Colindancias (2013) 4: 289-303
Jasmina Markič
Universidad de Ljubljana
Eslovenia
“El día
en que lo iban a matar”. Las perífrasis verbales en Crónica de una muerte anunciada
Recibido 22 de febrero de 2013 / Aceptado 27 de mayo de 2013
1. Acerca del concepto de perífrasis verbal
Las perífrasis
verbales, denominadas también complejos verbales conjuntos por Fernández de Castro (1999: 15 -16), se suelen
definir de acuerdo con los criterios sintáctico-semánticos
como combinación de dos elementos verbales, un verbo auxiliar flexionado y un verbo auxiliado en forma no flexionada que
forman una unidad sintáctico-semántica, es decir, constituyen un solo núcleo del predicado
e indican primordialmente valores
aspectuales, modales y en menor medida temporales1. El primer
elemento, el verbo
auxiliar, tiene significado
gramatical (aporta información sobre la persona, el número, el tiempo, el modo, el aspecto), suele conjugarse (Se puso a
cantar) pero puede no estar conjugado
debido a las características
sintácticas del contexto (No es humano tener que trabajar tanto). El auxiliado o verbo principal en forma no
personal (infinitivo, gerundio,
participio) aporta esencialmente
el valor semántico-léxico.
La distribución de significados
es arbitraria en el sentido
de que el auxiliar en las perífrasis
verbales aporta también su valor semántico-léxico
al conjunto2
y el auxiliado, por su
parte, contribuye al valor
general de la perífrasis con su
valor gramatical. Las dos partes
se vinculan mediante unión
directa (sin nexos) en las perífrasis
verbales de gerundio, de participio y algunas de infinitivo o indirecta (con nexos:
preposiciones, conjunciones,
frases conjuntivas) en el caso de las perífrasis verbales de infinitivo (ir a + infinitivo,
tener que + infinitivo, estar a punto de + infinitivo). Existen también construcciones verbales, denominadas perífrasis verbales copulativas, formadas por dos verbos conjugados relacionados con la conjunción copulativa y,
cuyo significado y función se asemejan a las perífrasis verbales. Los dos verbos tienen sujeto
idéntico, el primero no funciona con su significado léxico y actúa como auxiliar, el segundo
conserva sus propiedades sintácticas
y semánticas originales (García Fernández 2006: 98-99). Se
trata de expresiones coloquiales
y narrativas (Gómez Torrego 1988: 27) indicadoras de valores aspectuales que, según Coseriu (1977: 76), señalan acciones en su totalidad englobando
el inicio y el término. La acción se presenta como no dividida,
intensa, brusca, rápida con matices
de sorpresa, de algo inesperado y repentino (Va y dice que…, Cogió y nos pegó…)3.
Las perífrasis verbales funcionan como una sola unidad verbal, es decir, su significado
propio proviene de la fusión de ambos elementos constitutivos. No se
trata simplemente de la suma de los
significados de sus elementos,
estos no pueden separarse el uno del otro,
ni pueden tener relaciones sintácticas propias. Como las perífrasis verbales actúan como un todo, es muy
raro que entre ellas se intercalen otras palabras. Generalmente la inclusión
de otra palabra entre dos elementos de una construcción
verbal del tipo de perífrasis
verbal es señal de que la construcción en cuestión no es
perifrástica. Sin embargo, esto
puede ocurrir debido, principalmente, a efectos estilísticos y/o rítmicos como en el ejemplo siguiente de Crónica de una muerte anunciada (de aquí en adelante CMA) cuando entre el auxiliar y el verbo principal se intercalan complementos circunstanciales de tiempo, de lugar, etc. que normalmente irían delante o detrás de la perífrasis:
1) “Estuvo como media hora cambiándose la gasa con que llevaba envuelta
la pinga”, me dijo Pablo Vicario. (CMA, 82)4
Tradicionalmente las perífrasis
verbales suelen clasificarse de acuerdo con la
forma del verbo principal
en perífrasis verbales de infinitivo, de gerundio y de participio o de acuerdo con sus valores en perífrasis modales, aspectuales y temporales aunque en este
1 Véase también Gómez Torrego (1999), Yllera (1999), García Fernández (2006).
2 Muchos auxiliares
en las perífrasis verbales mantienen su significado
léxico parcialmente (p. ej. los verbos
de movimiento cuando actúan como auxiliares
pueden aportar valores de dinamicidad a la perífrasis verbal) o totalmente (p. ej.
las perífrasis indicadoras
de las fases de la acción como empezar / comenzar a + infinitivo, terminar de + infinitivo, seguir / continuar + gerundio).
3 El esloveno conoce una estructura verbal semejante: Gre in mi reče....
4 De aquí en adelante
en las referencias a esta obra se indica CMA y la página.
último caso
es difícil hacer una división clara entre los tres
valores ya que generalmente se combinan entre sí y dependen
también de los paradigmas verbales de los auxiliares, de los complementos circunstanciales que los acompañan y de otros elementos del entorno textual en el que se encuentran. Además de los valores
mencionados, muchas expresan valores estilísticos (Gómez Torrego 1988: 22) y contextuales
(García Fernández 2006:
52).
