Colindancias (2013) 4: 43-57

 

Vesna Z. Dickov

 

Universidad de Belgrado

Serbia

 

 

La poesía hispanoamericana en Serbia

 

Recibido 21 de febrero de 2013 / Aceptado 24 de mayo de 2013


 

 

Resumen: Durante el siglo XX la poesía hispanoamericana despertó gran interés en Serbia, especialmente en los años setenta, cuando aparecieron muchos libros dedicados a la obra poética de varios autores latinoamericanos, de los cuales la mayoría pertenece al período contemporáneo (postmodernismo, vanguardia, postvanguardia). Destacan antologías poéticas de algunos países hispanoamericanos (Cuba, México, Perú, Argentina, Chile, Bolivia, Venezuela), en las que encontramos poesías de diferentes poetas nacionales. También son notables las antologías que se refieren a la poesía de la América Latina en general, y que abarcan, por lo tanto, la obra en verso seleccionada de los poetas hispanoamericanos más importantes. En nuestro trabajo, intentaremos mostrar el ámbito de interés que produjeron todas las antologías mencionadas, prestando atención no solamente a la poesía hispanoamericana que llegó hasta lectores serbios, sino también a todos los actores de esta recepción (traductores, coordinadores, editoriales). Nuestro campo de investigación abarca, respectivamente, las antologías generales y las nacionales de la poesía hispanoamericana que fueron publicadas en Serbia durante el siglo XX, en forma de libro. En este trabajo no nos ocuparemos del análisis filológico de las traducciones de los poemas que se encuentran en las antologías respectivas.

 

Palabras clave: antologías, poesía contemporánea, poesía hispanoamericana, recepción, traducción.

 

 

Abstract: During the 20th century, an increased interest for the Hispano-American poetry in Serbia is particularly related to the period between 1961 and 1984, when a number of anthologies of different Hispano-American authors were published, most of them pertaining to contemporary literary movements (e.g., postmodernism, avant-garde, post avant-garde) . In this period, eight anthologies were dedicated to the national poetries of Cuba, Mexico, Peru, Argentina, Chile, Bolivia, and Venezuela, with poems of various national poets. On the other hand, two anthologies were dedicated to Hispano-American poetry in general, with poems written by the most important Hispano-American poets. In this study, we intend to explore different spheres of interest produced by these anthologies, not only among the Serbian readers, but also among all the actors of their reception –translators, editors, editorials, etc. We do not pretend to offer a philological analysis of the poems gathered in the mentioned anthologies.

 

Key words: anthologies, contemporary poetry, Hispano-American poetry, reception, translation.

 


La poesía hispanoamericana rompió las expectativas de los lectores del idioma serbio por primera vez en la segunda mitad del siglo XX, lo que es bastante tarde comparando con la entrada en el horizonte que se hizo con las obras en prosa  de


Hispanoamérica1. Sin embargo, ese interespacio receptivo de 26 años hizo que se formara una comprensión previa en cuanto a la literatura hispanoamericana en general, lo que después facilitó la recepción de la poesía también.

La primera antología en verso publicada en serbio (1961) fue Poezija Kube (Poesía de Cuba), que apareció gracias a la editorial Bagdala de Kruševac; el coordinador fue Miodrag Šijaković, quien llevó a cabo la selección de los poemas y la traducción de la lengua francesa (en colaboración con Ljiljana Šijaković) y, también, escribió el epílogo y los comentarios cortos de carácter bio-bibliográfico sobre 15 poetas elegidos2.

 

Los primeros poetas aparecieron en Cuba durante el siglo XVIII. Mientras que los frutos del desarrollo de este género literario durante el neoclasicismo y romanticismo fueron notables principalmente dentro del marco de la literatura nacional, el modernismo, aunque –según algunos críticos– no tuvo verdadero resplandor en ese país, fue marcado por los poetas significativos, como José Martí, uno de los precursores más importantes del modernismo hispanoamericano, y Julián del Casal, uno de sus primeros y más destacados representantes. Durante el período de las vanguardias, la mayoría de los poetas cubanos mantuvieron el interés por la temática nacional y social, que trataron por medio de recursos estilísticos modernos, pero no herméticos, lo que sobre todo es evidente en la obra del poeta afrocubano Nicolás Guillén, que obtuvo una gran fama internacional. La tendencia del predominio de los temas sociales siguió siendo actual en la época postvanguardista, cuando Cuba disponía del mayor número de poetas de la región antillana.

 

En el epílogo de la antología Poesía de Cuba, Miodrag Šijaković ofrece un panorama de las fases evolutivas de la poesía cubana. Partiendo de los orígenes provenientes de la poesía popular española transmitida en Cuba por los conquistadores, misioneros y cronistas, Šijaković destaca la importancia de la herencia tradicional hispánica:

 

La décima española (la estrofa de diez sílabas) se adaptó rápidamente en la región tropical; lució en los colores claros del paisaje romántico como hecho para el poema, y llegó a ser la forma lírica preferida de los campesinos cubanos líricamente dispuestos –los juagiros. La obra de los poetas cubanos de los siglos XVII y XVIII se desarrolló sobre todo a partir de la poesía popular, de tal modo que los poetas imitaban las formas y los motivos populares3. (Šijaković 1968: 68)

 

Más adelante, teniendo en cuenta también la influencia de los acontecimientos históricos (la guerra de la independencia, la ocupación militar norteamericana, la hegemonía del capitalismo imperialista), Šijaković presenta las características y subfases típicas de los movimientos literarios (el romanticismo, el modernismo, la poesía afrocubana, el siboneismo), así como a los principales poetas, que se formaron en Cuba en el transcurso de los siglos XIX y XX. A pesar de ciertas desventajas (las transcripciones erróneas4, los orígenes franceses, el ámbito modesto de 75 páginas), la antología Poesía de Cuba cumplió con los criterios literario-estéticos básicos e introdujo a lectores serbios, por primera vez, la poesía cubana en forma de libro.

 

Así formada, la comprensión previa se amplió con el siguiente cambio del horizonte provocado por la aparición de otra antología de la poesía cubana Savremena poezija Kube (Poesía contemporánea cubana), que fue publicada muchos años después (1984) por la misma casa editorial (Bagdala). Esta selección ofreció al público serbio las canciones de 155 poetas cubanos elegidos por Joaquín G. Santana6 y traducidos del español por Branislav Prelević dentro de la línea que estableció la antología anterior (93 páginas; cada una tiene menos de cien páginas). Los autores presentados pertenecen a varias generaciones y períodos, desde los románticos hasta los postvanguardistas, como puede verse del prólogo Uvod u poeziju Kube od XVII veka do današnjih dana (Introducción a la poesía de Cuba desde el

 

siglo XVII hasta el presente) compuesto por cinco partes: Romantičarski pesnici (Los poetas románticos), Hose Marti (José Martí), Viljena, pesnik i borac (Villena, poeta y luchador), Nikolas Giljen i kubanska revolucija (Nicolás Guillén y la revolución cubana), Revolucija (La revolución), por el coordinador Santana y traducido al serbio por Branislav Prelević.

