Colindancias (2013) 4: 205-224

 

Mladen Ćirić

 

Milica Inosavljević

Universidad de Belgrado

 

Serbia

 

 

La posición de los criollos de base

 

española en la política y la planificación lingüística en el mundo hispánico

 

 

Recibido 20 de febrero de 2013 / Aceptado 17 de mayo de 2013


 

 

1. Introducción

 

Las variedades lingüísticas criollas (conocidas como lenguas criollas o criollos) son producto del contacto entre dos o más lenguas, generalmente distintas entre sí desde el punto de vista genético y tipológico, y de una transmisión intergeneracional que difiere del modelo normal en muchos aspectos. Sus estructuras gramaticales y léxicas poseen numerosas peculiaridades inexistentes en otras lenguas, lo que, junto a su génesis específica, sirve frecuentemente como criterio para su clasificación en un grupo especial de variedades lingüísticas. El análisis de su génesis, su transmisión intergeneracional, sus estructuras gramaticales (fonológicas y morfosintácticas) y léxicas, así como también de los cambios dinámicos de estas estructuras, ha sido una tarea importante de los estudios criollos, no solo por razones descriptivas (para llegar a una descripción detallada de estas variedades lingüísticas), sino también para construir una teoría que explique el surgimiento de estas variedades. Otro aspecto importante de estos estudios ha sido la posibilidad de encontrar respuestas a cuestiones fundamentales para la lingüística general, como por ejemplo el proceso de adquisición de una lengua (L1 y L2) o las razones de cambios y de contactos lingüísticos, entre otras. De esta manera, los estudios de los criollos han sido importantes tanto para la lingüística descriptiva como para la teórica. Estos estudios son relevantes también para la sociolingüística. Los criollos son casi siempre variedades vernáculas, frecuentemente sin sistemas de escritura, a veces estigmatizadas fuera (y dentro) de sus propias comunidades de habla, y en contacto constante con lenguas oficiales y prestigiosas, generalmente aquellas que dieron origen a la mayor parte de su léxico. Todo esto les da un lugar importante en los estudios sociolingüísticos (críticos), que no tienen que ser necesariamente de tipo descriptivo (dirigidos hacia la descripción de la posición sociolingüística de los criollos), sino que también pueden marcar un punto de partida útil para unos análisis teóricos más generales.

 

El presente trabajo trata sobre los criollos de base española desde el punto de vista sociolingüístico, intentando posicionar el análisis en un contexto más amplio de la política y la planificación lingüística en el mundo hispánico. En la primera sección de esta introducción (1.1.) empezaremos con las definiciones relevantes. Después, en la segunda (1.2.), explicaremos el concepto de la política y la planificación lingüística adoptado en nuestro análisis. En la tercera sección (1.3.) presentaremos los objetivos del trabajo y en la cuarta (1.4.), la metodología.

 

 

 

1.1. Los criollos de base española

 

Las teorías que pretenden explicar el surgimiento de variedades criollas son numerosas y diversas1. Frecuentemente son, a su vez, bastante divergentes incluso en sus características básicas. Sin embargo, aunque existe esta diversidad teórica y aunque todavía no se ha llegado a una solución del problema de la emergencia de criollos, se acepta hoy en día la hipótesis de que a un criollo le precede un pidgin, una variedad que surge por la necesidad de comunicación urgente entre grupos de hablantes que no se pueden entender

 

 

1 Cfr. Holm (2004) para la presentación de las teorías que han tenido más impacto en los estudios criollos.


 

 

 

mutuamente hablando sus idiomas o sirviéndose de alguna otra lengua que sea hablada por todos los participantes en la comunicación. De esta manera, los elementos de distintas lenguas en contacto forman un pidgin, una variedad de estructura extremamente simplificada, que se usa en dominios restringidos (en el período colonial los pidgins fueron usados en el comercio y para la comunicación entre colonizadores y esclavos). La mayor parte de su estructura léxica proviene de la lengua del grupo dominante (colonizadores, amos de plantaciones esclavistas, comerciantes europeos, etc.), mientras que las reglas gramaticales strictu sensu prácticamente no existen.

 

Cuando los niños de la comunidad en que se usa algún pidgin empiezan a adquirir esta variedad como su L1, su estructura se completa con las reglas morfosintácticas necesarias y se enriquece con nuevas colocaciones léxicas, de modo que el conjunto caótico previo de elementos lingüísticos distintos se transforma en un sistema lingüístico coherente, que no difiere de cualquier otra lengua natural. De esta manera surge un criollo. Su vocabulario tiene origen en todas las lenguas que habían formado el pidgin, pero la mayor parte de palabras proviene de una de estas lenguas, generalmente de la del grupo dominante. Por esta razón, en las clasificaciones genéticas de los criollos el criterio más común es el del idioma lexificador, de manera que se distinguen criollos de base inglesa, francesa, portuguesa, española, holandesa... A diferencia del léxico, la mayor parte de la gramática se estructura según las reglas del idioma del grupo menos prestigioso o sometido (por ejemplo de habitantes autóctonos de colonias o de esclavos)2.

 

Las lenguas criollas en la mayoría de los casos conviven con su idioma lexificador, lo que produce un contacto lingüístico intensivo y los lleva al continuo poscriollo (cfr. Holm 2004: 49–58). Los hablantes de criollos, al mismo tiempo, tienen una buena competencia del idioma lexificador (que es más prestigioso y, por lo tanto, visto como lengua recurso, cfr. Hornberger 1998), así que poco a poco introducen algunas características de su estructura gramatical y léxica al criollo. Este proceso se conoce bajo el término de descriollización y es directamente relevante para estudios sociolingüísticos de criollos, puesto que sus causas no se deben exclusivamente a las similitudes entre las estructuras del criollo y de su lexificador, sino, especialmente, a los factores sociales que normalmente provocan el desplazamiento lingüístico. La similitud entre un criollo y su lexificador es un factor adicional que puede acelerar el proceso de desplazamiento.

 

No es fácil decidir si un pidgin sigue siendo un pidgin o ya se encuentra criollizado. Los problemas teórico-metodológicos de este tipo se muestran todavía más complicados cuando se trata de la diacronía, es decir, cuando hay que determinar si una variedad acriollada que antes existía (y que fue registrada en alguna forma) puede definirse como un criollo. Los criterios de la separación rígida de estos dos tipos de variedades son objeto de discusiones como nos muestra la existencia de definiciones y clasificaciones muy diversas (cfr. Holm 2004: 1–12; Andrijašević 1992). Todo esto se refiere también al caso de los criollos de base española, aunque en menor medida que en otros (de base inglesa o portuguesa, por ejemplo), y las clasificaciones existentes generalmente no presentan divergencias.

 

 

2 Una buena revisión de la clasificación de las lenguas criollas según el criterio del idoma lexificador se presenta en Holm (2004), junto a las descripciones breves de sus estructuras gramaticales y léxicas. Para algunos ejemplos típicos de criollos cuyo vocabulario proviene totalmente del idioma de los colonizadores y su estructura gramatical del idioma de las comunidades autóctonas de las colonias puede consultarse Lipski (2004: 462–463).