2. La estructura narrativa de Crónica de una muerte anunciada
La novela de
Gabriel García Márquez Crónica de una muerte anunciada, publicada el 4 de mayo de 1981, como se anuncia en el título, finge ser una crónica. Pero, según Reyes
(1983: 57) “la palabra crónica pertenece
al narrador personaje, al hombre
que vuelve a su pueblo para reconstruir, con la memoria de otros,
la historia de un crimen” que
había ocurrido 27 años antes. No se trata de una crónica de acontecimientos que se sucedieron en el pasado, como se define en el diccionario5, sino una anticrónica, una crónica de relatos de muchísimos personajes que aparecen en la novela6. No es lo que pretende
ser, sino que es un entramado de acontecimientos y personajes, una
“multiplicidad de voces que deambulan y construyen el texto instalando paralelamente la posibilidad de un infinito juego significante haciendo estallar las certezas y agrietando las palabras” (Ibáñez 2008).
La novela está escrita como
un documento basado en pruebas y testimonios. Es el resutado de muchas indagaciones, testimonios y recuerdos del narrador
del cual sabemos que estuvo
presente en el momento del crimen y que
tenía fuertes vínculos con la víctima ya que fue
su amigo de la juventud. En la novela no se da a
conocer el nombre del narrador pero
sabemos quién es su madre
(Santiaga), su hermana (Margot), sus hermanos (Jaime y Luis Enrique), su tía (Wenefrida Márquez), su esposa
(Mercedes) y sus amigos. Todos
son personas reales, familiares
y amigos del escritor. García Márquez juega con el/los narrador/es
y lo(s) identifica consigo mismo.
La novela es breve y bien estructurada. El lugar de la
trama no se define con exactitud. Se nos dice que todo
ocurre cerca del Mar Caribe y que el pueblo se encuentra a orillas de un río7. El pueblo se presenta como un escenario (calles, puerto, casas, plaza) donde se lleva a cabo el sacrificio. La estructura
temporal es mucho más compleja. En la novela hay varios niveles
temporales: el presente del narrador (tiempo
A), un lunes hace 27 años cuando ocurrió
el asesinato (tiempo B), 23
años después del asesinato (tiempo C) cuando el narrador encuentra casualmente a Angela Vicario en
la Guajira (“Pero era ella: Angela Vicario 23 años después del drama” CMA, 116) y otros.
El tiempo B es el tiempo clave al que se refieren los demás
“tiempos” (años, meses, días, horas,
minutos antes y después del asesinato).
CMA es una
novela de recuerdos, los protagonistas deambulan por
5 Definición del DRAE (2001): (Del lat. chronĭca, y este del gr. χρονικά [βιβλία], [libros] en que se refieren los sucesos por orden del tiempo).
1. f. Historia en que se observa el orden de los tiempos.
2. f. Artículo periodístico
o información radiofónica o
televisiva sobre temas de actualidad.
6 Es “una crónica
de palabras: testimonios complementarios, a veces superpuestos, a veces contradictorios, que nos permiten, sí,
después de armar el rompecabezas
de datos, hacer una reconstrucción del crimen, pero que
no lo explican”
(Reyes 1983: 57).
7 “Estaba
en una colina barrida por los
vientos, y desde la terraza se veía el paraíso sin límite de las ciénegas cubiertas de anémonas moradas, y en los días claros
del verano se alcanzaba a ver el horizonte nítido del Caribe, y los
trasatlánticos de turistas
de Cartagena de Indias” (CMA, 49). “Del otro
lado se divisaban los sembrados de plátanos azules bajo la luna, las ciénegas tristes y la línea fosforescente del Caribe en el horizonte” (CMA,
89).
los laberitnos de la memoria, diferentes
dimensiones temporales se superponen. El acontecimiento
clave de la novela está concentrado
en dos horas, de las 5:30, cuando
despertó Santiago Nasar, hasta las 7:05 cuando es asesinado. La novela empieza y termina con el asesinato
de Santiago Nasar.
La
trama de la novela se presenta en el inicio: el asesinato premeditado de Santiago Nasar y esclarecimiento del homicidio que ocurrió
hace 27 años. Santiago Nasar fue asesinado
por los gemelos Pedro y
Pablo Vicario a fin de lavar
la honra de su propia familia ya que el esposo de Ángela Vicario, hermana de los gemelos, la devolvió a la familia
después de la primera noche de bodas, porque descubrió que no era virgen.
El culpable de la deshonra sería Santiago Nasar. Los gemelos tenían que vengarse aunque
no lo querían
e hicieron todo lo posible para que alguien se lo impidiera pero
no lo consiguieron.
Paralelamente a la historia del
asesinato corre la historia
de amor entre Angela Vicario
y Bayardo San Román.
La novela, como es el caso
de otras novelas y cuentos de García Márquez8, se basa
en un hecho real ocurrido
en enero de 1951 cuando fue asesinado un joven en la población Sucre,
cerca de la ciudad de Riohacha
en el Norte de Colombia.