 

Comparando las antologías Poesía contemporánea cubana y Poesía de Cuba se observa que la mayoría de los autores presentados en el libro de Joaquín Santana no se encuentran en la antología de Miodrag Šijaković y viceversa, salvo los siguientes tres poetas que coinciden en ambas ediciones: Emilio Ballagas (que empezó a escribir bajo la influencia del modernismo, siguió perteneciendo a la poesía afroamericana y terminó escribiendo como postvanguardista), Mirta Aguirre (en cuyos versos lo lírico está unido de alta manera artística con lo social) y Nicolás Guillén (con sus versos que marcan el auge de la poesía afrocubana). Si se toman en consideración todas las similitudes y las discrepancias de las mencionadas antologías, podemos notar que estos libros juntos, dentro de un período de aproximadamente dos décadas, lograron ofrecer un panorama bastante completo de la poesía cubana a través de los siglos XVIII-XX.

 

La siguiente modificación del horizonte de expectativas fue realizada (1974) por la antología Svetlosti Kordiljera (Luces de las Cordilleras) de Ljiljana Pavlović-Samurović. Este libro con su selección de 387 poetas y 118 países, según lo explica el subtítulo Antologija

 

4  Las transcripciones erróneas aparecen en las versiones serbias de los nombres y apellidos de algunos poetas cubanos: Fajard [Fajad] Hamis, Navarija Tahera [Taheira], Serero [Severo] Larduj [Sarduj], Emilio Balagas [Baljagas], Serafina Munoz [Munjos], Hulijan del Kasalj [Kasal], Refino [Regino] Boti.

 

5 José María Herredia, José Martí, Rubén Martínez Villena, Manuel Navarro Luna, Regino Pedroso, Emilio Ballagas, Mirta Aguirre, Nicolás Guillén, Félix Pita Rodríguez, José Lezama Lima, Samuel Feijóo, José Orta Ruiz, José Alvarez Bargaño, Raúl Rivero, Reina María Rodríguez.

 

6 El nombre de este autor se transcribe en serbio como Hoakin Santana y de este modo aparece en la bibliografía.

7 Gabriela Mistral, Oliverio Girondo, Alfonsina Storni, César Vallejo, Vicente Huidobro, Juana de Ibarbourou, Ricardo Molinari, Luis Pales Matos, Carlos Pellicer, Jorge Luis Borges, José Gorostiza, Jaime Torres Bodet, Jorge Carrera Andrade, Nicolás Guillén, Germán Prado García, Eugenio Florit, Xavier Villaurrutia, Pablo Neruda, Emilio Ballagas, Sara de Ibáñez, Jorge Rojas, José Lezama Lima, Eduardo Carranza, Octavio Paz, Nicanor Parra, Joaquín Pazos, Juan Liscano, Julia de Burgos, Ernesto Cardenal, Francisco Bendezú, Enrique Lihn, Roberto Fernández Retamar, Arturo Corcuera, Homero Aridjis, Miguel Barnet, Winston Orrillo, Javier Heraud, Mario Trejo.


 

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hispanoameričke poezije 1920-1970 (Antología de la poesía hispanoamericana 1920-1970), cubre los períodos de vanguardia y postvanguardia.

El prólogoEstetička i ideološka opredeljenja savremenih hispanoameričkih pesnika” (“Orientaciones estéticas e ideológicas de los poetas hispanoamericanos contemporáneos”) de la coordinadora Ljiljana Pavlović-Samurović es, en realidad, un largo estudio dedicado a los asuntos principales de la poesía de Hispanoamérica del período 1920-1970. Al principio, la autora destaca la importancia de la unidad de la lengua, la cultura y la tradición hispánicas, que hace posible la existencia de la literatura hispanoamericana como una entidad homogénea. En cuanto a los límites temporales de su antología, Pavlović-Samurović determinó tener en cuenta la duración de los movimientos literarios correspondientes –el modernismo y la vanguardia–. Después de esa parte introductora, la mayor atención en el prólogo está dedicada a las escuelas y los movimientos literarios hispanoamericanos vigentes a lo largo de los cincuenta años mencionados, luego, a la vinculación de su nacimiento y desaparición, y, también, a su clasificación cronológica aplicada en la antología (la vanguardia: el creacionismo, el ultraísmo, el surrealismo y la poesía pura; la postvanguardia: los grupos “Los Contemporáneos” y “Piedra y cielo”; los poetas nacidos en los años cuarenta del siglo XX y los rasgos de su obra). Por último, Pavlović-Samurović asume algunas características generales de la poesía hispanoamericana del período 1920-1970 y deduce lo siguiente: “Durante todo ese tiempo, en un gran número de los poetas hispanoamericanos se notan dos aspiraciones: una, la de expresar los problemas universales de la existencia humana, y, otra, la orientada hacia las cuestiones nacionales y continentales”9 (Pavlović-Samurović 1974: 40).

 

El dicho prólogo termina con la advertencia “O ovom izboru” (“Sobre esta selección”) en la que la coordinadora explica los criterios (la originalidad, la modernidad, las ideas estéticas, la nacionalidad) aplicados al escoger a los poetas. También, menciona la contribución muy significativa de los traductores –Radoje Tatić, Radivoje Konstantinović y Branislav Prelević–, que superaron las numerosas dificultades léxicas, estilísticas y métricas:

 

La riqueza de las nuevas y, con frecuencia, inesperadas posibilidades expresivas de la lengua española en la poesía hispanoamericana de este período, a veces la tendencia muy destacada hacia un experimento filológico, las construcciones sintácticas raras, la gran variedad de las formas métricas, así como el uso de palabras y expresiones de sentido local tomadas de los dialectos indios o negros, representan solo algunas de las dificultades serias que surgieron durante la traducción de las canciones vertidas a nuestra lengua. Por ello, muchas de estas traducciones presentan verdaderas hazañas traductoras10. (Pavlović-Samurović 1974: 47)

 

 

8 Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Cuba, México, Nicaragua, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela.

9  “Za sve ovo vreme, kod velikog broja hispanoameričkih pesnika uočavaju se dve težnje: jedna, ka izražavanju univerzalnih problema čovekove egzistencije, i druga, usmerena ka nacionalno-kontinentalnim pitanjima”.

10 “Bogatstvo novih, često neslućenih, izražajnih mogućnosti španskog jezika u hispanoameričkoj poeziji ovog razdoblja, ponekad veoma upadljiva težnja ka jezičkom eksperimentu, neobične sintaksičke konstrukcije, velika raznovrsnost metričkih oblika, kao i korišćenje reči i izraza lokalnog značenja uzetih iz indijanskih ili crnačkih dijalekata, predstavljali su samo neke od ozbiljnih teškoća koje su se javljale u toku prevođenja izabranih pesama na naš jezik. Zato mnogi od ovih prepeva predstavljaju pravi prevodilački podvig”.