 

 

 

Según John Lipski (2004: 464–465), hoy en día existen los siguientes criollos de base española:

 

(1)  El papiamento (o papiamentu), la variedad hablada en las Antillas Holandesas (las islas de Aruba, Curaçao y Bonaire);

(2)  El palenquero, la variedad vernácula hablada en la aldea de San Basilio de Palenque, en Colombia;

(3)   El chabacano (o chavacano), el conjunto de por lo menos tres variedades acriolladas de base española en las Islas Filipinas;

 

(4)  El habla bozal caribeña, la variedad criollizada del español hablado por negros bozales en Cuba, Puerto Rico y posiblemente en otras regiones del Caribe, que debe haberse convertido en una lengua criolla.

 

Además de estas, Lipski (2004: 465) menciona otras variedades que considera remanentes de un lenguaje afrohispánico postulado. Estas, sin embargo, no figuran en clasificaciones de otros autores, puesto que no están analizadas detalladamente y es difícil definirlas como lenguas criollas. Además, el habla bozal caribeña tampoco aparece en la mayoría de clasificaciones de criollos de base española. López Morales (1992: 23) considera esta variedad un pidgin que nunca llegó a ser un criollo, rodeado por la lengua mayoritaria y más prestigiosa: el español. Holm (2004: 74–75) tampoco menciona el habla bozal en su clasificación. Su lista incluye solamente el papiamento, el palenquero y el chabacano. Es esta la clasificación que adoptaremos en el presente trabajo, así que el objeto de nuestro análisis serán estas tres lenguas criollas.

 

 

1.2. La política y la planificación lingüísticas

 

La política y planificación lingüísticas (PPL) se define como la acción organizada e institucionalizada que regula varios aspectos del estatus, de la forma y de los dominios del uso de una determinada variedad lingüística. La PPL se divide normalmente en tres tipos: la PPL del estatus (elección de una lengua con estatus oficial en una cierta entidad territorial o administrativa), la PPL del corpus (estandarización de la lengua, o sea la elección de las formas lingüísticas que serán normativas) y la PPL educativa (elección de lenguas para la educación formal; se refiere a todos los aspectos de la enseñanza de L1/L2/lenguas extranjeras/lenguas adicionales, etc.)3. El concepto de la PPL relevante para nuestro análisis es aquel que se adopta en los estudios sociolingüísticos críticos. En la sociolingüística crítica, la PPL se considera una acción siempre realizada en un determinado contexto (social, político, epistemológico, cultural, etc.). Este contexto influye de varias maneras, implícita o explícitamente, directa o indirectamente, en los objetivos y los resultados de PPL (cfr. Ricento 2000; Milroy 2001; Filipović 2009: 54-72).

 

 

1.3. Los objetivos del análisis

 

En el presente trabajo analizamos el estatus sociolingüístico de los criollos de base española (del papiamento, del palenquero y del chabacano) intentando posicionarlos en un

 

 

3 Cfr. Paulston (2003: 476) para una revisión de diversas definiciones y clasificaciones relevantes de PPL.


 

 

 

contexto más amplio, global, de la PPL en el mundo hispánico. Para poder adentrarnos en este análisis, trataremos primero de esbozar el perfil sociolingüístico de cada una de las tres variedades en su contexto local (la sección 2. de este trabajo), aplicando los criterios de la UNESCO para la evaluación de la vitalidad y el peligro de desaparición de las lenguas (UNESCO 2003)4. Las descripciones sociolingüísticas obtenidas nos servirán como instrumento de análisis del tratamiento de estas variedades por parte de la PPL (sección 3 del trabajo). Finalmente, observaremos la posición de las variedades analizadas en el contexto de la PPL hispánica a nivel global (sección 4 del trabajo). El estudio tiene dos vertientes: 1) mostrar cómo la PPL trata estas variedades y 2) destacar, basándose en las características de este tratamiento, algunos aspectos de la PPL hispánica a nivel global que no son suficientemente visibles, o se mantienen ocultos, puesto que es más difícil revelarlos analizando algunas otras variedades lingüísticas habladas en el mundo hispánico.

 

 

1.4. La metodología del análisis

 

Para hacer la descripción sociolingüística de los criollos de base española aplicaremos los criterios para la evaluación de la vitalidad y el peligro de desaparición de las lenguas definidos por el grupo de expertos de la UNESCO (2003). Estos criterios nos ayudarán a mostrar el grado de vitalidad de las variedades analizadas y nos servirán también para esbozar sus perfiles sociolingüísticos con más claridad.

 

La vitalidad o el peligro de desaparición de una lengua no se puede definir basándose en un factor único. “Las comunidades lingüísticas son complejas y diversas; el mero cálculo del número de hablantes de una lengua es difícil” (UNESCO 2003: 9). Por ello, han sido definidos nueve factores que se deben tomar en consideración durante la evaluación: (1) transmisión intergeneracional de la lengua, (2) número absoluto de hablantes, (3) proporción de hablantes en el conjunto de la población (este “conjunto” en realidad puede ser la colectividad étnica, religiosa, regional o nacional con la que se identifica la comunidad de hablantes), (4) cambios en los ámbitos de utilización de la lengua, (5) respuesta a los nuevos ámbitos y medios de comunicación, (6) disponibilidad de materiales para el aprendizaje y la enseñanza de la lengua, (7) actitudes y políticas de los gobiernos y las instituciones hacia las lenguas, incluidos su rango oficial y uso (la PPL del estatus), (8) actitudes de los miembros de la comunidad hacia su propia lengua, y (9) tipo y calidad de la documentación (lo que constituye una de las tareas de la PPL de corpus). Cada factor determina cinco grados posibles de vitalidad/peligro de desaparición de la lengua que se expresan mediante una escala de valores numéricos de 1 a 5 (salvo el segundo factor, que se puede expresar con valores numéricos más precisos). Analizaremos independientemente cada uno de los tres criollos que son objeto de este estudio de acuerdo con cada uno de los nueve factores. Posteriormente, compararemos los resultados obtenidos para que se vea claramente cuál de las variedades es la más vital/amenazada. Prestaremos una atención especial a la discusión sobre los factores (7), (8) y (9), puesto que estos se refieren directamente a la PPL (del estatus y del corpus), continuando luego con el análisis de la

 

 

 

4 UNESCO (2003) es un documento desarrollado por el grupo de expertos de la UNESCO y adoptado diez años atrás. No obstante, la actualidad de los criterios establecidos en este documento ha permanecido hasta hoy, lo que se observa en su aplicación en algunos estudios recientes (cfr. por ejemplo Moseley 2010).


 

 

posición de los criollos de base española en el contexto global de la PPL hispánica. El análisis será esencialmente cualitativo y, también, trataremos de darle un carácter crítico, imprescindible para revelar los aspectos ocultos, o por lo menos descuidados, de la PPL, y este es uno de nuestros objetivos. Un marco teórico adecuado para esta tarea es la sociolingüística crítica (para una presentación de las teorías y métodos más importantes, cfr. Filipović 2009: 12-36).