Gabriel García Márquez escribió esta novela treinta años después
de haber ocurrido el asesinato incluyéndose como narrador a sí mismo9. Hay varias señales de la presencia del autor y de sus parientes en la novela10. En sus conversaciones
con su amigo Plinio Apuleyo Mendoza confiesa que los
hechos ocurridos en Sucre
le interesaron primero solo
como reportaje y que “empecé a pensar el caso en términos literarios varios años después, pero
siempre tuve en cuenta la contrariedad que le causaba a mi madre la sola idea de ver a tanta gente amiga,
e inclusive a algunos parientes,
metidos en un libro escrito por un hijo suyo” (García Márquez
1983: 33). Afirma que “al cabo
de 30 años descubrí algo que muchas
veces se nos olvida a los novelistas:
que la mejor fórmula literaria es siempre la verdad”
(García Márquez 1983: 28).
El mismo narrador en CMA es consciente de lo borrosa que es
la línea que divide lo real de lo imaginario:
2) Al verla así, dentro
del marco idílico de la ventana, no quise creer
que aquella mujer fuera la que yo creía,
porque me resistía a admitir que la vida terminara por parecerse tanto a la mala literatura. (CMA, 116)
3) Estaba tan
perplejo con el enigma que
le había tocado en suerte, que muchas
veces incurrió en distracciones líricas contrarias al rigor de su oficio. Sobre todo, nunca le pareció legítimo que la vida se sirviera de tantas casualidades prohibidas a la literatura, para que
se cumpliera sin tropiezos
una muerte tan anunciada. (CMA,
130)
8 “[…] la imaginación
no es sino
un instrumento de elaboración
de la realidad. Pero la fuente de creación al fin y al cabo es siempre
la realidad” (García Márquez 1983: 31).
9 “[…] la solución fue introducir un narrador –que por primera vez soy
yo mismo– que estuviera en condiciones de pasearse a su gusto al derecho
y al revés en el tiempo estructural de la novela” (García
Márquez 1983: 28).
10 Como por ejemplo,
la presencia de su esposa Mercedes Barcha en la
novela: “‘Parecía una monja’,
recuerda Mercedes” (CMA, 43); “Muchos sabían
que en la inconciencia de
la parranda le propuse a Mercedes Barcha
que se casara conmigo, cuando apenas había terminado
la escuela primaria, tal como ella me
lo recordó cuando nos casamos
catorce años después” (CMA,
60).
En Crónica de una muerte anunciada, narrada en primera persona de singular, el narrador
desempeña un doble papel. Por una parte actúa como cronista y narrador testigo: investiga las circunstancias del asesinato de Santiago Nasar buscando datos fidedignos del asesinato11. Por otra
parte, es también narrador protagonista puesto que estuvo involucrado
en los acontecimientos de hace veintisiete años, aunque estuvo
ausente en el momento decisivo del asesinato
porque estaba durmiendo en la casa de María Alejandrina Cervantes: “[…] y después
no volví a saber de mí mismo
hasta que empezaron a sonar las campanas” (CMA, 91). En el comienzo
de la novela, se presenta como
un observador externo que conoce lo
ocurrido y relata toda la
historia en las primeras páginas.
En la primera frase (ej.
4) la perspectiva del narrador testigo
es igual a la de un narrador omnisciente que presenta los acontecimientos
pasados globalmente en pretérito perfecto simple (se levantó) y los anticipa con la perífrasis
verbal iban a matar. Pero en la tercera frase (ej. 5) de la misma página aparece
un pronombre personal de primera
persona de singular (me)
que indica que el narrador es protagonista de la narración (Markič 1998: 55-56).
4) El día en que lo
iban a matar,
Santiago Nasar se
levantó a las 5:30 de la mañana
para esperar el buque en que llegaba el obispo. (CMA, 9)
5) “Siempre
soñaba con árboles”, me dijo Plácida Linero,
su madre, evocando 27 años después los pormenores
de aquel lunes ingrato. (CMA, 9)
Además del
narrador principal (cronista)
hay toda una serie de testigos que cuentan
el mismo hecho desde perspectivas diferentes, a veces diametralmente opuestas12. El cambio de enfoques y diferentes maneras de iluminar un acontecimiento del pasado es una de las características de la prosa de García Márquez que en esta novela aparece con más intensidad. Se incluyen diferentes discursos en la narración así que
el relato avanza a través de estilos indirectos y directos. CMA es el relato de muchos relatos y hay casos
en los que alguien cuenta al narrador algo que
le había narrado otra persona. El procedimiento narrativo se parece a una caja china tal como lo analiza Vargas Llosa
(1971: 287) en su obra Historia de un deicidio.
Las relaciones espacio-temporales en
el texto son complejas, se oyen diferentes voces, aparecen elementos de intertextualidad, los acontecimientos narrados están vinculados directamente con la
vida del propio autor y la realidad colombiana de aquel entonces. Los párrafos siguientes tratan de demostrar cómo se expresan estas relaciones con las perífrasis verbales indicadoras de diferentes valores.
11 “La planta baja se inundaba con el mar de
leva, y los volúmenes descosidos flotaban en las oficinas desiertas. Yo mismo exploré
muchas veces con las aguas hasta los
tobillos aquel estanque de causas perdidas, y sólo la casualidad me permitió
rescatar al cabo de cinco años de búsqueda
unos 322 pliegos salteados de los más de 500 que debió tener el sumario” (CMA 129).
12 “Muchos
coincidían en el recuerdo
de que era una mañana
radiante con una brisa de mar que
llegaba a través de los platanales, como era de pensar que lo fuera
en un buen febrero de aquella época. Pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas
dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la había visto
Santiago Nasar en el bosque
del sueño” (CMA 10-11).