 

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Plenamente consciente de los factores limitativos –la enorme producción poética en Hispanoamérica por un lado, y, por el otro, la poca recepción en el habla serbia que la hace prácticamente desconocida en Serbia–, Pavlović-Samurović concluye que su propósito fue presentar al público serbio una posible selección de la poesía hispanoamericana contemporánea, sin pretender ofrecer un panorama completo y definitivo.

 

Al final del libro se encuentran dos amplios suplementos: “Beleške o pesnicima” (“Comentarios sobre los poetas”), con detallados datos bio-bibliográficos escritos con un carácter ensayístico, y “Bibliografija” (“Bibliografía”), que cubre no solamente las relevantes antologías, sino también los manuales y estudios de la literatura hispanoamericana.

Teniendo en cuenta todo lo dicho, la abundante antología de Ljiljana Pavlović-Samurović, impresa en Belgrado por la casa editorial Rad y con una buena tirada de 6.000 ejemplares, fue de excepcional importancia para la recepción de la poesía hispanoamericana en Serbia.

 

Durante el período investigado, apareció en 1978 una antología más dedicada a la poesía hispanoamericana en general –Latinoamerička lirika (Lírica latinoamericana)–, que fue preparada por Vladeta Košutić y editada también en Belgrado (por Prosveta), con una tirada de 4.000 ejemplares. Este voluminoso libro contiene poemas de 3011 poetas provenientes de más de la mitad de los países12 de Hispanoamérica y, en una sección aparte, poemas de 14 poetas de Brasil. Los versos de los autores hispanoamericanos fueron traducidos del español al serbio por Vladeta Košutić, mientras que para obtener las traducciones de los poetas brasileños Košutić cita que utilizó las fuentes españolas y francesas.

 

La antología Lírica latinoamericana modificó en gran medida el horizonte de expectativas de lectores serbios gracias tanto a su buena elección de las poesías como a la detallada presentación de sus autores que está expuesta en el amplio prólogo, escrito por Vladeta Košutić. Partiendo de la idea de Federico García Lorca de que los ingleses en Norteamérica crearon una civilización sin raíces, a diferencia de los españoles que en Suramérica dejaron a Cervantes, Košutić subraya, en la parte introductora del prólogo, el alto nivel de originalidad del discurso poético de los latinoamericanos que se debe sobre todo a las específicas circunstancias culturales: “[...] uniendo las fértiles sangres poéticas ibéricas y autóctonas se hizo posible, con el tiempo, que la poesía hispanoamericana llegara a ser ‘independiente’ y que, en nuestra época empezara a brillar como una de las mejores líricas dentro de las poesías occidentales”13 (Košutić 1978: 7).

 

Para determinar los criterios aplicados en la selección de los poemas Košutić menciona la ausencia de los factores políticos, lo que permitió que en la antología estuvieran presentes solamente los mejores poetas desde el punto de vista exclusivamente literario.

 

11 Sor Juana Inés de la Cruz, Andrés Bello, José María de Heredia, José Hernández, José Martí, Juan Zorrilla de San Martín, Rubén Darío, Ricardo Jaimes Freire, Julio Herrera y Reissig, José María Eguren, Gabriela Mistral, Alfonso Reyes, Alfonsina Storni, Vicente Huidobro, César Vallejo, Ricardo Molinari, Luis Pales Matos, Carlos Pellicer, Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, José Gorostiza, Nicolás Guillén, Jorge Carrera Andrade, Xavier Villaurrutia, Pablo Neruda, Clara Silva, José Lezama Lima, Nicanor Parra, Octavio Paz, Ernesto Cardenal.

 

12                    Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Cuba, México, Nicaragua, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela.

13“[...] spajanjem plodnih pesničkih krvi, iberske i domorodačke, omogućeno da vremenom, špansko-američko pesništvo stasa, da postane ‚otpadničko’ i da, u naše doba, samosvojno zablista, kao vrhunsko među zapadnim lirikama”.


 

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Debido al espacio limitado del prólogo, las notas bio-bibliográficas para cada uno de los poetas están colocadas por delante de sus poemas elegidos. El prólogo, por lo tanto, consta solo de las interpretaciones de las obras poéticas de los principales poetas líricos de Hispanoamérica, desde el barroco hasta la época moderna, que están clasificadas en dos partes: la primera, “Pesnici španskog jezika” (“Poetas de habla española”), y, la segunda, “Pesnici portugalskog jezika” (“Poetas de habla portuguesa”).

 

En la primera parte de su prólogo, Košutić ofrece a lectores serbios un vasto panorama de la poesía y literatura hispanoamericana desde sus principios en la época colonial hasta el período moderno y, también, presenta el análisis literario-estético de los versos elegidos de los poetas más importantes. El aspecto literario-histórico de su reseña tiene como punto de partida dos sonetos del siglo XVI de autor desconocido, mientras que la primera verdadera muestra de la poesía lírica hispanoamericana para Košutić yace en los sonetos barrocos de la poetisa mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, que por sus rasgos estilísticos equivalen a los de Góngora y Quevedo, mientras que por sus comparaciones arcádicas, versos melódicos y melancolía le recuerdan a Garcilaso (cfr. Košutić 1978: 10).

 

El siglo XVIII trae consigo al neoclasicismo que en Hispanoamérica no tuvo representantes literarios valiosos, salvo los poetas Andrés Bello y José María de Heredia. El romanticismo en la literatura hispanoamericana carece, según la opinión de Košutić, del típico Weltschmertz europeo; en la poesía, aunque aparecen los temas de la muerte y del amor hacia la querida o la patria, prevalece la glorificación de un nacionalismo pacífico, mientras que lo más auténtico que produce el romanticismo hispanoamericano es la obra famosa Martín Fierro del poeta argentino José Hernández, que pertenece a la literatura gauchesca.

 

Como reacción al romanticismo, florece en Hispanoamérica, igual que en el resto del mundo, el modernismo con sus representantes –los poetas José Martí y Rubén Darío–, cuyos versos Košutić analiza junto con los de José María Eguren, poeta peruano destacado por su simbolismo romántico, y aquellos de Gabriela Mistral, la primera poetisa hispanoamericana contemporánea que marca una zona místico-simbólica de la creación poética.