 

 

 

2.  La descripción de la condición sociolingüística de los criollos de base española de acuerdo con los criterios para la evaluación de la vitalidad y el peligro de desaparición (UNESCO 2003)

 

 

2.1. El papiamento

 

El papiamento es la lengua criolla hablada en las Antillas Holandesas (las islas de Aruba, Curaçao y Bonaire) y en las comunidades de emigrantes en Holanda, Venezuela y los Estados Unidos. Según la mayoría de las teorías de su origen, este criollo surgió a principios del siglo XVIII en la isla de Curaçao (cfr. Lipski 2004: 475 y la bibliografía citada ahí). En cuanto a la mayor parte de su vocabulario, no es posible concluir con precisión si proviene del español o del portugués. Aunque la formación del papiamento todavía no se ha aclarado, los estudios relevantes generalmente lo definen como criollo de base léxica española (cfr. por ejemplo Munteam 1996; Holm 2004: 75; Lipski 2004: 465, 475–477).

 

Según la publicación Ethnologue (2009a), el registro más renombrado de las lenguas del mundo, el papiamento es la L1 de la comunidad que tiene cerca de 320 mil personas, casi la totalidad de la población de las Antillas Holandesas. El registro destaca también el hecho de que esta lengua es hablada por todas las generaciones de hablantes, lo que quiere decir que su transmisión intergeneracional está garantizada. Se menciona que el papiamento es usado en todos los ámbitos de utilización (lo que se afirma también en el estudio de Weil 2010). En cuanto a la respuesta a los ámbitos nuevos y medios de comunicación, el papiamento es una variedad de mucho éxito (cfr. Weil 2010: 88–97). En el área de la publicación de materiales didácticos y del desarrollo de alfabetización mediante la educación formal e informal, se ha organizado un trabajo bien fundado. En abril del año 1998, en las Antillas Holandesas empezó a trabajar el Fondo para la Planificación Lingüística (Fundashon pa Planifikashon di Idioma)5, que continúa con las actividades de un cuerpo semejante (Sede di Papiamentu), que fue fundado en 1983. El resultado de las actividades de esta institución se observa, entre otras cosas, en la publicación de manuales para la educación (preescolar, primaria y secundaria) en papiamento, de obras literarias (y traducciones de otros idiomas), así como de numerosos materiales didácticos para niños, jóvenes y adultos. Hay que destacar el hecho de que existe una cantidad considerable de obras literarias escritas en papiamento, desde el siglo XIX hasta hoy, y la literatura escrita en este criollo está ganando mucha popularidad en los comienzos del siglo XXI. Ya se han

 

 

5 En la página web del Fondo se encuentran datos sobre su fundación, objetivos y tareas, proyectos, publicaciónes y otras actividades de esta institución reguladora: http://www.fpi.cw/ [03/08/2012].


 

 

publicado estudios teóricos dedicados a ella y antologías representativas de la poesía y de la prosa6.

 

Todo esto nos demuestra que el papiamento puede considerarse una lengua vital a largo plazo, de acuerdo con los primeros seis criterios de la UNESCO (2003: 7–12). Consideremos ahora los criterios restantes que se refieren a la PPL y a las actitudes de la comunidad de hablantes hacia su propia lengua (UNESCO 2003: 13–17). Primero tenemos que destacar el hecho de que, al lado del papiamento, se utilizan en las Antillas Holandesas otros idiomas: el holandés (también la lengua oficial del país), el español y, recientemente, el inglés. El Fondo para la Planificación Lingüística menciona explícitamente que uno de sus objetivos es la preservación de esta diversidad lingüística, lo que nos muestran sus actividades y proyectos. En suma, el papiamento, además de la posición de lengua oficial, disfruta del apoyo institucional a nivel del estado.

 

Los estudios sobre el peligro de desaparición de las lenguas han probado que para la preservación de una lengua este tipo de apoyo institucional no es suficiente si la propia comunidad de sus hablantes no cultiva actitudes positivas y si no la considera una lengua recurso (language as a resource, cfr. Hornberger 1998). En cuanto a las actitudes de los habitantes de Aruba, Boanaire y Curaçao hacia su L1, el estudio detallado de Keisha Irma Wiel (2010) demuestra que estas son mayormente positivas. El papiamento es visto como un símbolo de la identidad nacional y como portador de valores culturales y, por lo tanto, hay que preservarlo e introducirlo en todos los ámbitos de uso. Sin embargo, el estudio revela la existencia de opiniones diferentes de una porción de los hablantes del papiamento. Aunque todos están orgullosos de su idioma materno, hay algunos que opinan que no es aconsejable enseñarlo en las escuelas (Wiel 2010: 75-87), ya que es más útil que sus hijos aprendan inglés, español y holandés, porque únicamente esto les puede ayudar a alcanzar diplomas universitarios. Otras lenguas mencionadas, en primer lugar el inglés y el español, se consideran buenos recursos para una promoción profesional en el exterior. El conocimiento del holandés también se considera útil, a veces imprescindible, por parte de muchos jóvenes de las Antillas Holandesas que van a Holanda para terminar estudios de posgrado. Sin embargo, como nos muestra Weil (2010: 84–87), no es necesario abandonar el papiamento en el ámbito de la educación para poder aprender los idiomas prestigiosos (inglés, español y holandés), y esto lo entienden muchos hablantes de este criollo, así que a su L1 no le niegan el valor de lengua recurso.

 

El último factor definido por la UNESCO como criterio para la evaluación de la vitalidad y el peligro de desaparición de las lenguas es el tipo y la calidad de la documentación de la lengua. Si la lengua posee su variedad estándar, entonces se sobreentiende la publicación de gramáticas normativas, diccionarios y ortografías, así como de diversos compendios que aconsejan el buen uso de las formas normativas. Aunque el papiamento ha sido utilizado durante décadas en su forma escrita y en varios ámbitos de uso (cfr. Lipski 2004: 477; Wiel 2010), solo el Fondo para la Planificación Lingüística se comprometió a desarrollar su variedad estándar, es decir, a planificar el corpus. Ya tenemos resultados de estas actividades. Fue publicada la ortografía normativa con una lista de

 

 

6 Berry-Haseth (1998) es una de las antologías más completas y un estudio teórico-literario, de tres volúmenes, que nos ofrece el panorama del desarrollo histórico de la literatura escrita en papiamento. Broek (2009) es un estudio reciente que muestra las corrientes modernas de la literatura de las Antillas Holandesas, incluyendo las obras en papiamento.


 

 

palabras (FPI 2009). El papiamento todavía carece de un buen diccionario monolingüe y de una gramática normativa, pero ya están siendo usadas, por lo menos durante los últimos veinte años, muchas gramáticas descriptivas (cfr. por ejemplo Kouwenberg, Murrag 1994; Munteam 1996), y algunos diccionarios bilingües (Ratzlaff 1992; Van Putte, Van Putte-de Windt 2005; Ioubert 2007). Los materiales didácticos para el aprendizaje del papiamento como L1 y L2 están siendo perfeccionados constantemente.