3. El papel de las perífrasis
verbales en la novela
Las perífrasis verbales con sus valores aspectuales, temporales y modales y sus matices estilísticos desempeñan un interesante papel
en el entramado de la crónica.
Focalizan los acontecimientos desde diferentes puntos de vista, iluminan diferentes ángulos, añaden matices de significado. A continuación se analizan las perífrasis verbales que más
se destacan en la novela por sus valores
y la frecuencia de aparición
en el texto.
Ir a + infinitivo es
una perífrasis con valores aspectuales (incoativo y de inminencia de la acción), valores temporales (de posterioridad) y modales, que se han desarrollado de estos valores prospectivos.
Se trata de valores modales
fuertemente ligados al contexto: epistémicos (de probabilidad) y deónticos (de intención)13. Ir a + infinitivo con el auxiliar en imperfecto
de indicativo es la perífrasis más típica de la novela de García Márquez Crónica de una muerte anunciada. En la primera frase de la novela (ej. 4) la perífrasis verbal con
el verbo auxiliar en imperfecto
iban a matar
indica una perspectiva cursiva14 desde el punto de vista aspectual, sus valores temporales (posterioridad), aspectuales (inminencia de la acción) y modales (intención) le conceden un matiz de anticipación. En cierto sentido el narrador deja al
lector en suspense ya que con la perífrasis verbal no se expresa explícitamente si
la acción llega a su final o no, quedando abiertas las dos
posibilidades15. Solamente
unas líneas más abajo se nos
informa sobre el desenlace trágico:
“[…] le había contado en
las mañanas que precedieron a su muerte” (CMA,
10).
Cuando en octubre de 1987 fue asesinado Jaime Pardo Leal, candidato a la presidencia de Colombia y jefe del partido
de izquierda Unión Patriótica, la prensa colombiana difundió la noticia utilizando la primera frase de CMA en un sutil
juego de intertextualidad
para presentar el asesinato
como una muerte anunciada ya que
el político fue amenazado de muerte varias veces antes
de la tragedia.
6) Jaime Pardo
Leal sabía que lo iban a matar.
Su familia sabía que lo iban
a matar. La Unión Patriótica sabía que lo iban
a matar. Los periodistas sabían que lo
iban a matar. El país entero sabía
que lo iban
a matar. Finalmente lo mataron. Eran las 3:45 de la tarde del domingo
11 de octubre16.
Ir a + infinitivo, con el auxiliar en imperfecto de indicativo indicando el valor aspectual imperfectivo de visión cursiva,
se repite como un refrán a lo largo de toda la novela anticipando acciones que se realizan (ejemplos 7 y 8) y otras que no
llegan a realizarse (ejemplos 9 y 10). A este valor
aspectual y temporal de posterioridad se le añaden matices de insistencia destacando el elemento trágico y fatal de la
novela. A pesar de tantas
13 Cfr. García Fernández (2006: 177-182).
14 La perspectiva (cursiva o
global) se refiere al aspecto
en el sentido estrecho, lo que normalmente
se denomina aspecto verbal, e indica cómo el hablante o el narrador “ve” la acción, desde qué
punto de vista o
perspectiva la observa, es decir,
abarca la acción en su totalidad (perspectiva global)
o abarca la acción parcialmente y señala una parte
de la acción sin interesarle
el inicio y el final (perspectiva cursiva).
15 En la traducción
eslovena se pierde el matiz
del “suspense” y se priva
al lector esloveno de la oportunidad
de disfrutar del sutil juego de significados aportados por la perífrasis verbal puesto que se le ofrece el hecho ya realizado
(lo iban a matar está traducido como lo mataron con tiempo pretérito y aspecto perfectivo): Tistega dne, ko so ga ubili, je Santiago Nasar vstal ob
pol šestih zjutraj, da bi šel čakat
parnik, s katerim je prihajal škof
(García Márquez, 1982: 7).
16 http://www.semana.com (página
consultada en marzo de
2013).
señales explícitas
e implícitas de la tragedia venidera,
los eventos se desarrollan como si hubieran sido programados
y llevan al final anunciado:
la muerte del protagonista.
7) El día en que lo
iban a matar, su madre creyó
que él se había equivocado de fecha cuando lo
vio vestido de blanco. (CMA, 15)
8) Los hombres que lo iban a matar, se habían
dormido en los asientos […] (CMA,
24)
9) “Lo único que
recuerdo es que me sostenía
por el pelo con una mano y me golpeaba con la otra con tanta rabia que pensé que
me iba a matar”, me contó Angela Vicario. (CMA, 64)
10) Sin
embargo, le pareció inconcebible
que a Santiago Nasar lo fueran a matar,
y en cambio se le ocurrió que lo iban a casar a la fuerza
con Ángela Vicario para que le devolviera la honra. (CMA, 146)
En la perífrasis verbal ir
a + infinitivo prevalece
la dimensión temporal de posterioridad
y adquiere valor prospectivo sustituyendo al futuro simple o al condicional
(NGLE 2009: 2154-2155), sobre todo en las variantes del español
de América. El auxiliar se encuentra
en diferentes paradigmas verbales dependiendo de la
perspectiva temporal y aspectual en la que se halla la acción. En los diálogos en estilo directo aparecen los paradigmas
verbales de la esfera del presente, en la narración los de la esfera del pasado.
