 

En general a la primera frase de un libro le asignas mucha importancia. Me dijiste que a veces te llevaba más tiempo escribir esta primera frase que todo el resto. ¿Por qué?

 

-Porque la primera frase puede ser el laboratorio para establecer muchos elementos de estilo, de la estructura y hasta de la longitud del libro. (García Márquez, 1983, 27)

 

El análisis de las perífrasis verbales que indican valores aspectuales, temporales, modales, contextuales y estilísticos en la novela Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez demuestra que las construcciones analizadas son unos potentes recursos lingüísticos para la expresión de relaciones temporo-aspectuales, tienen un fuerte valor expresivo y se usan para lograr efectos estilísticos especiales. En el complejo mundo textual con un sinfín de elementos dependientes entre las perifrasis verbales sirven para expresar los más variados matices de temporalidad, aspectualidad y modalidad. Esta riqueza y disponibilidad en la lengua española se refleja a la perfección en esta novela y en otras obras narrativas de García Márquez

 

 

5. Bibliografía

 

COSERIU, Eugenio, Estudios de lingüística románica. Madrid, Gredos, 1977.

 

FERNÁNDEZ DE CASTRO, Félix, Las perífrasis verbales en el español actual, Madrid, Gredos, 1999.

GARCÍA FERNÁNDEZ, Luis (dir.), Diccionario de perífrasis verbales, Madrid, Gredos, 2006. GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, Crónica de una muerte anunciada, Bogotá, Editorial La Oveja Negra,

1981.

 

GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, Kronika napovedane smrti, Murska Sobota, Pomurska založba 1982.

 

 

18 Qué quería - murmuró -, el tiempo pasa. - Así es - dijo Úrsula -, pero no tanto.

 

Al decirlo, tuvo conciencia de estar dando la misma réplica que recibió del coronel Aureliano Buendía en su celda de sentenciado, y una vez más se estremeció con la comprobación de que el tiempo no pasaba, como ella lo acababa de admitir, sino que daba vueltas en redondo. (García Márquez, 1986, 263-264)


 

GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, El olor de la guayaba, Conversaciones con Plinio Apuleyo Mendoza, Bogotá, Editorial La Oveja Negra, 1983.

 

GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, Cien años de soledad, Bogotá, Editorial La Oveja Negra, 1986. GÓMEZ TORREGO, Leonardo, Perífrasis verbales. Sintaxis, semántica y estilística, Madrid, Arco

 

Libros, 1988.

 

GÓMEZ TORREGO, Leonardo, “Los verbos auxiliares. Las perífrasis verbales de infinitivo”, en BOSQUE, Ignacio, DEMONTE, Violeta (dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española, Madrid, Espasa, 1999: 3323-3389.

 

IBÁÑEZ, Agustina, “Las posibilidades de una crónica imposible: acerca de Crónica de una muerte

 

anunciada de Gabriel García Márquez”, 2008, en http://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero40/cronigm.html [20/03/2013]

 

MARKIČ, Jasmina, “Los valores aspectuales en el español moderno de América en las obras del escritor colombiano Gabriel García Márquez”, en Verba Hispanica, 7, 1998: 47-88.

MARKIČ, Jasmina, “Vloga glagolske perifraze haber de + nedoločnik v časovni strukturi romana Sto let samote”, en Ars&Humanitas, 6(2), 2012: 63-72.

Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, Madrid, 2001, versión electrónica.

 

Real Academia Española, Nueva gramática de la lengua española (NGLE), Madrid, Espasa, 2009.

 

REYES, Graciela, “La realidad de Dicto en Crónica de una muerte anunciada”, en LEA 5(1), 1983:

 

57-69.

 

Semana, “Así fue el asesinato de Jaime Pardo Leal”, en http://www.semana.com [20/03/2013] VARGAS LLOSA, Mario, García Márquez: Historia de un deicidio, Barcelona-Caracas, Monte Avila

Editores, C.A., 1971.

 

YLLERA, Alicia, “Las perífrasis verbales de gerundio y participio”, en BOSQUE, Ignacio, DEMONTE, Violeta (dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española, Madrid, Espasa, 1999: 3391-3439.


 

 

 

 

 

 

Colindancias: Revista de la Red Regional de Hispanistas de Hungría, Rumanía y Serbia 4: 289-303, 2013, ISSN 2067-9092 | 303