 

 

2.2. El palenquero

 

Uno de los criollos más antiguos de base iberroromana que han sobrevivido se habla en la pequeña aldea de San Basilio de Palenque en Colombia. En los estudios criollos se conoce bajo el glotónimo de palenquero, mientras que la comunidad de sus hablantes lo denomina lengua. Según la publicacción Ethnologue (2009b) esta comunidad tiene un poco más de 3500 hablantes. La mayoría de sus miembros posee alguna competencia en esta lengua, aunque ella ha pasado, durante las últimas décadas, por el proceso de descriollización, estando en contacto intensivo con el español, la lengua mayoritaria (cfr. Lipski 2011, 2012). Hasta hace poco se consideraba que lo hablaban solo un 10% de hablantes menores de 25 años, pero diez años después, los resultados de otros estudios muestran una mejora considerable (Lipski 2012: 25). Si se toman en consideración las previsiones del desplazamiento completo del palenquero por el español que datan de los años noventa (cfr. Schwegler 1996 y Moñino 2002, citados en Lipski 2012: 25), se nota que el perfil sociolingüístico de la aldea de San Basilio de Palenque se muestra hoy totalmente distinto, a favor de la variedad lingüística local. La causa más importante de este proceso de revitalización a lo mejor fue el hecho de que la UNESCO proclamó la aldea de Palenque patrimonio inmaterial de la humanidad, en 2005 (cfr. Lipski 2012: 22). Este hecho ha contribuido bastante a la atención dada a esta aldea pequeñita, al desarrollo del turismo y de otras actividades económicas y, ciertamente, al fortalecimento y la preservación del palenquero, así que muchos de los factores aplicados en este análisis pueden expresarse con variables altas. La transmisión intergeneracional del palenquero puede considerarse relativamente estable, el número de jóvenes que lo aprenden en el cuadro del programa de la etnoeducación (Lipski 2012: 24–27) está creciendo, y hay cada vez más hablantes que lo consideran un símbolo de identidad local y cultivan actitudes positivas hacia su lengua materna. Por lo tanto, la ideología lingüística de la comunidad de hablantes se ha transformado sumamente, en comparación con la situación del período antes de 2005: de una variedad estigmatizada el palenquero ha llegado a ser el símbolo del orgullo étnico. Por otro lado, el uso del palenquero fuera de los ámbitos de la educación y de la familia es escaso, así que es importante estudiar detalladamente otros factores, para que se vea si la preservación de la lengua está garantizada a largo plazo (Lipski 2012: 26).

 

Cuando se observan los factores directamente relacionados con la PPL del estatus y del corpus, se nota que la única actividad organizada e institucionalizada, cuyo objetivo es la preservación y fortalecimiento del palenquero, ha sido la introducción de esta variedad en la educación primaria y secundaria (Lipski 2011, 2012). Este es un acto concreto de las autoridades colombianas que, sin embargo, no se realizaría con éxito si no hubiera actitudes positivas hacia la preservación, la promoción del palenquero en el ámbito de la educación


por parte de la comunidad local y esfuerzos individuales (de educadores y líderes políticos) en esta área. Lo que se debería hacer para que este proceso obtenga bases más sólidas se refiere a la PPL del corpus. Actualmente hay pocos materiales didácticos, descripciones gramaticales y diccionarios, mientras que la gramática normativa y la ortografía (o por lo menos el proyecto que tenga la publicación de estos como su objetivo) todavía no existen. Aunque se menciona en el Ethnologue (2009b) el desarrollo de registros del palenquero que deberían satisfacer las necesidades de su uso en todos los ámbitos, bien como gramáticas descriptivas, Lipski (2012: 26) menciona solamente materiales didácticos y un diccionario. Por lo tanto, no existen instituciones oficiales que se dediquen a la PPL del corpus del palenquero, pero hay un trabajo valioso de individuos, que es el resultado de una ideología lingüística cada vez más positiva de la comunidad de hablantes.

 

 

2.3. El chabacano

 

El chabacano es el glotónimo que se refiere a toda una serie de variedades acriolladas de base léxica española habladas en las Islas Filipinas. Es difícil definir el momento exacto de su formación, separar una variedad de la otra, concluir cuál es la más antigua, etc. (Lipski 2004: 466–472). Normalmente se mencionan seis “dialectos” de este criollo (esta información se encuentra en la publicación Ethnologue 2009c) y algunos de ellos se consideran moribundos o ya desaparecidos. El más importante es el zamboangueño, la variedad de la ciudad de Zamboanga y sus alrededores, que es tomada generalmente como sinónimo de todo el continuo del criollo chabacano. Las informaciones sobre el número de hablantes difieren de una publicación a otra. Debido a todas estas imprecisiones terminológicas y factográficas, es difícil esbozar el perfil sociolingüístico completo del chabacano de acuerdo con los criterios de la UNESCO aplicados en el presente trabajo. Sin embargo, para obtener una imagen sociolingüística más o menos clara de esta variedad criolla que nos sirva para el análisis de la PPL hispánica en un contexto global, hemos tratado de apoyarnos en los datos relevantes disponibles y analizarlos de acuerdo con los criterios de la UNESCO, en la medida de lo posible. Quisiéramos destacar el hecho de que el grupo de expertos de la UNESCO tuvo en cuenta la posibilidad de adecuar los criterios a casos particulares, de modo que estos se consideran directrices y no una metodología para la evaluación definitiva y única de vitalidad y peligro de desaparición de las lenguas (UNESCO 2003: 17).

 

En el registro Ethnologue (2009c) se menciona que el chabacano tiene 293 mil hablantes (según los censos recientes y algunos estudios de expertos en esta variedad criolla). En cuanto a la alfabetización, existen las siguientes informaciones: 80% de los hablantes del chabacano como L1 y el mismo porcentaje de los hablantes de este criollo como L2 pueden leerlo y escribirlo. En la sección que trata de los ámbitos de utilización, se dice que el chabacano se usa en la educación primaria, en la prensa y en los medios electrónicos de comunicación. Este criollo no es la lengua oficial en todo el territorio filipino, pero, según la Constitución de este país, puede utilizarse en las comunidades locales correspondientes (cfr. Official Gazette 2012). En cuanto a las actitudes de los hablantes hacia el chabacano, parece que son positivas en las áreas urbanas, mientras que en las rurales tienen un matiz negativo (Lipski 2004: 472). Hay cada vez más materiales didácticos, pero faltan


descripciones gramaticales y diccionarios monolingües (existen diccionarios bilingües, por ejemplo Chambers, Wee 2003). Aunque el chabacano posee la forma escrita, no hemos encontrado ninguna información sobre la ortografía normativa. La PPL de corpus carece del apoyo institucional y depende del entusiasmo individual de miembros de la comunidad local. Sin embargo, la Universidad de Zamboanga, en colaboración con el Instituto Cervantes en las Islas Filipinas, se dedica a la promoción de esta lengua y a la organización de trabajo científico que tiene como su meta la descripción del chabacano, lo que ha llevado a resultados concretos (cfr. por ejemplo Tardo 2006).