Con el auxiliar en presente el narrador
puede expresar el valor temporal de futuro (ej. 11). A la dimensión temporal
de posterioridad se le añade
el valor modal de intención:
los gemelos repiten esta frase
muchas veces para anunciar el asesinato probablmente con la intención de que alguien se lo impida, pero
la mayoría de la gente no les cree
(ejemplos 12 y 13). En otros
contextos se indica el valor
aspectual incoativo o de inminencia
de la acción (ej. 14) o se expresan valores modales que cobra la perífrasis en contextos coloquiales exclamativos o interrogativos: en el ejemplo 15 además del valor
futuro aparece un matiz de sorpresa.
11) No es justo que
todo el mundo sepa que le van a matar el hijo,
y que ella sea la única que
no lo sabe.
(CMA, 34)
12) Vamos a matar a
Santiago Nasar –dijo. (CMA, 71)
13) Vamos a matar a
Santiago Nasar –le dijo. (CMA, 92)
14) Victoria Guzmán estaba vigilando
la cafetera en el fogón cuando él pasó
por la cocina hacia el interior de la casa.
–Blanco– lo llamó ya
va a estar
el café. (CMA,
90)
15) –¡Imagínese –les dijo–: qué va a decir el obispo
si los encuentra en ese estado! (CMA, 77)
En
los ejemplos 16, 17 y 18 prevalece el valor de inevitabilidad de las acciones que están a punto
de realizarse y se realizan:
Santiago agarró por la muñeca
a Divina Flor que le recibió el tazón, Ibrahim se casó y dieron las siete.
16) Santiago Nasar la agarró por la muñeca cuando ella
iba a recibirle
el tazón vacío. (CMA, 17)
17)
Ibrahim Nasar lo compró
a cualquier precio para poner una tienda de importación que nunca puso, y sólo
cuando se iba a casar lo convirtió en una casa para vivir. (CMA 19)
18) “Apenas iban a ser las siete
y ya entraba un sol dorado por las ventanas”. (CMA
137)
En la perífrasis verbal haber de + infinitivo prevalece el valor modal de necesidad deóntica y sirve para expresar la obligación o conveniencia del evento expresado por el verbo principal. Al valor modal
de necesidad le acompaña el
valor temporal de futuro y,
a veces, el valor modal epistémico de probabilidad. En
las obras de García Márquez esta perífrasis
verbal con el auxiliar en imperfecto de indicativo indica la posterioridad
(futuro del pasado) con matices de lo ineludible y de lo fatal17. Con el procedimiento
narrativo de flash
forward el narrador “se
desplaza en el tiempo” para
predecir acontecimientos posteriores (ejemplos 19, 20 y
21).
19) La había
despertado cuando trataba de encontrar a tientas una aspirina en el botiquín
del baño, y ella encendió la luz y lo vio aparecer
en la puerta con el vaso de
agua en la mano, como había de recordarlo
para siempre. (CMA,
13)
20) Lo único que ella pudo hacer
por el hombre que nunca había de ser suyo, fue dejar
la puerta sin tranca,
contra las órdenes de Plácida
Linero, para que él pudiera entrar
otra vez en caso de urgencia. (CMA, 22-23)
21) Esa precisión
había de perseguirme
durante muchos años pues Santiago Nasar me había
dicho a menudo que el olor de las flores encerradas tenía para él una relación inmediata con la muerte, y aquel día me lo
repitió al entrar al templo. “No quiero flores en mi entierro”, me dijo, sin pensar
que yo había de ocuparme al día
siguiente de que no las hubiera. (CMA, 58)
El
desarrollo progresivo de la
acción verbal, la duración,
la evolución lenta suelen indicarse con perífrasis verbales progresivas de gerundio.
Con estar + gerundio se
actualiza la acción en la esfera
del presente (ej. 22) o del pasado
(ej. 23). Con esta perífrasis verbal se expresan valores durativos, prolongativos y progresivos, a veces también reiterativos
y frecuentativos (Gómez Torrego 1988: 141 -143).
22) –Es en serio –le dijo Cristo Bedoya–. Lo están buscando para
matarlo. A Victoria Guzmán
se le olvidó el candor.
17 Cfr. Markič (2012) para el uso
de esta perífrasis verbal
en Cien años de soledad.
–Esos pobres muchachos
no matan a nadie –dijo.
–Están bebiendo desde el sábado –dijo Cristo Bedoya.
(CMA, 137)
23) “Estaban dando las cinco cuando fui al baño”, me dijo.
(CMA, 94)
En
la esfera del pasado estar + gerundio puede indicar las acciones desde la perspectiva global (ej.
24) o cursiva. En la perspectiva cursiva (con el auxiliar en imperfecto de indicativo) indica acciones progresivas sin señalar los límites
temporales, sin indicar el término. Estas acciones suelen estar en el segundo plano y sirven para describir o preparar las circunstancias de otras acciones vistas globalmente (ej. 25). Las acciones en perspectiva cursiva pueden
ser simultáneas con otras acciones en el pasado vistas en perspectiva global (ejemplos
26 y 27).