 

Las corrientes vanguardistas tuvieron en Hispanoamérica el reflejo inmediato en la poesía de Vicente Huidobro, el poeta chileno que, bajo la influencia de los surrealistas y dadaístas franceses, proclamó la poética del creacionismo y cuyos versos son el objeto del análisis cuidadoso de Košutić, así como la obra famosa Trilce del poeta peruano César Vallejo, por la que el autor del prólogo siente un verdadero respeto literario: “Si, según Valéry, para la obra poética lo más importante es estar lo más lejos posible de la prosa, entonces Vallejo lo consiguió con el verso, mucho más que Huidobro o cualquier otro poeta de los antecesores”14 (Košutić 1978: 19). Con el ultraísmo, Košutić introduce en el horizonte a Jorge Luis Borges, a quien dedica el análisis de los rasgos específicos de sus versos amorosos, descriptivos y simbólicos, volviendo, luego, a la interpretación de la transparente poesía panteísta de Jorge Carrera Andrade y de la poesía llena de nostalgia de la muerte de Xavier Villaurrutia.

 

 

 

14“Ako je po Valeriju za pesničko delo najznačajnije da bude što je moguće dalje od proze, onda je to Valjeho postigao stihom, u većoj meri no Uidobro, ili bilo koji drugi pesnik prethodnice”.


 

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En el prólogo, un sitio especial ocupa Pablo Neruda, hermético, surrealista, poeta lírico-épico y político, al mismo tiempo, cuya obra tanto en verso como en prosa entusiasma al autor en tal medida que su importancia para Chile se compara con los Andes (Košutić 1978: 40).

 

Por su expresión poética muy peculiar, Košutić destaca, también, a los siguientes poetas hispanoamericanos postvanguardistas: José Lezama Lima con su “obra magmática, más difícil aún para traducir que Trilce de Vallejo o Poeta en Nueva York de García Lorca”; Ernesto Cardenal, que representa una “excepción entre los sacerdotes, al ser poeta, y, entre los poetas, al ser sacerdote” y Octavio Paz que como nadie expresa “la ósmosis de la crítica y de los versos”.

 

Al comparar los contenidos de la antología de Ljiljana Pavlović-Samurović con los de la antología de Vladeta Košutić, se puede ver que un gran número de los poetas hispanoamericanos15 está presente en ambos libros; por otro lado, hay algunos autores contemporáneos16 que están presentes solamente en la antología Luces de las Cordilleras de Ljiljana Pavlović-Samurović, asimismo aparecen poetas17 de diversas épocas recogidos únicamente en la antología Lírica latinoamericana de Košutić. Estas diferencias existen debido a los ámbitos temporales correspondientes a cada libro, y no perjudican sino que, al contrario, enriquecen y fortalecen la perspectiva general que ofrecen las antologías mencionadas a lectores serbios durante el proceso de la recepción de la poesía hispanoamericana en Serbia a lo largo del siglo XX.

 

Los años setenta del siglo XX trajeron una amplificación muy significativa del horizonte de expectativas de lectores serbios respecto a la poesía hispanoamericana; en concreto se trata de la década de los ochenta del siglo pasado cuando, en Serbia, se publicaron cuatro antologías de las poesías nacionales de América Latina.

 

El primero de los libros mencionados es la antología Savremena poezija Meksika (Poesía contemporánea mexicana) preparada por Homero Aridjis18, poeta mexicano vanguardista, que en aquella época había pasado una temporada en Belgrado como diplomático. Este pequeño libro, publicado en 1976 por la casa editorial Bagdala con una tirada de 1.000 ejemplares, contiene poemas de los poetas19 mexicanos más importantes del siglo XX, que del español tradujo Vesna Gatalica, así como el prólogo “Savremena poezija Meksika” (“La poesía contemporánea mexicana”), que escribió también el coordinador, Homero Aridjis.

 

 

 

15 Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Vicente Huidobro, César Vallejo, Ricardo Molinari, Luis Pales Matos, Carlos Pellicer, Jorge Luis Borges, José Gorostiza, Nicolás Guillén, Jorge Carrera Andrade, Xavier Villaurrutia, Pablo Neruda, José Lezama Lima, Nicanor Parra, Octavio Paz, Ernesto Cardenal.

16Oliverio Girondo, Juana de Ibarbourou, Jaime Torres Bodet, Germán Prado García, Eugenio Florit, Emilio Ballagas, Sara de Ibáñez, Jorge Rojas, Eduardo Carranza, Joaquín Pazos, Juan Liscano, Julia de Burgos, Francisco Bendezú, Enrique Lihn, Roberto Fernández Retamar, Arturo Corcuera, Homero Aridjis, Miguel Barnet, Winston Orrillo, Javier Heraud, Mario Trejo.

17                   Sor Juana Inés de la Cruz, Andrés Bello, José María de Heredia, José Hernández, José Martí, Juan Zorrilla de San Martín, Rubén Darío, Ricardo Jaimes Freyre, Julio Errera-Reissig, José María Eguren, Alfonso Reyes, Leopoldo Marechal, Clara Silva.

18                    El nombre de este autor se transcribe en serbio como Omero Aridhis y de este modo aparece en la bibliografía.

19                    Ramón López Velarde, Carlos Pellicer, Xavier Villaurrutia, José Gorostiza, Octavio Paz, Jaime Sabines, Homero Aridjis, Rosario Castellanos, Marco Antonio Montes de Oca.


 

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Los poetas vanguardistas mexicanos oscilaban entre las influencias europeas y norteamericanas por un lado y, por el otro, las modalidades de la herencia tradicional. Como consecuencia de esta mezcla peculiar, se originaron los siguientes fenómenos literarios característicos de México: el estridentismo, movimiento vanguardista nacido a principios de la tercera década del siglo XX, que proclamaba una síntesis de rebeliones sociales y poéticas; el grupo Los contemporáneos, que marcó el final de la tercera y el comienzo de la cuarta década del siglo pasado, estuvo compuesto por los escritores nacidos alrededor del año 1900 y se desarrolló reflejando los procedimientos de los puristas y los surrealistas al elaborar los temas metafísicos, sobre todo los de la muerte y del tiempo; otro grupo Taller, cuyo trabajo se relacionaba con el final de la cuarta y el comienzo de la quinta década del siglo XX, se ocupó más de temas sociales y comprometidos que de los asuntos puramente estéticos.

Antes de presentar las obras poéticas de los autores elegidos (que, salvo el modernista Ramón López Velarde, todos pertenecen a las corrientes vanguardistas), Homero Aridjis en su prólogo destaca dos rasgos cruciales, solo aparentemente opuestos, pero en realidad compatibles, de la poesía mexicana: la lengua castellana y los clásicos españoles que la unen con las poesías de otros países hispanoamericanos y, también, con la poesía española, y, el modernismo, que en México, igual que en el resto de Hispanoamérica, significa el punto de partida del desarrollo de una poesía original e independiente de los acontecimientos literarios de España. Aridjis también subraya la importancia de la herencia precolombina, y menciona a algunos poetas mexicanos contemporáneos que pertenecen a las tribus autóctonas (María Sabina, Huichol). Las notas bio-bibliográficas sobre los poetas recogidos en la antología La poesía contemporánea mexicana se hallan adjuntas a las canciones correspondientes.