 

Es difícil, en suma, evaluar con precisión el grado de la vitalidad o vulnerabilidad del chabacano según todos los criterios aplicados en nuestro análisis. De acuerdo con el número de hablantes, la transmisión intergeneracional, la alfabetización y el uso en varios ámbitos (incluyendo los nuevos), el chabacano no es una lengua amenazada a largo plazo. Por otro lado, de acuerdo con los criterios relacionados a la PPL del estatus, del corpus y a la PPL educativa, la vitalidad del chabacano se puede garantizar únicamente mediante la consolidación de las actividades existentes y el desarrollo de otras que son necesarias para la formación de su estándar. Creemos que esto es sumamente importante en un país multilingüe como las Islas Filipinas, donde los contactos con las lenguas más prestigiosas (en primer lugar, con el inglés y el filipino, pero también con el español, que disfruta de un cierto prestigio cultural e histórico) pueden influir en su estructura.

 

 

 

2.4. La comparación de los perfiles sociolingüísticos del papiamento, el palenquero y el chabacano

 

Las descripciones de las posiciones sociolingüísticas de las tres variedades criollas que hemos obtenido muestran tanto algunas similitudes, como diferencias. Sus comunidades de hablantes son de tamaños diferentes (la mayor es la del papiamento, la del chabacano es un poco menor, mientras que el palenquero tiene una comunidad de hablantes muy pequeña). La transmisión intergeneracional de los tres está garantizada, por lo menos actualmente. Sus situaciones son diferentes de acuerdo con el criterio de los ámbitos de uso (el papiamento se utiliza en todos los ámbitos, el chabacano principalmente en la educación y en los medios de comunicación, mientras que el uso del palenquero se restringe al ámbito de la familia y de la escuela). Poseen sistemas de escritura que se usan en la educación. La mayoría de sus hablantes nativos es letrada (está creciendo en el caso del palenquero; hay informaciones del 80% de letrados entre hablantes del chabacano; casi la totalidad de los hablantes del papiamento es letrada). Los factores relacionados con la PPL difieren considerablemente en algunos aspectos y, por lo tanto, les dedicaremos una discusión aparte en la siguiente sección del presente trabajo (3). Exponemos aquí un resumen del análisis de estos tres criollos de acuerdo con los criterios de la UNESCO, con valores numéricos (cfr. Tabla 1).

 

Observando los resultados expuestos, puede concluirse que de los tres criollos de base española aquí analizados, el más vital es el papiamento. El palenquero y el chabacano están amenazados según algunos de los criterios, a veces con una diferencia considerable en comparación con el papiamento. Basándose en estas evaluaciones, ciertamente generalizadas y un poco imprecisas en algunos aspectos, se podrían hacer otras investigaciones de la

vulnerabilidad de estas variedades. Sin embargo, nosotros nos centraremos en el análisis de su relación con la PPL.


 

 

Tabla 1. La descripción de la condición sociolingüística de los criollos de base española de acuerdo con los criterios para la evaluación de vitalidad y peligro de desaparición (UNESCO 2003), con valores numéricos

 

FACTORES

 

LENGUA

 

 

papiamento

palenquero

chabacano

transmisión

 

 

 

intergeneracional de la

5

5-

5-

lengua

 

 

 

número absoluto de

320.000

3.500

293.000

hablantes

 

 

 

 

proporción de hablantes

 

3 (se nota la tendencia

4

en el conjunto de la

5

hacia el valor de 4)

población

 

 

 

 

 

cambios en los ámbitos

5

4

4

de utilización de la lengua

 

 

 

respuesta a los nuevos

5

2

4

ámbitos y medios de

comunicación

 

 

 

disponibilidad de

 

 

 

materiales para el

5

3

4

aprendizaje y la

 

 

 

enseñanza de la lengua

 

 

 

actitudes y políticas de los

 

 

 

gobiernos y las

5

4

4

instituciones hacia las

lenguas, incluidos su

 

 

 

rango oficial y uso

 

 

 

actitudes de los miembros

4

aproximadamente 5

3

de la comunidad hacia su

propia lengua

 

 

 

tipo y calidad de la

4

2

3

documentación

 

 

 

 

 

 

3. Los criollos de base española en la política y la planificación lingüísticas

 

La aplicación de los factores directamente relacionados con la política y la planificación lingüísticas en nuestro análisis de la posición sociolingüística de los criollos de base española nos lleva a conclusiones acerca de algunas de las características generales de la PPL relacionadas con estas variedades. Las expondremos aquí brevemente.


El papiamento cuenta con más apoyo institucional. La existencia de un cuerpo regulador (Fondo para la Planificación Lingüística) que se ocupa de la PPL del estatus, del corpus y también de la educativa, obteniendo los resultados visibles de las actividades más intensas, acerca este criollo a las lenguas con una tradición más larga en PPL. En cuanto al palenquero y al chabacano, el apoyo institucional es mucho menor. Las autoridades colombianas permitieron el uso del palenquero como lengua oficial en la comunidad local y lo introdujeron en la enseñanza primaria y secundaria, pero la planificación del corpus depende de la voluntad de los individuos de dicha comunidad y de su esfuerzo para utilizar la lengua en todos los ámbitos de uso, junto al desarrollo de materiales didácticos adecuados (cfr. Lipski 2012). En cuanto al palenquero, es evidente que su política y la planificación lingüísticas no tienen carácter institucional y que, a diferencia del papiamento, es mucho más una política de tipo bottom–up. El chabacano, según las decisiones de la política estatal, también tiene su uso garantizado en muchos ámbitos dentro de su comunidad local, pero aún carece de un trabajo sistemático de planificación del corpus y a nivel educativo. La solución también podrían ser las actividades de la propia comunidad local y la intensificación de la mencionada política de tipo bottom–up.

 

Las actitudes de los hablantes hacia la lengua local y su mantenimiento o desplazamiento siempre afectan directamente a la formación de la PPL, institucional o no institucional, explícita o implícita (Filipović 2009: 103). De nuestro esbozo de la posición sociolingüística de los criollos de base española se nota su papel, quizá más claro en el caso del palenquero. Los resultados de las investigaciones desde hace aproximadamente una década (cfr. Schwegler 1996 y Moñino 2002, citados en Lipski 2012: 25) predijeron un desplazamiento rápido de esta lengua. La evolución de los acontecimientos favorables para su comunidad de hablantes (desde el año 2005 en adelante) dio lugar a un cambio fundamental en cuanto a las actitudes hacia el palenquero. Así, se ha garantizado la transmisión intergeneracional del palenquero e incluso se ha aumentado. Se podría decir que el palenquero realmente está en un proceso de revitalización (el término, de forma explícita, es usado por Lipski 2012, empezando por el título). Aunque la revitalización se relaciona directamente con la planificación del corpus (Filipović 2009: 103-104) y aunque en el caso de palenquero no está especialmente desarrollada, el fortalecimiento de las actitudes positivas hacia su lengua en la aldea de San Basilio de Palenque ya ha comenzado. Sin embargo, creemos que para la continuación del proceso de revitalización y divulgación del palenquero es necesario intensificar el trabajo en la PPL de corpus. “[...] La revitalización está a menudo directamente relacionada con la planificación lingüística del corpus, la estandardización de la lengua y la formación de una variedad estándar unificada, que se pueda usar en los medios de comunicación escritos, en los ámbitos formales de uso de la lengua” (Filipović 2009: 103).