24)
Por allí pasaron entre muchos otros
los hermanos Vicario, y estuvieron bebiendo con nosotros y
cantando con Santiago Nasar cinco
horas antes de matarlo. (CMA,
62)
25) Pero la mayoría
estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas
dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la que había
visto Santiago Nasar en el bosque del sueño.
Yo estaba reponiéndome de la parranda
de la boda en el regazo apostólico de María Alejandrina Cervantes, y apenas
si desperté con el alboroto
de las campanas tocando a rebato, porque pensé que las habían
soltado en honor del obispo. (CMA, 11)
26) Se fueron sin que nadie se diera cuenta, al amparo del agotamiento público, mientras los únicos sobrevivientes
despiertos de aquel día irreparable estábamos enterrando a
Santiago Nasar. (CMA,
108)
27) Mi tía Wenefrida Márquez
estaba descascamando
un sábalo en el patio de su
casa, al otro lado del río, y lo
vio descender las escalinatas
del muelle antiguo buscando con paso firme
el rumbo de su casa. (CMA, 156)
La perífrasis verbal ir
+ gerundio expresa la progresión,
el desarrollo gradual de la acción
y suele ir acompañada de adverbios o locuciones adverbiales que refuerzan la intensificación
gradual (paulatinamente, progresivamente,
gradualmente, poco a poco). Señala
tanto la perspectiva global (ejemplos
28 y 29) como la cursiva (ejemplos
30 y 31) dependiendo del entorno textual y del paradigma
verbal en el que se encuentra
el auxiliar.
28) Sin
embargo, la vida se le fue haciendo tan difícil a medida
que avanzaba el día, que el olor
pasó a segundo lugar. (CMA, 104)
29) Las cosas
habían ido desapareciendo
poco a poco a pesar de la vigilancia
empecinada del coronel Lázaro Aponte, inclusive el escaparate
de seis lunas de cuerpo entero que
los maestros cantores de Mompox habían tenido que
armar dentro de la casa, pues
no cabía por las puertas. (CMA,
113-114)
30) Santiago Nasar calculaba, y se lo dijo a Bayardo
San Román, que la boda le iba costando hasta ese momento
nueve mil pesos. (CMA, 59)
31) Pura Vicario le envolvió la cara con un trapo a la hija devuelta para que nadie le viera
los golpes, y la vistió de rojo encendido para que no se imaginaran que le iba guardando luto al amante secreto. (CMA,
108)
Con llevar + gerundio se
indican acciones durativas limitadas en un marco temporal.
La acción se desarrolla desde un momento determinado hasta el momento del habla
o punto de referencia sin indicar el final. Esta delimitación en el tiempo hace incompatible su uso en perspectiva global y,
por tanto, no se usa con los tiempos
verbales perfectivos. Siempre va acompañada de una referencia temporal, “una expresión
que indique la duración del intervalo
considerado, o bien una
marca que haga expreso su límite
inicial” (NGLE 2009: 2204). En el ejemplo
32 el grupo nominal cuantificativo
mucho tiempo se
intercala entre el auxiliar y el verbo
principal:
32) Llevaba mucho tiempo pensando en él sin ninguna ilusión cuando tuvo que
acompañar a su madre a un examen de la vista en
el hospital de Riohacha. (CMA, 120)
Andar + gerundio es una perífrasis verbal semánticamente próxima a estar + gerundio “en que no implica que la acción o el proceso denotados por el verbo principal llegue a completarse” (NGLE 2009:
2198). Indica situaciones que
se desarrollan con interrupciones,
de manera discontinua (ej.
33), o acciones y procesos reiterativos (ej. 34). Su valor aspectual frecuentativo va acompañado muchas veces de connotaciones irónicas y negativas.
33) –Nada –le contestó Pedro Vicario–. No más que lo
andamos buscando para
matarlo. (CMA,
74)
34) Sin embargo, nadie se había acordado de él hasta después del
eclipse de luna, el sábado siguiente,
cuando el viudo Xius le contó al alcalde que había visto
un pájaro fosforescente aleteando
sobre su antigua casa, y pensaba que era el ánima de su esposa
que andaba reclamando lo suyo. (CMA, 110)
En la novela abundan las perífrasis verbales indicadoras de las fases de la acción. La fase inicial se expresa mediante
una serie de perífrasis verbales
incoativas. Empezar a + infinitivo es la que aparece con más frecuencia en la novela. En
la esfera del pasado indica perspectiva
cursiva (ej. 35) o global (ej.
36) dependiendo del contexto y del paradigma verbal
en el que se encuentra el
auxiliar.
35) Divina Flor,
su hija, que apenas empezaba a florecer, le sirvió
a Santiago Nasar un tazón cerrero con un chorro de alcohol de caña, como todos los
lunes, para ayudarlo a sobrellevar la carga de la noche anterior. (CMA,
16)
36) “Entonces se acabó el pito del buque
y empezaron a cantar los gallos”, me dijo.