 

El mismo año (1976) en que apareció la antología arriba mencionada, fue publicada la antología Savremena poezija Perua (“La poesía contemporánea peruana”) por la misma casa editorial, Bagdala. El coordinador fue Carlos Zavaleta20, narrador peruano, conocido por sus novelas y cuentos indigenistas, que en aquel tiempo se encontraba en la embajada de Perú en Madrid como consejero de asuntos culturales y al que la embajada de Perú en Belgrado le pidió dicha antología. De tal modo, en un libro de tamaño medio, impreso en 1.000 ejemplares, se presentaron los versos de 34 poetas contemporáneos peruanos21, que Mirjana Božin tradujo del español al serbio, además del prólogo escrito por Zavaleta. Al final de la antología se halla la bibliografía de los autores recogidos.

 

La poesía vanguardista peruana se caracteriza por la influencia de las corrientes europeas de igual manera que por la participación del indigenismo22; muchos poetas al

 

20                    El nombre de este autor se transcribe en serbio como Karlos Savaleta y de este modo aparece en la bibliografía.

 

21  José María Eguren, César Vallejo, Juan Parra del Riego, Alberto Hidalgo, César Moro, Enrique Peña Barranechea, Carlos Oquendo de Amat, Xavier Abril, Martín Adán, Luis Valle Goicochea, Emilio Adolfo Vestfalen, José María Arguedas, Mario Florián, Jorge Eduardo Eielson, Javier Sologuren, Sebastián Salazar Bondy, Blanca Varela, Alejandro Romualdo, Washington Delgado, Carlos Germán Belli, Manuel Scorza, Juan Gonzalo Rose, Arturo Corcuera, Reinaldo Naranjo, César Calvo, Winston Orrillo, Javier Heraud, Antonio Cisneros, Rodolfo Hinestroza, Marco Matos, Julio Ortega, Manuel Morales, Antonio Sillonis, José Vatanabe.

 

22  El indigenismo es un movimiento literario-social que apareció entre los escritores realistas y naturalistas a principios del siglo XX en los países hispanoamericanos con gran porcentaje de la población amerindia, es decir en el Perú, México, Bolivia y Ecuador, con el objetivo de recuperar todos sus derechos que los indios perdieron con la llegada de los conquistadores españoles. Estas aspiraciones se manifestaban en la literatura mediante la elaboración


 

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cantar sobre los temas indigenistas utilizaban los procedimientos vanguardistas, sobre todo los surrealistas. Por supuesto, en este aspecto la obra poética de César Vallejo marcó las primeras décadas no solamente de la literatura peruana, sino de la hispanoamericana en general. Durante las épocas de la vanguardia y de la postvanguardia, los poetas de Perú intentaron unir los temas sociales, las herencias precolombina y americanista con los recursos estilísticos vanguardistas, utilizando tanto las formas métricas nuevas como las clásicas hispánicas.

 

En su prólogo “Savremena poezija Perua” (“La poesía contemporánea peruana”), Carlos Zavaleta menciona las antologías que le sirvieron de fuentes, añadiendo que su antología, igual que los demás libros de este tipo, representa solo una de las posibles percepciones de la poesía, en este caso la peruana, y que es, por lo tanto, inevitablemente muy personal. Luego, Zavaleta destaca los rasgos originales de la obra poética de cada autor elegido, mostrando de tal manera el perfil peculiar y específico que la poesía peruana obtuvo hace tiempo frente a la poesía española, y, subraya, al final del prólogo, la importancia de la aportación de los indígenas en la realidad social del Perú y en la poesía peruana:

 

Es una gran distancia entre Eguren y los últimos poetas, pero en cada período existe una clasificación fija de los escritores formalistas y los escritores ‘comprometidos’, en cuyas obras apenas esté presente otro Perú que no hable el español, sino el quechua, cuya vida nunca aceptó por completo la así llamada cultura occidental, ni tampoco los ejemplos de la expresión española. En este libro, Arguedas, Valle Goicochea y Florian y, antes que ellos, Antonio Peralta y Mariano Melgar, supieron escuchar la voz indígena y transmitírnosla, aunque de una manera pobre y en forma insignificativa y pequeña, si se le compara con la abundante raíz española. Por ello, la entera antología de la poesía peruana será siempre incompleta y reducida, porque en ella faltarán no solamente los poemas que hemos omitido voluntariamente o aquellos que no hemos podido conseguir, para recogerlos, sino también las canciones graciosas y las odas solemnes del pueblo quechua23. (Zavaleta 1976: 9-10)

 

Solamente un año después de la aparición de las antologías La poesía contemporánea mexicana y La poesía contemporánea peruana, en 1977, la misma casa editorial Bagdala publicó, también con una tirada de 1.000 ejemplares, la antología de tamaño similar Savremena poezija Argentine (Poesía contemporánea argentina); los coordinadores fueron Juan

 

 

 

de los asuntos vinculados con la realidad social inmediata de los indígenas. En la literatura peruana, especialmente en la prosa, el indigenismo llegó a su cumbre a mediados del siglo pasado.

 

23 “Velika je razdaljina između Egurena i poslednjih pesnika, ali u svakom razdoblju postoji stalna podela na formalističke i 'angažovane' pisce u čijem je delanju jedva prisutan drugi Peru koji ne govori španski, nego kećua, čiji život nikada nije sasvim prihvatio takozvanu zapadnu kulturu, ni primere španskog izraza. U ovoj knjizi, Argedas, Valje Gojkoćea i Florijan, a pre njih, Antonio Peralta i Marijano Melgar, umeli su da čuju urođenički glas i da nam ga prenesu, iako jadno i u neznačajnom i malom obliku, ako to uporedimo s ogromnim obiljem druge pesničke, španske žile. Zato će čitava antologija peruanske poezije biti uvek nepotpuna i skraćena, jer će u njoj nedostajati ne samo pesme koje smo samovoljno izostavili, ili koje nismo mogli naći, da bismo ih uneli, nego i ljupke pesme i junačke himne naroda Kećua”.


 

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La poesía hispanoamericana en Serbia

 

Octavio Prenz24 (poeta y, en esos tiempos, lector en la Facultad de Filología de Belgrado) y Gerardo Mario Goloboff (cuentista, novelista y poeta). Se presentaron los poemas de 22 poetas vanguardistas argentinos (incluso de Goloboff)25, cuyos versos fueron traducidos del español al serbio por Silvia Monrós Stojaković. La antología tiene adjunta la lista de las notas bio-bibliográficas sobre los poetas recogidos.