 

El análisis de la política y la planificación lingüística del corpus, directamente ligado al último factor relevante para la evaluación de la vitalidad y el peligro de desaparición de las lenguas (UNESCO 2003: 16), demuestra que la PPL más institucionalizada es la más desarrollada también, como en el caso del papiamento. Este idioma tiene varias descripciones gramaticales, numerosos diccionarios y una ortografía normativa que constituyen la base para el desarrollo de métodos de enseñanza y materiales didácticos adecuados (para las clases de papiamento como L1 y L2). Por lo tanto, el papiamento puede ser evaluado como un idioma bien documentado (el valor numérico de 4, cfr. Tabla 1). En cuanto al chabacano y al palenquero, es evidente que carecen del apoyo institucionalizado de la PPL de corpus, así que no hay una base sólida para el desarrollo de materiales esenciales para ampliar el uso de la lengua en todos los ámbitos. En otras palabras, si no hay una ortografía normativa, una grámatica y un diccionario, es difícil desarrollar sistemáticamente materiales para la enseñanza de la lengua como L1 y L2. Por lo tanto, el palenquero y el chabacano no pueden ser evaluados como idiomas bien documentados, y su vitalidad depende mucho más de otros factores relevantes para la evaluación de la vulnerabilidad.

 

Según el análisis de la relación de la política y la planificación lingüística con cada una de estas tres variedades, se puede concluir que para su mantenimiento (en el caso del palenquero, principalmente), revitalización, expansión a todos los ámbitos de uso, fomento en las comunidades locales y más allá de estas, y para todas las demás actividades ligadas a una PPL desarrollada, es necesario el apoyo institucional (una política de tipo top–down), así como también el esfuerzo de la comunidad de hablantes (una política de tipo bottom–up).



 

4.  Los criollos de base española en el contexto global de la política y la planificación lingüísticas en el mundo hispano

 

La política y la planificación lingüísticas en el contexto global del mundo hispano actual (es decir, de todos los países hispánicos como un conjunto o una entidad lingüística y cultural) cuentan con una serie de actividades que conceden un valor adecuado a la diversidad lingüística y cultural. A partir del año 1492, cuando se publicó la primera gramática de la lengua castellana (el nuevo factor unificador del imperio que poco a poco se extendería por todo el mundo), pasando por el proceso de fortalecimiento de las nuevas naciones latinoamericanas a través de un pasado y lengua común durante el siglo XIX, hasta la dictadura de Francisco Franco, la lengua castellana era la lengua mayoritaria que dominó a otras variedades lingüísticas en todos los países de habla hispana. Esta imagen, sin embargo y desde los años setenta del siglo pasado, está cambiando poco a poco, sobre todo en España, donde el número de lenguas oficiales está creciendo. Debemos destacar que incluso en América Latina el español no se ha mantenido como idioma único cuya posición privilegiada podría contribuir a la muerte o al desplazamiento de otras lenguas minoritarias. En los países de América Latina, muy diversos en lo lingüístico, muchas lenguas indígenas son reconocidas como lenguas oficiales, sea a nivel de todo el país, sea a nivel de comunidades locales. Hoy en día, el mundo hispano es reconocido como un tesoro de la diversidad lingüística y cultural, en un grado que ni siquiera se puede comparar con el pasado, lo que, en parte, es el resultado de los cambios en la PPL.

 

Cómo se lograron y desarrollaron estos cambios puede observarse en el caso de la PPL en la España contemporánea. Es un hecho bien conocido que la lengua castellana, durante la creación de la nación y el estado españoles, prevaleció sobre numerosas otras variedades del continuo lingüístico iberorrománico, llegando a ser el idioma nacional. Incluso en una buena parte del siglo XX, durante la dictadura de Francisco Franco, el castellano fue la única lengua oficial de España, mientras que otras variedades fueron consideradas dialectos cuyo uso público estaba prohibido. La situación empezó a cambiar  desde finales de los años setenta, al principio despacio, luego de manera más dinámica


(cfr. el resumen de este proceso, con implicaciones teóricas, en Filipović 2009: 76-78).

 

 

Tras el fin de la dictadura en España se proclamó la primera Constitución democrática en 1978. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo tercero, el idioma oficial del país es el castellano, mientras que otros idiomas tienen este carácter en sus comunidades autónomas correspondientes. Por lo tanto, las lenguas regionales, euskera, catalán y gallego, reciben el estatus oficial que se les negó durante décadas. Desde entonces, especialmente en los años ochenta, otras variedades iberorrománicas tienden a igualar su posición con las tres mencionadas. La lengua valenciana (que es ligeramente diferente del catalán) se convirtió, en 1983, en idioma cooficial en el territorio valenciano. El asturiano (o bable) se introduce, desde los años setenta, gradualmente en la educación, y a partir del año 1980 existe L’Academia de la Llingua Asturiana (A.Ll.A.), el cuerpo regulador cuyas actividades principales están relacionadas con la PPL de corpus. El caso del aragonés es similar. Su cuerpo regulador Consello Superior d’as Luengas ejerce sus actividades desde el año 1986.

 

Por lo tanto, somos testigos de la verdadera proliferación de los llamados idiomas ausbau en la Península Ibérica en los últimos treinta años. Parece que su número aumenta cada década y que este proceso aún no ha concluido (Filipović 2009: 77). Este fenómeno se explica a través del concepto de glocalización, que originalmente proviene de la economía, pero se ha aplicado con éxito a consideraciones teóricas en la sociolingüística (cfr. Trudgill 2004). La glocalización es un fenómeno global de fortalecimiento de la identidad local (en este caso, étnica, cultural y lingüística). Puesto que se relativizan las fronteras nacionales en el proceso general de la globalización, en particular mediante la creación de una entidad política e identidad supranacional, se crean oportunidades de fortalecimiento del regionalismo subnacional. Sin embargo, como Trudgill (2004) indica, el fortalecimiento de la identidad local, es decir, la localización, no es una respuesta a la globalización: sus relaciones son mucho más complejas, de dinámica única, de manera que se puede afirmar que la localización es ahora un fenómeno global, la glocalización. Esto se refleja directamente en la separación de nuevos idiomas ausbau de los continuos dialectales (un proceso iniciado durante la creación de los primeros estados nacionales, hoy en día intensificado), como se ve en el caso de la España contemporánea.