(CMA, 22)
Con romper a + infinitivo
(ej. 37) y echar(se) a + infinitivo (ej. 38) el inicio de la acción es inesperado, brusco:
37) Los más pequeños, tocados
por el soplo de la tragedia, rompieron a llorar. (CMA, 34)
38) Se incorporó
de medio lado, y se echó a andar en un estado de alucinación, sosteniendo con las manos las vísceras colgantes. (CMA,
155)
Las perífrasis
verbales seguir + gerundio y quedarse + gerundio indican la fase
intermedia continuativa con perspectiva global (ejemplos
39 y 40) o cursiva (ejemplos 41 y
42) dependiendo del paradigma verbal
y/o de otros elementos textuales.
39) Era el hijo
único de un matrimonio de conveniencia que no tuvo un solo instante de felicidad, pero él parecía
feliz con su padre hasta que
éste murió de
repente, tres años antes,
y siguió pareciéndolo
con la madre solitaria hasta el lunes de su muerte. (CMA, 14)
40) Había estado
de parranda con Santiago Nasar
y conmigo hasta un poco antes de las cuatro, pero no había
ido a dormir donde sus padres, sino que
se quedó
conversando en casa
de sus abuelos. (CMA,
28)
41) Se consagró
con tal espíritu de sacrificio
a la atención de su esposo y a la crianza de los hijos, que
a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo. (CMA, 43)
42) Su vida de casada seguía siendo tan simple como la de soltera […] (CMA,
122)
En los ejemplos 43 y 44 las perífrasis verbales terminar de + infinitivo
y acabar de + infinitivo
focalizan la fase terminativa.
43) Encontraron a Angela Vicario
tumbada bocabajo en un sofá del comedor
y con la cara macerada a golpes, pero había terminado de llorar.
(CMA, 64)
44) Así que acabó de preparar los trastos de la leche, y se fue a despertar a su marido para contarle lo sucedido.
(CMA, 74)
Acabar de + infinitivo con el auxiliar en presente o imperfecto indica una acción perfectiva que ocurrió en una anterioridad reciente en relación a un punto de referencia que coincide con el momento del habla cuando
el auxiliar está en presente
(ej. 45) o con un momento
anterior al momento del habla cuando el auxiliar está en imperfecto (ej. 46).
45) Varias personas a quienes les preguntó
por él le dieron la misma respuesta:
–Acabo de verlo contigo. (CMA,
136)
46) Sin
embargo antes de terminar
el desayuno recordó lo que acababa de decirle el ordenanza,
juntó las dos noticias y descubrió de inmediato que casaban exactas
como dos piezas de acertijo. (CMA,
76)
La perífrasis verbal empezar por + infinitivo (ej. 47) focaliza
el inicio de una serie de acciones,
mientras que terminar por + infinitivo
(ej. 48) denota el término
de una serie de acciones implícitas
o explícitas. Se consideran
perífrasis discursivas que funcionan como
estructuradores de la información
y, concretamente, como marcador de apertura y ordenador
de cierre respectivamente (García Fernández 2006: 134, 265),
denominadas también perífrasis escalares (NGLE 2009:
2174).
47) Según me
dijeron años después, habían empezado por buscarlo en la
casa de María Alejandrina
Cervantes, donde estuvieron
con él hasta las dos. (CMA, 68)
48) Sin embargo, aun sin la bendición del obispo, la fiesta adquirió una fuerza propia tan difícil
de amaestrar, que al mismo Bayardo San Román se le salió de las manos y terminó por ser un acontecimiento
público. (CMA,
54)
Las
perífrasis verbales terminativas dejar de + infinitivo y parar de + infinitivo en forma negativa indican duración e iteración. En el ejemplo 49 la perspectiva es
global, en el ejemplo 50 es
cursiva.
49)
Aunque no habían
dejado de beber desde la víspera de la parranda, ya no
estaban borrachos al cabo de tres días,
sino que parecían sonámbulos desvelados. (CMA,
25)
50) En la ventana de una casa frente al
mar, bordando a máquina en
la hora de más calor, había una mujer de medio luto con antiparras de alambre y canas amarillas, y sobre su cabeza estaba
colgada una jaula con un canario que no paraba de cantar. (CMA, 116)
En los
ejemplos 51 y 52 la perífrasis
verbal terminativa negada
indica una acción que se acercaba a su término
sin llegar a alcanzarlo porque surgió otra
acción.
51) Sin
embargo, no había acabado de escuchar la noticia cuando ya se había puesto
los zapatos de tacones y la mantilla de iglesia que sólo
usaba entonces para visitas de pésame. (CMA, 33)
52) Clotilde Armenta
no había acabado de vender la leche cuando volvieron
los hermanos Vicario con otros dos cuchillos envueltos en periódicos. (CMA,
79)
Las perífrasis discursivas llegar a + infinitivo
(ejemplos 53 y 54) y alcanzar a + infinitivo (ej.
55) denotan acciones o estados que son resultado de una serie de acciones anteriores y funcionan como conectores aditivos (García Fernández 2006: 82, 186).