 

Los años veinte del siglo pasado marcaron en la poesía argentina un cambio de rumbo del modernismo hacia las corrientes vanguardistas. Jorge Luis Borges desempeñó un papel de suma importancia en la propagación de las nuevas poéticas, sobre todo la del ultraísmo. La mayoría de los poetas argentinos de aquella época no se declararon como partidarios de una sola corriente vanguardista, sino que combinaban en su obra los elementos de varios movimientos y escuelas de vanguardia; especialmente apreciaban las novedades introducidas por el creacionismo hispanoamericano y el surrealismo francés. A mediados del siglo XX, el anhelo por los experimentos vanguardistas cedió el paso a favor del uso de los recursos y procedimientos moderados; en ese período postvanguardista muchos poetas argentinos volvían con frecuencia a utilizar las formas métricas hispánicas tradicionales junto con las formas modernas, mostrando también el interés por las formas típicas de la herencia oral argentina: la milonga y el tango.

 

En el prólogo de la antología La poesía contemporánea argentina escrito por Juan Octavio Prenz y traducido al serbio por Silvia Monrós Stojaković, se advierte que el propósito de este libro es ofrecer a los lectores un panorama de la poesía argentina a partir de los primeros poetas vanguardistas. También se explica el uso del criterio dominante al elegir los poemas, que fue escoger los versos que de mejor manera presentaron los rasgos literarios característicos de cada autor. Además se comenta la ausencia de los poetas que cultivaban casi exclusivamente la poesía escrita para la música de tango, ya que tales canciones, por su significado, valor literario y abundancia, merecen una antología particular. Prenz subraya la importancia de Oliverio Girondo, que fue uno de los primeros poetas argentinos que rompió bruscamente con la práctica modernista, y de Jorge Luis Borges, que marcó el comienzo de una amplia producción poética vanguardista en Argentina. El autor del prólogo menciona a los surrealistas, diferentes grupos (Martín Fierro, El pan duro) y revistas literarias (Martín Fierro, Cormorán y Delfín , Barrilete), y a los poetas que cultivaban la poesía social y comprometida. Al final, destaca el carácter heterogéneo de la antología que corresponde a la heterogeneidad de la poesía argentina:

 

Siendo el país a cuya historia no antecedieron las grandes civilizaciones indias, su esencia nacional es una amalgama compleja, producto de múltiples oleadas de inmigrantes que se incorporaban en un nuevo medio y en una nueva realidad; esta esencia nacional, más que apoyarse en sus raíces, se proyecta hacia el futuro. De ahí el hecho de que ni siquiera su poesía pueda alejarse de ello. Buscar los elementos

 

 

 

24                    Los nombres de estos autores se transcriben en serbio como Huan Oktavio Prens y Herardo Mario Golobof y de este modo aparecen en la bibliografía.

25  Ricardo Molinari, Oliverio Girondo, Jorge Luis Borges, Raúl González Tuñon, Carlos Mastronardi, Aldo Pellegrini, Enrique Molina, Eduardo Jonquieres, Alberto Girri, César Fernández Moreno, Juan Antonio Vasco, Pablo Atanasiú, Rubén Vela, Ariel Canzani, Juan Gelman, Esteban Peicovich, Francisco Urondo, Miguel Angel Bustos, Roberto Jorge Santoro, Gerardo Mario Goloboff, Juana Bignozzi, Saúl Yurkievich.


 

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exóticos o los rasgos completamente típicos significaría perturbar la naturaleza de esa esencia nacional argentina26. (Prens i Golobof 1977: 7)

 

Los años setenta terminan, en cuanto a la producción de las antologías nacionales de la poesía hispanoamericana en Serbia, con el libro Ž ivi Čile (Chile vivo) publicado en 1979 por Književna opština Vršac (KOV) con una tirada de 1.000 ejemplares. Esta edición constituye una selección de versos a partir de un panorama poético más amplio realizado por Omar Lara27 (poeta y fundador del grupo Trilce) y Juan Armando Epple (poeta, ensayista, cuentista y profesor de literatura hispanoamericana en la Universidad Austral de Valdivia) con el título de Chile: poesía de la resistencia y del exilio. El libro dedicado al público serbio (Chile vivo), es bilingüe y contiene canciones elegidas de poetas chilenos (entre los cuales caben también Lara y Epple)28, que fueron escritas durante los primeros años de la dictadura de Augusto Pinochet. Una parte de los versos fue traducida del español al serbio por Radoje Tatić, mientras que la otra fue traducida por un grupo de estudiantes de español de la Facultad de Filología de Belgrado29, bajo la orientación de Juan Octavio Prenz (miembro de honor de KOV), mientras que Krinka Vidaković (en aquel tiempo asistente del Instituto de Literatura y Arte de Belgrado) tuvo a su cargo la revisión de las traducciones. Los datos bibliográficos sobre los autores se hallan al final del libro.

 

En Chile, como en los demás países hispanoamericanos, a finales de los años cuarenta empezó el período de postvanguardia, cuando destacaron los poetas que cultivaban temas reflexivos, urbanos y sociales; en este sentido, la poesía de Nicanor Parra fue el modelo que seguían muchos jóvenes poetas de aquella época. A partir de los años ‘70, aparecieron otras innovaciones temáticas, estilísticas y métricas en la poesía chilena; se organizaron grupos literarios, frecuentemente con carácter clandestino, a causa de su oposición al régimen de Pinochet. Muchos de ellos rechazaron los recursos vanguardistas y con el objetivo de obtener un público más amplio cultivaron el estilo simple y utilizaron incluso algunas formas de la poesía oral.

 

La antología Chile vivo tiene el propósito de presentar a lectores serbios la poesía que surgió en un contexto concreto de lucha contra una de las dictaduras más opresivas y crueles de América Latina. En el fragmento del prólogo a la selección original, Lara y Epple describen el origen, el carácter y el objetivo de la poesía del tiempo de Pinochet a la cual dedicaron su antología: “Son poemas escritos en los campos de concentración, en las cárceles, o en la intimidad precaria de los hogares, y que amparados por el fuego secreto de las convicciones populares, alcanzan a veces un horroroso destino: transformarse en la

 

26 “Kao zemlja čijoj istoriji nisu prethodile velike indijanske civilizacije, nacionalno njeno biće jeste složeni amalgam, proizvod viš estrukih struja doseljenika koji su ga uklapali u novu sredinu i novu stvarnost; to nacionalno biće, više nego š to se oslanja na svoje korene, projektuje sebe prema budućnosti. Otuda činjenica da se njegova poezija ni sama ne može od toga udaljiti. Tražiti egzotične elemente ili potpuno tipične odlike značilo bi poremetiti prirodu tog argentinskog nacionalnog bića”.

 

27 Los nombres de estos autores se transcriben en serbio como Omar Lara y Huan Armando Eple y de este modo aparecen en la bibliografía.

28                   Victor Jara, Efrain Barquero, Raúl Barrientos, Gabriel Barra, Eduardo Embry, Oscar Hahn, Hernán Miranda, Juan Armando Epple, Omar Lara, Juan Claudio Zamorano, Gonzalo Rojas, Armando Uribe Arce; dos poetas quedan anónimos.