 

En otras partes del mundo hispano, principalmente en la América Hispánica, también se dan todos los factores que pueden intensificar la creación de nuevos idiomas ausbau o abstand. No obstante, todavía carecemos de estudios de este fenómeno en el marco teórico mencionado. Nosotros trataremos aquí de analizar los criollos de base española a la luz de procesos de glocalización, creyendo que este es un marco teórico útil para la explicación de sus aspectos sociolingüísticos en el contexto global. Para llegar a unas conclusiones más sólidas, serán necesarios estudios más detallados, pero nosotros intentaremos esbozar las líneas que estos podrían seguir.

Antes de todo, hay que decir que es difícil definir una variedad criolla como idioma abstand o ausbau. Cuando se trata de la convivencia de un criollo con su idioma lexificador (lo que produce necesariamente la formación del continuo poscriollo y el proceso de descriollización, cfr. Holm 2004: 10) la oficialización del criollo, su estandardización y su expansión a todos los ámbitos de uso podrían observarse como la creación de un idioma ausbau , puesto que el continuo poscriollo es comparable, por lo menos en algunos aspectos, con el continuo dialectal. Por otro lado, si un criollo se habla en el territorio donde no se


encuentra en contacto constante con su idioma lexificador, su oficialización y estandardización pueden observarse como un caso del idioma abstand. En cuanto a los criollos de base española que son el objeto del presente análisis, hemos notado las dos situaciones posibles, así como su yuxtaposición. El papiamento convive en las Antillas Holandesas con el holandés, recientemente con el inglés también, pero, por otro lado, está en contacto con el español (su idioma lexificador), que se utiliza como L2 en la educación y que es la lengua de países vecinos. Su conquista del estatus de idioma nacional, que se ha llevado a cabo gradualmente, se ha ejercido en oposición con el holandés (cfr. Wiel 2010), la lengua de la antigua metrópoli, que no es su idioma lexificador, de modo que es difícil hablar de un mayor grado de parentesco entre estas dos lenguas y mucho menos del continuo poscriollo. Sin embargo, la influencia del español (es decir, del idioma lexificador) en el papiamento ha sido realizada durante siglos en Aruba, donde la mayor parte de la población tiene competencia en el español venezolano, y lo mismo acontece también en algunas villas de la costa de Venezuela, donde también hay hablantes del papiamento (cfr. Lipski 2004: 476) . En este caso, es posible que se tratara de un continuo poscriollo. La oficialización y la estandardización del papiamento, bien como su expansión a todos los dominios de uso puede considerarse un caso entre la creación de idiomas abstand y ausbau. El caso del chabacano es parecido. Esta lengua se habla en un país de gran pluralidad lingüística, donde su idioma lexificador, el español, no posee el estatus oficial en todo el territorio (este estatus lo tienen el inglés y el filipino), pero disfruta de un cierto prestigio cultural e histórico. El palenquero, por otro lado, puede definirse como un caso típico del idioma ausbau. Este criollo ha tenido contactos directos exclusivamente con su idioma lexificador, que es la lengua mayoritaria a nivel nacional. La oficialización del palenquero en su comunidad local, la introducción de esta variedad en la educación y las actividades dedicadas a su descripción (a lo mejor a su estandardización también, en un futuro próximo) demuestran su salida del continuo poscriollo, principalmente con la base en la etnía de sus hablantes (descendientes de esclavos africanos), lo que se puede definir como la creación de un idioma ausbau.

 

¿Será que los factores que normalmente causan la glocalización han tenido alguna influencia en la tendencia de creación de idiomas ausbau a partir de los criollos de base española? Creemos que la respuesta debe ser procurada mediante la investigación de las razones que han fortalecido la identidad etnolingüística local de sus comunidades de hablantes, en el contexto del fenómeno de globalización. El orgullo etnolingüístico de los habitantes de la aldea de San Basilio de Palenque, por ejemplo, empezó a crecer desde el momento en que su cultura fue proclamada patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO, lo que ha contribuido al interés de varios investigadores y turistas de todo el mundo por la aldea. En el contacto con los portadores de identidades nacionales y supranacionales, los hablantes del palenquero fortalecen su necesidad de posicionarse hacia ellos, consolidando su propia identidad etnolingüística. Podría acontecer algo parecido (si no ha empezado a acontecer ya) con los habitantes de Zamboanga en las Islas Filipinas, que viven en un país de numerosas comunidades locales pequeñas, englobadas por la identidad nacional (que se expresa principalmente mediante la lengua filipina), así como por varias identidades supranacionales (que se expresan mediante la lengua más prestigiosa del mundo —el inglés– pero también mediante el español, que es el símbolo de la identidad panhispana). En el caso de los habitantes de las Antillas Holandesas, podría afirmarse que ellos también quieren, de alguna manera, destacar su identidad etnolingüística, por medio del fortalecimiento de su nuevo idioma nacional, estando rodeados por países hispanófonos y anglófonos.

 

Para poder observar los criollos de base española —sea como idiomas abstand, sea como idiomas ausbau– es necesario consolidar la consciencia de su autonomía lingüística (en el sentido de estructuras gramaticales y léxicas), tanto en sus propias comunidades, como en el ámbito de aquellos que están incluidos, de cualquier manera, en los procesos de su planificación lingüística. Durante mucho tiempo, prevalecía la opinión de que estas variedades son dialectos del español, pero actualmente los expertos en estudios criollos lo tienen claro el hecho de que cada criollo es una lengua independiente y no un dialecto de su idioma lexificador. Sin embargo, si prestamos atención, por ejemplo, al contenido de uno de los estudios dialectológicos sistemáticos del español que más influencia tuvieron en la segunda mitad del siglo XX, cuyo autor es Alonso Zamora Vicente (1979), veremos que un capítulo es dedicado al papiamento como dialecto del español hispanoamericano. Algunos preconceptos parecidos se encuentran también en las descripciones del español filipino. Creemos que todo esto es una de las consecuencias de la presencia de la llamada ideología de la lengua estándar (cfr. Milroy 2001) en la lingüística hispánica tradicional. Esta ideología no influye únicamente en la consciencia popular; se nota también en el trabajo científico en la lingüística, aunque de una manera menos obvia. Hoy en día, los lingüistas hispánicos ya tienen claro el hecho de que los criollos de base española son lenguas autónomas, y es poco probable que algún dialectólogo se atreva a definirlos como dialectos del español. No obstante, parece que la ideología de la lengua estándar permanece parcialmente. Nosotros todavía denominamos estas tres variedades con el término genérico de criollos de base española y los criollos en general se denominan usando los glotónimos de sus idiomas lexificadores. Esta nomenclatura puede tener implicaciones útiles para los estudios tipológicos, pero no es necesario aplicarla siempre que se trate de las lenguas criollas. Además, en las descripciones gramaticales de los criollos de base española todavía se parte de las formas del español estándar para que se destaquen sus peculiaridades, normalmente mediante explicaciones de tipo diacrónico. A lo mejor sería más adecuado separar los estudios del desarrollo histórico de estas variedades, por un lado, de descripciones gramaticales de su estructura actual, por el otro. En este segundo caso, no es necesario definirlas por medio de comparaciones con el español estándar. Los criollos son lenguas naturales como todas las demás, así que sería aconsejable enfocarlos en los estudios de esta manera, por lo menos en aquellos estudios, cuyo objetivo no es la investigación de su origen, desarrollo diacrónico o descriollización. Sin embargo, la ideología de la lengua estándar, basada en todo un conjunto de preconceptos sobre la propia lengua nacional, como lo afirma Milroy (2001: 543–547), hoy en día también influye en estudios lingüísticos en varias áreas, escuelas y marcos teóricos, como son, por ejemplo, el generativismo y la sociolingüística laboviana. Creemos que un análisis crítico de estudios criollos en general, bien como de estudios de los criollos de base española en particular, revelaría el grado de la influencia de la ideología de la lengua estándar en las bases teórico-metodológicas y, consecuentemente, en resultados de estos estudios. Por otro lado, diversas variedades iberorromanas, que durante las últimas décadas han obtenido el estatus de idiomas ausbau, no se consideran, desde hace mucho tiempo, dialectos del español. Además, en las descripciones de sus estructuras gramaticales que no son de carácter diacrónico no se parte de la comparación de estas estructuras con la gramática del latín clásico. Parece que la ideología de la lengua estándar en la lingüística hispánica no influye en igual grado en todos los objetos de estudios.