53) Se llegó a decir que había arrasado pueblos y sembrado el terror en Casanare como comandante de tropa, […] (CMA,
46)
54) Llegó a sentir inclusive una especie de fervor
ante la blenorragia de hombre
grande que su hermano exhibía como una condecoración de guerra. (CMA, 81)
55) Alcanzó a golpear varias veces con los puños, y en seguida se volvió para enfrentarse a manos limpias con sus enemigos. (CMA, 152)
Soler + infinitivo indica
una repetición regular, habitual:
56) Mi hermana la monja anduvo algún tiempo
por la alta Guajira tratando
de convertir a los últimos idólatras, y solía detenerse a conversar con ella en la aldea abrasada por la sal del Caribe donde
su madre había tratado de enterrarla en vida. (CMA,
115)
57) Flora
Miguel lo esperaba en la
sala, verde de cólera, con uno
de los vestidos de arandelas infortunadas que solía llevar en las
ocasiones memorables, y le puso el cofre en las manos. (CMA, 147)
Volver a
+ infinitivo es una perífrasis verbal iterativa. En el ejemplo
58 esta perífrasis verbal aparece dos veces indicando las dos perspectivas en
la esfera del pasado. En volvió a retirar el narrador se refiere a una acción pasada y terminada vista desde la perspectiva global, en volvía a salir se trata de un discurso intercalado de otro narrador (Pedro) que presenta la acción desde la perspectiva
cursiva. Ambos casos
indican iteración, en el primer
caso se intensifica la iteración
con el verbo retirar. La diferencia reside en la perspectiva en la que
se presenta la acción. En
el primer caso la acción se repite una sola vez (el auxiliar está en pretérito perfecto simple) y le sigue inmediatamente otra acción en pretérito perfecto simple (asestó). En el segundo caso el auxiliar se encuentra en imperfecto y la acción iterativa se presenta como una acción que se repite más
veces (cada vez que retiraba el cuchillo).
58) Pedro Vicario
volvió a retirar el cuchillo con el pulso fiero de matarife, y le asestó un segundo golpe casi en el mismo lugar. “Lo
raro es que
el cuchillo volvía a salir limpio”, declaró Pedro Vicario al
instructor. (CMA, 153)
En el ejemplo 59 la iteratividad se
expresa con dos elementos lingüísticos:
con la perífrasis verbal volver a + infinitivo (el auxiliar está en pretérito perfecto simple, la perspectiva es
global) y con el prefijo re- del verbo reconocer.
59) El buque se fue con las luces encendidas y dejando un reguero de valses de pianola, y por un instante
quedamos a la deriva de un abismo
de incertidumbre, hasta que volvimos a reconocernos
unos a otros y nos hundimos en el manglar de la parranda. (CMA, 61)
4. Conclusión
Una de las características del estilo de Gabriel García Márquez es el uso
frecuente de las perífrasis
verbales para crear mundos narrativos y situarlos en el tiempo y el espacio.
Algunas de ellas
ocupan un lugar especial en la narrativa del escritor colombiano,
como es el caso de ir a + infinitivo en Crónica de una muerte anunciada y haber de + infinitivo
en Cien años de soledad. Podríamos definirlas como perífrasis verbales presagiosas ya que en el mundo narrativo anuncian acontecimientos inevitables, trágicos y fatales. Asimismo, las perífrasis verbales progresivas con gerundio (p. ej. ir + gerundio, seguir + gerundio) desempeñan un papel importante en la prosa garciamarquiana para sugerir la atmósfera de un lento pero imparable progresar del tiempo que
da la impresión de no moverse linealmente sino de dar vueltas en redondo18. Las perífrasis
iterativas y frecuentativas
(soler + infinitivo y
volver a + infinitivo)
también ayudan a crear la sensación de que todo se repite
y da vueltas
sin cesar. En la novela analizada
destaca la perífrasis
verbal ir a + infinitivo
que aparece en la primera frase y se repite a lo largo de la novela.
Las primeras frases en las obras de García Márquez son de suma importancia
para desencadenar los eventos narrados, como lo dice
el mismo autor:
En
general a la primera frase
de un libro le asignas mucha importancia. Me dijiste que
a veces te llevaba más tiempo escribir
esta primera frase que todo
el resto. ¿Por qué?
-Porque la primera frase puede ser el laboratorio para establecer muchos elementos de estilo, de la estructura y hasta de la longitud del libro. (García
Márquez, 1983, 27)
El análisis de las perífrasis verbales que indican valores aspectuales, temporales, modales, contextuales y estilísticos en la
novela Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez demuestra que las construcciones analizadas son unos potentes recursos lingüísticos para la expresión de
relaciones temporo-aspectuales,
tienen un fuerte valor expresivo y se usan para lograr efectos estilísticos especiales. En el complejo mundo textual con un sinfín de elementos dependientes entre sí las perifrasis
verbales sirven para expresar los más
variados matices de temporalidad, aspectualidad y modalidad. Esta riqueza y disponibilidad en la lengua española se refleja a la perfección en esta novela y en otras obras narrativas de García Márquez
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La Oveja Negra,
1981.
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, Kronika napovedane smrti, Murska Sobota, Pomurska založba 1982.
18 Qué quería
- murmuró -, el tiempo
pasa. - Así es - dijo Úrsula -, pero no tanto.
Al decirlo,
tuvo conciencia de estar dando la misma réplica que
recibió del coronel Aureliano Buendía en su celda
de sentenciado, y una vez más se estremeció con la comprobación de que el tiempo no pasaba, como ella lo
acababa de admitir, sino que daba vueltas en redondo.
(García Márquez, 1986,
263-264)
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, El olor de la guayaba, Conversaciones con Plinio Apuleyo Mendoza, Bogotá,
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