29 Dragana Perović, Radica Ostojić, Marina Cvijić, Jadranka Gogić, Dragana Starečević, Suzana Stupar, Svetlana Petrović, Biljana Nikolić, Jovanka Starečević.


 

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La poesía hispanoamericana en Serbia

 

expresión anónima de una causa común” (Lara y Epple 1979: 12). Los coordinadores comentan brevemente la manera peculiar de la distribución de esta poesía así como su valor oscilante y sus objetivos literarios y humanos:

 

Al igual que los periódicos, los folletos y la propaganda clandestina, circulan de mano en mano, se reproducen en copias manuscritas o mecanografiadas, y a veces salen del país y entonces es posible reproducirlos para un público más amplio. Entre esos poemas hay textos de notable madurez artística, junto a otros humildes trozos circunstanciales; productos de una tensa elaboración del lenguaje o fogonazos que iluminan ámbitos no muy bien delineados. Pero lo valioso es que todos nacen con la misma voluntad de arder, avanzan, crean sus propios caminos: como la vida misma. De ese esfuerzo queremos reconocer lo que ya es poesía. (Lara y Eple 1979: 12, 14)

 

Los años ochenta del siglo XX trajeron otras modificaciones en las expectativas de los lectores serbios en cuanto a la recepción de la poesía hispanoamericana que fueron realizadas gracias a las antologías publicadas (con una tirada de 1.000 ejemplares cada una) por la casa editorial Bagdala a finales del siglo pasado.

 

Primero apareció la selección con el título de Savremena poezija Bolivije (La poesía contemporánea boliviana ) en 1980; este libro, preparado por el poeta Julio de la Vega30, se refiere a un período de cincuenta años (1929-1979) del siglo pasado y abarca versos de 38 destacados poetas de Bolivia31, que fueron traducidos del español por Mirjana Božin.

 

Hay que notar que el modernismo apareció tarde en la poesía boliviana –a principios de los años veinte del siglo pasado–, aunque, por otro lado, numerosos escritores de este país participaban en los círculos literarios modernistas de Buenos Aires, donde destacaba el poeta boliviano Ricardo Jaimes Freyre que, junto con Rubén Darío, fundó en la capital argentina La Revista de América. La vanguardia tampoco dejó muchas huellas significativas en la poesía boliviana, salvo la búsqueda de las novedades formales. Después del primer entusiasmo despertado por el liberalismo experimentador vanguardista, los poetas bolivianos volvieron a los problemas morales (especialmente en los años posteriores a la guerra con Paraguay), sociales y nacionales, de tal modo que el superrealismo, combinado con filosofías existencialistas, llegaron a ser sus puntos de partida preferidos.

 

El propósito del prólogo “Poezija Bolivije (1929-1979)” (“Poesía boliviana (1929-1979)”), que escribió el coordinador de la antología, es determinar las coordenadas nacionales, espaciales y temporales de la poesía boliviana de dicho período. El autor subraya el papel que tuvo el modernismo en la formación de la identidad nacional no solo de la

 

 

30                    El nombre de este autor se transcribe en serbio como Hulio de la Vega y de este modo aparece en la bibliografía.

 

31 Ricardo Jaimes Freyre, Jaime Mendoza, Man Césped, Franz Tamayo, Gregorio Reynolds, Claudio Peñaranda, Juan Capriles, José Eduardo Guerra, Jesús Lara, Primo Castrillo, Antonio Avila Jiménez, Ummberto Viscarra Monje, Lucio Díez de Medina, Octavio Campero Echazú, Guillermo Viscarra Fabre, Raúl Otero Reiche, Luis Mendizábal Santa Cruz, Luis Felipe Vilela, Oscar Cerruto, Yolanda Bedregal, Jaime Sáenz, Gustavo Medinaceli, Margo Silva Sanginés, Oscar Alfaro, Julio de la Vega, Alcira Cardona Torrico, Héctor Borda Leaño, Gonzalo Vázquez Méndez, Hugo Molina Viana, Fernando Bertín Amengual, Alberto Guerra Gutiérrez, Juan José Vayar, Heliodoro Aillón Terrán, Edmundo Camargo, Pedro Shimose, Matilde Casasola, Eduardo Mitre, Nora Zapata Prill.


 

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poesía boliviana sino de la hispanoamericana en general frente al romanticismo cuando todavía dominaban las influencias española y francesa: [...] puesto que, en el tiempo de la creación de este texto, las ideas y, sobre todo, la poesía no llegan más de las metrópolis culturales hasta las colonias, sino al revés, dejaremos de llamar a esta poesía latinoamericana y la llamaremos hispanoamericana; con ello queremos acentuar la dirección de influencias y la introducción de la escuela poética sudamericana en España32. (Vega 1980: 5)

 

Más adelante, Julio de la Vega distingue claramente el paisaje del espacio, ya que, el primero es una escena estática, “una pared que recoge las resonancias de verso”, mientras que el segundo representa un área de movimiento donde “[...] el poeta primeramente escoge, y luego se hace dueño de este espacio, ajustándolo a sus necesidades”33 (Vega 1980: 7). Finalmente, la dimensión temporal tiene para Julio de la Vega doble sentido: el sentido de la época y el sentido del momento histórico de la poesía. En el prólogo se mencionan las generaciones y los grupos poéticos con sus principales miembros a fin de presentar el proceso de desarrollo de la poesía boliviana en el transcurso de los cincuenta años observados así como todos sus pasos evolutivos desde el modernismo a través del postmodernismo, la vanguardia y el surrealismo hasta la poesía social. Al final de la antología se pueden encontrar las notas bio-bibliográficas sobre los poetas escogidos.

 

Dos años después de la antología La poesía contemporánea boliviana apareció en 1982 el libro titulado Savremena poezija Venezuele (Poesía contemporánea venezolana), cuyo coordinador fue Luis Beltrán Guerrero34, poeta, que eligió a más de medio centenar de poetas nacidos entre finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX (1890-1930) 35. Los poetas recogidos están representados con un poema cada uno, salvo tres autores que tienen dos canciones seleccionadas36. Todos los versos los tradujo del español al serbio Radica Ostojić. Al final de la antología se hallan adjuntos los datos bio-bibliográficos sobre los poetas recogidos.

 

32 “[...] stoga što u vreme nastajanja ovog teksta, ideje a naročito poezija ne stižu više iz kulturnih metropola u kolonije, nego obratno, prestaćemo da nazivamo ovu poeziju latinoamerička i zvaćemo je hispanoamerička; time želimo da naglasimo smer uticaja i uvođenje južnoameričke pesničke škole u Španiji”.

 

33                    “[...] pesnik prvo odabira, a zatim gospodari ovim prostorom, prilagođavajući ga svojim potrebama”.