 

 

En cuanto a la PPL hispánica, hemos visto que hoy en día podemos caracterizarla como más sensible en relación con la diversidad lingüística y cultural que en comparación con la situación de algunas décadas atrás. Pero los ejemplos citados para probar estas características normalmente son la proliferación de idiomas ausbau en España y las posiciones sociolingüísticas de lenguas amerindias en Hispanoamérica. En nuestra opinión, las actividades de la PPL relacionadas con los criollos de base española también pueden, al menos parcialmente, mostrar algunas características generales de la PPL hispánica como un todo. Las variedades criollas que tienen la base léxica española son escasas en comparación con otras lenguas de este tipo (Lipski 2004: 465–466). Estudiándolas, llegamos a informaciones muy valiosas sobre la historia de contactos del español con diversas lenguas de África, Asia y América. Por ello, el interés por estas variedades en círculos de dialectólogos y diacronistas hispánicos no es nada que sorprenda. No obstante, en cuanto a los lingüistas dedicados a la teoría de la PPL, parece que algunas otras variedades han sido más importantes para sus estudios. En el análisis de la PPL hispánica, la situación de los criollos se queda frecuentemente marginalizada. Si nos centramos en estas variedades, notamos que la PPL hispánica, en su forma institucionalizada, no les ha prestado la atención adecuada. El único criollo de base española que tiene su propio cuerpo regulador es el papiamento, mientras que la PPL del corpus en los casos del palenquero y del chabacano depende del entusiasmo individual. Además de esto, la institucionalización de la PPL en el caso del papiamento no tiene nada que ver con las corrientes generales de la PPL hispánica, puesto que se realiza en el cuadro de la política interior de las Antillas Holandesas, que no son un país hispánico. El papiamento es hablado también en algunas comunidades menores de emigrantes en la costa venezolana, pero su posición y su destino también están en las manos de las instituciones de las Antillas Holandesas. Por otro lado, el palenquero es una lengua minoritaria en un país hispánico, pero además del estatus oficial en su comunidad local, no le ha sido dado el apoyo institucional suficiente. El interés por la situación lingüística de las islas Filipinas dentro del cuadro de la PPL institucionalizada panhispánica sí existe (basta acordarse de la fundación de la Academia Filipina de la Lengua Española, en 1924), pero este se dedica mucho más al destino del español filipino que a los criollos conocidos bajo el nombre del chabacano. El interés por estas variedades es mayor en el ámbito de estudiosos de estructuras gramaticales de criollos en general. El único apoyo institucional al chabacano de parte del estado filipino es el hecho de que este no le niega el estatus oficial en la ciudad de Zamboanga y el derecho al uso en algunos ámbitos (escuela y medios de comunicación).

 

 

Aunque la mayoría de los criollos de base española es hablada prácticamente fuera del mundo hispano, es normal esperar que la PPL hispánica se interese por su posición y destino también, como ya se ha interesado por la posición y el destino del español en países que no son hispánicos. Por un lado, tenemos una bibliografía bastante rica sobre estas variedades que están esencialmente relacionadas con el español, empezando por su denominación (“de base española”). En esta área, las variedades criollas son consideradas una parte importantísima del mundo hispano, en un sentido más amplio de este adjetivo, siendo representantes de su rica diversidad lingüística y cultural. Por otro lado, las instituciones oficiales hispánicas de la PPL no ofrecen el apoyo suficiente a estas variedades. En nuestra opinión, los cambios en la PPL hispánica intensificados en las últimas décadas, que nos permiten caracterizar esta PPL como sensible en relación con la diversidad y con los derechos lingüísticos humanos, no serán completos si no se incluye la posición de los criollos en las corrientes generales de su desarrollo.


 

 

5. Conclusión

 

Los criollos de base española (el papiamento, el palenquero y el chabacano) no son lenguas en peligro de extinción, según lo indicado por el análisis mediante los criterios de la UNESCO para evaluar la vitalidad y el peligro de desaparición de las lenguas (UNESCO 2003). La descripción obtenida a partir del análisis de sus condiciones sociolingüísticas se utilizó como base para la discusión sobre el tratamiento de la política y la planificación lingüísticas de estas variedades, pero también nos demostró su posición sociolingüística dentro de la comunidad hispana a un nivel más generalizado, global. En primer lugar, hemos demostrado que las actividades de política y planificación lingüísticas son institucionalizadas solo en el caso del papiamento, lo que es un factor crucial junto a las actitudes positivas de la comunidad de hablantes para dar vitalidad a esa lengua. En los casos del chabacano y del palenquero, no hay actividades suficientes de política y planificación lingüísticas, por lo que existe una política de tipo bottom–up en la medida de lo posible, principalmente debido a las actitudes positivas y al orgullo de la comunidad de hablantes. Cuando colocamos la situación sociolingüística de los criollos de base española en el contexto global del mundo hispano, se puede concluir que en la situación sociolingüística también influyen procesos que afectan a otras variedades y a sus comunidades etnolingüísticas (glocalización), pero esto no es suficientemente reconocido en los círculos de política y planificación lingüísticas. El interés por los criollos de base española sigue siendo mayor en los entornos de lingüistas que se dedican al estudio de su estructura y desarrollo diacrónico (aunque con la influencia de la ideología de la lengua estándar, como la define Milroy 2001), mientras que ese mismo interés es escaso entre aquellos que se ocupan de la teoría de la PPL. La política y planificación lingüística hispana, a nivel global y hoy en día, es mucho más sensible a la diversidad cultural y etnolingüística del mundo hispano que antes, pero a los criollos de base española todavía no se les ha prestado la atención que sería deseable.

 

 

 

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224 | Colindancias: Revista de la Red Regional de Hispanistas de Hungría, Rumanía y Serbia 4: 205-224, 2013, ISSN 2067-9092