34 El nombre de este autor se transcribe en serbio como Luis Beltran Gerero y de este modo aparece en la bibliografía.

35  Jorge Schmidcke, Eduardo Arroyo Lameda, Fernando Paz Castillo, Rafael Angel Barroeta, José Ramón Heredia, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Pedro Sotillo, Arturo Uslar Pietri, Israel Peña, J. A. de Armas Chitty, Miguel Otero Silva, Pablo Rojas Guardia, Miguel Ramón Utrera, Ana Mercedes Pérez, Oscar Rojas Jiménez, Pacual Venegas Filardo, Héctor Guillermo Villalobos, Manuel Rodríguez Cardenas, Vicente Gerbasi, Luis Eduardo Henríquez, Carlos Augusto León, Luis Beltrán Guerrero, Aristides Parra, Ramón Sosa Montes de Oca, Eduardo Gallegos Mancera, Juan Liscano, Rafael Angel Insausti, Luis Machado, Ernesto Luis Rodríguez, Pálmenes Yarza, Régulo Bureli Rivas, José Antonio Escalona, Pedro Pablo Paredes, Ana Enriqueta Terán, Pedro Francisco Lizardo, Pedro Laia, Matilde Mármol, José Ramón Medina, Luis Pastori, Jean Aristeguieta, Manuel Vicente Magallanes, Carlos César Rodríguez, Juan Sánchez Peláez, Ali Lameda, Benito Raus Losada, Juan Manuel González, Ida Gramcko, Francisco Salazar Martínez, Beatriz Mendoza Sagarsazu, Rafael Pineda, Marco Ramírez Murci, Miguel García Mackle, José Sánchez Negrón, Dionisio Aimara, Helio Jérez Valero, Rafael José Múñoz, Hesnor Rivera, Lucila Velázquez, Carlos Gotberg, Juan Salazar Meneses, Rafael Cadenas, Francisco Pérez Perdomo, Jesús Sanoja Hernández, Régulo Villegas.

 

36                    Fernando Paz Castillo, Carlos César Rodríguez y Beatriz Mendoza Sagarsazu.


 

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La poesía hispanoamericana en Serbia

 

El neoclasicismo marcó el comienzo de la literatura venezolana, que, durante el romanticismo, aparte de aceptar las influencias provenientes de Europa, se caracterizaba por numerosos rasgos locales y populares. El modernismo en la poesía venezolana también se desarrollaba de una manera un tanto específica si lo comparamos con los demás países hispanoamericanos, puesto que la mayoría de los autores en Venezuela planteaban temas tradicionales relacionados con su tierra natal, utilizando todavía recursos románticos e incluso neoclásicos. En el período del postmodernismo, es decir a partir de los años veinte del siglo pasado, junto con los elementos de la poética modernista coexiste el interés por el nativismo y el americanismo. La vanguardia llegó con retraso a la poesía venezolana y no dejó obras de importancia excepcional, pero algunas ideas creacionistas y futuristas así como los procedimientos surrealistas tuvieron buena acogida entre los poetas venezolanos, que, sin embargo, pronto volvieron a la poesía lírica y las formas métricas clásicas al entrar en la fase postvanguardista.

 

Luis Beltrán Guerrero, coordinador de la antología La poesía contemporánea venezolana, destaca en el prólogo la importancia de Simón Bolívar, “el libertador político”, y el papel extraordinario de Andrés Bello, “el libertador espiritual”. Beltrán Guerrero trata de presentar un breve resumen de la historia de la literatura venezolana con acento especial en la poesía, a partir del neoclasicismo hasta la segunda mitad del siglo XX, y, en este sentido, menciona a los poetas y sus obras más importantes. Teniendo en cuenta la amplitud significativa del período que abarca en su libro, el autor expresa su plena consciencia de que puedan hallarse algunos errores y de que las nuevas generaciones traigan el progreso esperado:

 

Todos los coordinadores merecen sus puestos en el infierno dantesco. Me he limitado a recoger a los poetas vivos de Venezuela nacidos entre los años 1890 y 1930 que me parecieron más importantes. Esta es, casi, la Antología de otras diferentes antologías, para mayor objetividad. [...] llegará un nuevo grupo de poetas, sea olvidados, sea desconocidos, que, junto con los jóvenes, serán mejores que sus antecesores, puesto que de lo contrario supondría no solamente que en el arte no exista la ley del progreso, sino que no fuesen mejores y diferentes [...]37. (Beltran Gerero 1982: 12)

 

En el transcurso del siglo XX, la recepción de las poesías nacionales de la América Hispánica así como la recepción de la poesía hispanoamericana en general, en forma de libros particulares publicados en serbio, abarca un período de 23 años (1961-1984) durante el cual se publicaron diez antologías respectivas (8 nacionales y 2 generales) y fueron presentados alrededor de 250 poetas de casi todos los países de Hispanoamérica. La mayoría de las antologías mencionadas (6) salieron en los años setenta en tiradas de 1.000 ejemplares; esa producción abundante se debe a las circunstancias sociales y culturales favorables. La casa editorial que publicó el mayor número de las antologías de la poesía

 

37 “Svi antologičari zaslužuju jedno mesto u danteoskom paklu. Ograničio sam se da uključim žive pesnike Venecuele, rođene između 1890. i 1930. koji su mi izgledali najvažniji. Ovo je skoro, Antologija više antologija, radi veće objektivnosti. [...] doći će jedan novi tim pesnika, bilo da su zaboravljeni ili nepoznati, zajedno sa onima mlađim sigurno boljim od prethodnih, jer bi u protivnom dokazali ne samo da u umetnosti ne postoji zakon progresa već i, kako nisu bolji i drugačiji [...]”.


 

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hispanoamericana (7) fue Bagdala. En cuanto a los períodos literarios podemos decir que en el horizonte de expectativas entraron todos ellos, aunque dominaban los movimientos del siglo XX, sobre todo los vanguardistas y postvanguardistas. La primera antología publicada fue dedicada a la poesía cubana y la última, dentro del tiempo investigado, también fue la cubana. Todas las antologías fueron traducidas del español al serbio directamente, salvo la primera antología del ciclo (sobre la poesía de Cuba), que fue traducida del francés, mientras que la única antología bilingüe (español-serbio) fue dedicada a la poesía chilena. Solamente tres antologías fueron preparadas por los coordinadores serbios; en los demás casos las recopilaciones fueron realizadas por hispanoamericanos, poetas en su gran mayoría. Todas las antologías tienen varios textos explicativos (prólogos o epílogos, datos bio-bibliográficos), lo que facilitó, en gran medida, la comprensión de la poesía hispanoamericana para los lectores serbios, abriendo paso a futuros conocimientos y estudios sobre el desarrollo de este género literario en Hispanoamérica.

 

 

Bibliografía

 

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